Entonces
quise gritar,
pero no pude.
pero no pude.
Gustavo Adolfo Becuqer
]
[Footnote 5: San Roman. A church, originally a mosque, situated in
the northern part of Seville, on the Plaza de San Roman. It was
reconstructed by D. Pedro I. Its facade is very plain, the chief
decorative features being an ogival doorway in the center and a
window of similar form to the right. It contains some fine statuary
by Montanes. The fifteenth-century painter Juan Sanchez de Castro is
buried here. ]
[Footnote 6: la puerta de la Carne. One of the ancient gates of
Seville, situated in the north wall near the _Matadero_
('slaughter-house'). Hence its name. It was once called the _Puerta
Judia_. But little remains now of the old walls of Seville, which
had a circumference of upwards of ten miles, and were pierced by
fifteen gates and strengthened by one hundred and sixty-six towers. ]
[Footnote 7: no es cosa la gente que acude = 'the crowd in
attendance is not small' or 'what a lot of persons have come! ' The
expression _no es cosa_ is used familiarly in the sense of _es
mucha_. ]
[Footnote 8: volvia. A Common use of the imperfect indicative
instead of the conditional. ]
[Footnote 9: Lo que tiene que = 'the fact is. ']
Esto diciendo la buena mujer, que ya conocen nuestros lectores por sus
exabruptos de locuacidad, penetro en Santa Ines, abriendose segun
costumbre, un camino entre la multitud a fuerza de empellones y
codazos.
Ya se habia dado principio a la ceremonia.
El templo estaba tan brillante como el ano anterior.
El nuevo organista, despues de atravesar por en medio de los fieles
que ocupaban las naves para ir a besar el anillo del prelado, habia
subido a la tribuna, donde tocaba unos tras otros los registros del
organo; con una gravedad tan afectada como ridicula.
Entre la gente menuda que se apinaba a los pies de la iglesia, se oia
un rumor sordo y confuso, cierto presagio de que la tempestad
comenzaba a fraguarse y no tardaria mucho en dejarse sentir.
--Es un truhan, que por no hacer nada bien, ni aun mira a derechas,
decian los unos.
--Es un ignoranton, que despues de haber puesto el organo de su
parroquia peor que una carraca, viene a profanar el de maese Perez,
decian los otros.
Y mientras este se desembarazaba del capote para prepararse a darle de
firme a su pandero, y aquel apercibia sus sonajas, y todos se
disponian a hacer bulla a mas y mejor, solo alguno que otro se
aventuraba a defender tibiamente al extrano personaje, cuyo porte
orgulloso y pedantesco hacia tan notable contraposicion con la modesta
apariencia y la afable bondad del difunto maese Perez.
Al fin llego el esperado momento, el momento solemne en que el
sacerdote, despues de inclinarse y murmurar algunas palabras santas,
tomo la Hostia en sus manos. . . . Las campanillas repicaron, semejando
su repique una lluvia de notas de cristal; se elevaron las diafanas
ondas del incienso, y sono el organo.
Una estruendosa algarabia lleno los ambitos de la iglesia en aquel
instante y ahogo su primer acorde.
Zamponas, gaitas, sonajas, panderos, todos los instrumentos del
populacho, alzaron sus discordantes voces a la vez; pero la confusion
y el estrepito solo duro algunos segundos. Todos a la vez como habian
comenzado, enmudecieron de pronto.
El segundo acorde, amplio, valiente, magnifico, se sostenia aun
brotando de los tubos de metal del organo, como una cascada de armonia
inagotable y sonora.
Cantos celestes como los que acarician 'los oidos en los momentos de
extasis; cantos que percibe el espiritu y no los puede repetir el
labio; notas sueltas de una melodia lejana, que suenan a intervalos,
traidas en las rafagas del viento, rumor de hojas que se besan en los
arboles con un murmullo semejante al de la lluvia, trinos de alondras
que se levantan gorjeando de entre las flores como una saeta despedida
a las nubes; estruendo sin nombre, imponente como los rugidos de una
tempestad; coro de serafines sin ritmos ni cadencia, ignota musica del
cielo que solo la imaginacion comprende; himnos alados, que parecian
remontarse al trono del Senor como una tromba de luz y de sonidos. . .
todo lo expresaban las cien voces del organo, con mas pujanza, con mas
misteriosa poesia, con mas fantastico color que los habian expresado
nunca . . . . .
Cuando el organista bajo de la tribuna, la muchedumbre que se agolpo a
la escalera fue tanta, y tanto su afan por verle y admirarle, que el
asistente temiendo, no sin razon, que le ahogaran entre todos, mando a
algunos de sus ministriles para que, vara en mano, le fueran abriendo
camino hasta llegar al altar mayor, donde el prelado le esperaba.
--Ya veis, le dijo este ultimo cuando le trajeron a su presencia;
vengo desde mi palacio aqui solo por escucharos. ? Sereis tan cruel
como maese Perez, que nunca quiso excusarme el viaje, tocando la
Noche-Buena en la Misa de la catedral?
--El ano que viene, respondio el organista, prometo daros gusto, pues
por todo el oro de la tierra no volveria a tocar este organo.
--? Y por que? interrumpio el prelado.
--Porque. . . anadio el organista, procurando dominar la emocion que se
revelaba en la palidez de su rostro; porque es viejo y malo, y no
puede expresar todo lo que se quiere. El arzobispo se retiro, seguido
de sus familiares. Unas tras otras, las literas de los senores fueron
desfilando y perdiendose en las revueltas[1] de las calles vecinas;
los grupos del atrio se disolvieron, dispersandose los fieles en
distintas direcciones; y ya la demandadera se disponia a cerrar las
puertas de la entrada del atrio, cuando se divisaban aun dos mujeres
que, despues de persignarse y murmurar una oracion ante el retablo del
arco de San Felipe,[2] prosiguieron su camino, internandose en el
callejon de las Duenas. [3]
[Footnote 1: revueltas= 'turns. ' The streets of Seville are many of
them crooked like those of Toledo and other Moorish cities in
Spain. ]
[Footnote 2: San Felipe. See p. 95, note 4. ]
[Footnote 3: el callejon de las Duenas. See p. 98, note 1. ]
--? Que quiere usarced? mi senora dona Baltasara, decia la una, yo soy
de este genial. Cada loco con su tema. . . . Me lo habian de asegurar
capuchinos[1] descalzos y no lo creeria del todo. . . . Ese hombre no
puede haber tocado lo que acabamos de escuchar. . . . Si yo lo he oido
mil veces en San Bartolome,[2] que era su parroquia, y de donde tuvo
que echarle el senor cura por malo, y era cosa de taparse los oidos
con algodones. . . . Y luego, si no hay mas que mirarle al rostro, que
segun dicen, es el espejo del alma. . . . Yo me acuerdo, pobrecito, como
si lo estuviera viendo, me acuerdo de la cara de maese Perez, cuando
en semejante noche como esta bajaba de la tribuna, despues de haber
suspendido al auditorio con sus primores. . . . ? Que sonrisa tan
bondadosa, que color tan animado! . . . Era viejo y parecia un angel. . .
no que este ha bajado las escaleras a trompicones, como si le ladrase
un perro en la meseta, y con un color de difunto y unas. . . Vamos, mi
senora dona Baltasara, creame usarced, y creame con todas veras. . . yo
sospecho que aqui hay busilis. . . .
[Footnote 1: capuchinos= 'Capuchins. ' An order of mendicant friars
founded in 1528 by Matteo di Bassi, and named from the pointed
capouch or cowl that distinguishes their dress. Honesty, as well as
poverty and humility, is supposed to be one of their crowning
virtues. ]
[Footnote 2: San Bartolome. The church of St. Bartholomew is
situated on the Plaza de San Bartolome in the northeastern part of
the city. It was built on the site of a Jewish synagogue, after the
expulsion of the Jews by the Christian kings of Spain. Its present
architecture is Doric and dates only from the eighteenth century. ]
Comentando las ultimas palabras, las dos mujeres doblaban la esquina
del callejon y desaparecian.
Creemos inutil decir a nuestros lectores quien era una de ellas.
IV
Habia transcurrido un ano mas. La abadesa del convento de Santa Ines y
la hija de maese Perez hablaban en voz baja, medio ocultas entre las
sombras del coro de la iglesia. El esquilon llamaba a voz herida a los
fieles desde la torre, y alguna que otra rara persona atravesaba el
atrio silencioso y desierto esta vez, y despues de tomar el agua
bendita en la puerta, escogia un puesto en un rincon de las naves,
donde unos cuantos vecinos del barrio esperaban tranquilamente que
comenzara la Misa del Gallo.
--Ya lo veis, decia la superiora, vuestro temor es sobremanera pueril;
nadie hay en el templo; toda Sevilla acude en tropel a la catedral
esta noche, Tocad vos el organo y tocadle sin desconfianza de ninguna
clase; estaremos en comunidad. . . pero. . . proseguis callando sin que
cesen vuestros suspiros. ? Que os pasa? ? Que teneis?
--Tengo. . . miedo, exclamo la joven con un acento profundamente
conmovido.
--? Miedo! ? de que?
--No se. . . de una cosa sobrenatural. . . . Anoche, mirad, yo os habia
oido decir que teniais empeno en que tocase el organo en la Misa, y
ufana con esta distincion pense arreglar sus registros y templarle,[1]
a fin de que hoy os sorprendiese. . . Vine al coro. . . sola. . . abri la
puerta que conduce a la tribuna. . . . En el reloj de la catedral sonaba
en aquel momento una hora. . . no se cual. . . . Pero las campanadas eran
tristisimas y muchas. . . muchas. . . estuvieron sonando todo el tiempo
que yo permaneci como clavada en el dintel y aquel tiempo me parecio
un siglo.
[Footnote 1: templarle. See p. 66, note 1. ]
La iglesia estaba desierta y obscura. . . . Alla lejos, en el fondo,
brillaba como una estrella perdida en el cielo de la noche, una luz
moribunda, la luz de la lampara que arde en el altar mayor. . . . A sus
reflejos debilisimos, que solo contribuian a hacer mas visible todo el
profundo horror de las sombras, vi. . . le vi, madre, no lo dudeis, vi
un hombre que en silencio y vuelto de espaldas hacia el sitio en que
yo estaba, recorria con una mano las teclas del organo, mientras
tocaba con la otra a sus registros. . . y el organo sonaba; pero sonaba
de una manera indescriptible. Cada una de sus notas parecia un sollozo
ahogado dentro del tubo de metal, que vibraba con el aire comprimido
en su hueco, y reproducia el tono sordo, casi imperceptible, pero
justo.
Y el reloj, de la catedral continuaba dando la hora, y el hombre aquel
proseguia recorriendo las teclas. Yo oia hasta su respiracion.
El horror habia helado la sangre de mis venas; sentia en mi cuerpo
como un frio glacial, y en mis sienes fuego. . . .
Entonces quise gritar,
pero no pude. El hombre aquel habia vuelto la cara y me habia
mirado. . . digo mal, no me habia mirado, porque era ciego. . . . ? Era mi
padre!
--? Bah! hermana, desechad esas fantasias con que el enemigo malo[1]
procura turbar las imaginaciones debiles. . . . Rezad un _Pater
Noster_[2] y un _Ave Maria_[3] al arcangel San Miguel,[4] jefe de las
milicias celestiales, para que os asista contra los malos espiritus.
Llevad al cuello un escapulario tocado en la reliquia de San
Pacomio,[5] abogado contra las tentaciones, y marchad, marchad a
ocupar la tribuna del organo; la Misa va a comenzar y ya esperan con
impaciencia los fieles. . . . Vuestro padre esta en el cielo, y desde
alli, antes que a daros sustos, bajara a inspirar a su hija en esta
ceremonia solemne para el objeto de tan especial devocion.
[Footnote 1: el enemigo malo. That is to say, the devil. ]
[Footnote 2: Pater Noster. See p. 33, note 1. ]
[Footnote 3: Ave Maria. "A form of devotion used in the Church of
Rome, comprising the salutation addressed by the angel Gabriel to
the Blessed Virgin Mary. (Luke i. 28. ) The words Ave Maria are the
first two, in Latin, of the form as it appears in the manuals of the
Roman Church, thus: ' Hail Mary (Ave Maria), full of grace, the Lord
is with thee, etc. ' To which is appended the following petition:
'Holy Mary, mother of God, pray for us sinners now, and in the hour
of our death. Amen. '. . . It was not used before the Hours, until the
sixteenth century, in Romish offices. " Hook's _Church Dict. _,
London, 1887, p. 72. Some say earlier. ]
[Footnote 4: San Miguel = 'St. Michael. ' "An archangel mentioned in
the Bible. He is regarded as the leader of the whole host of
angels. . . He is spoken of five times in the Bible, always [or to be
more exact _usually_ as fighting] John mentions him as fighting at
the head of the angels against the dragon and his host. " _Century
Dict. _]
[Footnote 5: San Pacomio = 'St. Pachomius. ' "Born probably in Lower
Egypt, about 292: died about 349. One of the founders of
monasticism. He established a monastery on the island of Tabenna in
the Nile, and was the first thus to collect the monks under one roof
and establish strict rules of government for the community. "
_Century Diet_. ]
La priora fue a ocupar su sillon en el coro en medio de la comunidad.
La hija de maese Perez abrio con mano temblorosa la puerta de la
tribuna para sentarse en el banquillo del organo, y comenzo la Misa.
Comenzo la Misa, y prosiguio sin que ocurriese nada de notable hasta
que llego la consagracion. [1] En aquel momento sono el organo, y al
mismo tiempo que el organo un grito de la hija de maese Perez. . . .
[Footnote 1: consagracion = 'consecration. ' "The form of words by
which the bread and wine in the Mass are changed into Christ's body
and blood. " Addis and Arnold, _Catholic Diet_, London, 1884, p. 216.
See also p. 101, note 2. ]
La superiora, las monjas y algunos de los fieles corrieron a la
tribuna.
--? Miradle, miradle! decia la joven fijando sus desencajados ojos en
el banquillo, de donde se habia levantado asombrada para agarrarse con
sus manos convulsas al barandal de la tribuna.
Todo el mundo fijo sus miradas en aquel punto. El organo estaba solo,
y no obstante, el organo seguia sonando . . . sonando como solo los
arcangeles podrian imitarlo en sus raptos de mistico
alborozo. . . . . . . . . . . . . . .
--? No os lo dije yo una y mil veces, mi senora dona Baltasara, no os
lo dije yo! . . . ? Aqui hay busilis! . . . Oidlo; que, ? no estuvisteis
anoche en la Misa del Gallo? Pero, en fin ya sabreis lo que paso. En
toda Sevilla no se habla de otra cosa. . . . El senor arzobispo esta
hecho, y con razon, una furia. . . . Haber dejado de asistir a Santa
Ines; no haber podido presenciar el portento. . . ? y para que? para oir
una cencerrada; porque personas que lo oyeron dicen que lo que hizo el
dichoso organista de San Bartolome en la catedral no fue otra cosa. . . .
Si lo decia yo. Eso no puede haberlo tocado el bisojo, mentira . . .
aqui hay busilis, y el busilis era, en efecto, el alma de maese Perez.
LA CRUZ DEL DIABLO
Que lo creas o no, me importa bien poco. Mi abuelo se lo narro a mi
padre; mi padre me lo ha referido a mi, y yo te lo cuento ahora,
siquiera no sea mas que por pasar el rato. [1]
***
[Footnote 1: por pasar el rato = 'to while away the time. ']
I
El crepusculo comenzaba a extender sus ligeras alas de vapor sobre las
pintorescas orillas del Segre,[1] cuando despues de una fatigosa
jornada llegamos a Bellver,[2] termino de nuestro viaje.
[Footnote 1: Segre. A river of the province of Lerida in northern
Spain. It rises in the Pyrenees, and joins the Ebro twenty-two miles
southwest of Lerida. Its chief tributary is the Cinca. Length about
250 miles. See _Century Diet_. ]
[Footnote 2: Bellver. A little town of some 650 inhabitants,
situated in the valley of the Segre, in the diocese of Urgel,
province of Lerida, Spain. Its situation is very picturesque. It
contains an ancient castle. ]
Bellver es una pequena poblacion situada a la falda de una colina, por
detras de la cual se ven elevarse, como las gradas de un colosal
anfiteatro de granito, las empinadas y nebulosas crestas de los
Pirineos. [1]
[Footnote 1: Pirineos = 'Pyrenees. ' A mountain range which separates
France from Spain, and extends from the Bay of Biscay to the
Mediterranean. The highest points are about 11,000 feet. A visit to
the Eastern Pyrenees from the Spanish side is much more difficult
than from France, as both traveling and hotel accommodations are
sadly lacking. ]
Los blancos caserios que la rodean, salpicados aqui y alla sobre una
ondulante sabana de verdura, parecen a lo lejos un bando de palomas
que han abatido su vuelo para apagar su sed en las aguas de la ribera.
Una pelada roca, a cuyos pies tuercen estas su curso, y sobre cuya
cima se notan aun remotos vestigios de construccion, senala la antigua
linea divisoria entre el condado de Urgel[1] y el mas importante de
sus feudos.
[Footnote 1: el condado de Urgel = 'the earldom (_or_ county) of
Urgel. ' The town of this name (2800 inhabitants) is situated on the
Segre, seventy-four miles northwest of Barcelona, in the province of
Lerida, Spain. It has been the see of a bishop since 840, and
possesses a Gothic cathedral. The earldom was of considerable
importance in the fourteenth century, Count Jaime (James) de Urgel
(d. 1433) being a most dangerous claimant of the crown of Aragon. ]
A la derecha del tortuoso sendero que conduce a este punto, remontando
la corriente del rio, y siguiendo sus curvas y frondosas margenes, se
encuentra una cruz.
El asta y los brazos son de hierro; la redonda base en que se apoya,
de marmol, y la escalinata que a ella conduce, de obscuros y mal
unidos fragmentos de silleria.
La destructora accion de los anos, que ha cubierto de orin el metal,
ha roto y carcomido la piedra de este monumento, entre cuyas
hendiduras crecen algunas plantas trepadoras que suben enredandose
hasta coronarlo, mientras una vieja y corpulenta encina le sirve de
dosel.
Yo habia adelantado algunos minutos a mis companeros de viaje, y
deteniendo mi escualida cabalgadura, contemplaba en silencio aquella
cruz, muda y sencilla expresion de las creencias y la piedad de otros
siglos.
Un mundo de ideas se agolpo a mi imaginacion en aquel instante. Ideas
ligerisimas, sin forma determinada, que unian entre si, como un
invisible hilo de luz, la profunda soledad de aquellos lugares, el
alto silencio de la naciente noche y la vaga melancolia de mi
espiritu.
Impulsado de un pensamiento religioso, espontaneo e indefinible, eche
maquinalmente pie a tierra, me descubri, y comence a buscar en el
fondo de mi memoria una de aquellas oraciones que me ensenaron cuando
nino; una de aquellas oraciones que, cuando mas tarde se escapan
involuntarias de nuestros labios, parece que aligeran el pecho
oprimido, y semejantes a las lagrimas, alivian el dolor, que tambien
toma estas formas para evaporarse.
Ya habia comenzado a murmurarla, cuando de improviso senti que me
sacudian con violencia por los hombros.
Volvi la cara: un hombre estaba al lado mio.
Era uno de nuestros guias, natural del pais, el cual, con una
indescriptible expresion de terror pintada en el rostro, pugnaba por
arrastrarme consigo y cubrir mi cabeza con el fieltro que aun tenia en
mis manos.
Mi primera mirada, mitad de asombro, mitad de colera, equivalia a una
interrogacion energica, aunque muda.
El pobre hombre, sin cejar en su empeno de alejarme de aquel sitio,
contesto a ella con estas palabras, que entonces no pude comprender,
pero en las que habia un acento de verdad que me sobrecogio:--? Por la
memoria de su madre! ? Por lo mas sagrado que tenga en el mundo,
senorito, cubrase usted la cabeza, y alejese mas que de prisa de esta
cruz! ? Tan desesperado esta usted, que no bastandole la ayuda de Dios,
recurre a la del demonio!
Yo permaneci un rato mirandole en silencio. Francamente, crei que
estaba loco, pero el prosiguio con igual vehemencia:
--Usted busca la frontera; pues bien, si delante de esa cruz le pide
usted al cielo que le preste ayuda, las cumbres de los monies vecinos
se levantaran en una sola noche hasta las estrellas invisibles, solo
porque no encontremos la raya en toda nuestra vida.
Yo no pude menos de sonreir.
--? Se burla usted? . . . ? cree acaso que esa es una cruz santa como la
del porche de nuestra iglesia? . . .
--? Quien lo duda?
--Pues se engana usted de medio a medio, porque esa cruz, salvo lo que
tiene de Dios, esta maldita. . . esa cruz pertenece a un espiritu
maligno, y por eso la llaman _La cruz del diablo_.
--? La cruz del diablo! repeti cediendo a sus instancias, sin darme
cuenta a mi mismo del involuntario temor que comenzo a apoderarse de
mi espiritu, y que me rechazaba como una fuerza desconocida de aquel
lugar; ? la cruz del diablo! ? Nunca ha herido mi imaginacion una
amalgama mas disparatada de dos ideas tan absolutamente enemigas! . . .
? Una cruz. .
[Footnote 5: San Roman. A church, originally a mosque, situated in
the northern part of Seville, on the Plaza de San Roman. It was
reconstructed by D. Pedro I. Its facade is very plain, the chief
decorative features being an ogival doorway in the center and a
window of similar form to the right. It contains some fine statuary
by Montanes. The fifteenth-century painter Juan Sanchez de Castro is
buried here. ]
[Footnote 6: la puerta de la Carne. One of the ancient gates of
Seville, situated in the north wall near the _Matadero_
('slaughter-house'). Hence its name. It was once called the _Puerta
Judia_. But little remains now of the old walls of Seville, which
had a circumference of upwards of ten miles, and were pierced by
fifteen gates and strengthened by one hundred and sixty-six towers. ]
[Footnote 7: no es cosa la gente que acude = 'the crowd in
attendance is not small' or 'what a lot of persons have come! ' The
expression _no es cosa_ is used familiarly in the sense of _es
mucha_. ]
[Footnote 8: volvia. A Common use of the imperfect indicative
instead of the conditional. ]
[Footnote 9: Lo que tiene que = 'the fact is. ']
Esto diciendo la buena mujer, que ya conocen nuestros lectores por sus
exabruptos de locuacidad, penetro en Santa Ines, abriendose segun
costumbre, un camino entre la multitud a fuerza de empellones y
codazos.
Ya se habia dado principio a la ceremonia.
El templo estaba tan brillante como el ano anterior.
El nuevo organista, despues de atravesar por en medio de los fieles
que ocupaban las naves para ir a besar el anillo del prelado, habia
subido a la tribuna, donde tocaba unos tras otros los registros del
organo; con una gravedad tan afectada como ridicula.
Entre la gente menuda que se apinaba a los pies de la iglesia, se oia
un rumor sordo y confuso, cierto presagio de que la tempestad
comenzaba a fraguarse y no tardaria mucho en dejarse sentir.
--Es un truhan, que por no hacer nada bien, ni aun mira a derechas,
decian los unos.
--Es un ignoranton, que despues de haber puesto el organo de su
parroquia peor que una carraca, viene a profanar el de maese Perez,
decian los otros.
Y mientras este se desembarazaba del capote para prepararse a darle de
firme a su pandero, y aquel apercibia sus sonajas, y todos se
disponian a hacer bulla a mas y mejor, solo alguno que otro se
aventuraba a defender tibiamente al extrano personaje, cuyo porte
orgulloso y pedantesco hacia tan notable contraposicion con la modesta
apariencia y la afable bondad del difunto maese Perez.
Al fin llego el esperado momento, el momento solemne en que el
sacerdote, despues de inclinarse y murmurar algunas palabras santas,
tomo la Hostia en sus manos. . . . Las campanillas repicaron, semejando
su repique una lluvia de notas de cristal; se elevaron las diafanas
ondas del incienso, y sono el organo.
Una estruendosa algarabia lleno los ambitos de la iglesia en aquel
instante y ahogo su primer acorde.
Zamponas, gaitas, sonajas, panderos, todos los instrumentos del
populacho, alzaron sus discordantes voces a la vez; pero la confusion
y el estrepito solo duro algunos segundos. Todos a la vez como habian
comenzado, enmudecieron de pronto.
El segundo acorde, amplio, valiente, magnifico, se sostenia aun
brotando de los tubos de metal del organo, como una cascada de armonia
inagotable y sonora.
Cantos celestes como los que acarician 'los oidos en los momentos de
extasis; cantos que percibe el espiritu y no los puede repetir el
labio; notas sueltas de una melodia lejana, que suenan a intervalos,
traidas en las rafagas del viento, rumor de hojas que se besan en los
arboles con un murmullo semejante al de la lluvia, trinos de alondras
que se levantan gorjeando de entre las flores como una saeta despedida
a las nubes; estruendo sin nombre, imponente como los rugidos de una
tempestad; coro de serafines sin ritmos ni cadencia, ignota musica del
cielo que solo la imaginacion comprende; himnos alados, que parecian
remontarse al trono del Senor como una tromba de luz y de sonidos. . .
todo lo expresaban las cien voces del organo, con mas pujanza, con mas
misteriosa poesia, con mas fantastico color que los habian expresado
nunca . . . . .
Cuando el organista bajo de la tribuna, la muchedumbre que se agolpo a
la escalera fue tanta, y tanto su afan por verle y admirarle, que el
asistente temiendo, no sin razon, que le ahogaran entre todos, mando a
algunos de sus ministriles para que, vara en mano, le fueran abriendo
camino hasta llegar al altar mayor, donde el prelado le esperaba.
--Ya veis, le dijo este ultimo cuando le trajeron a su presencia;
vengo desde mi palacio aqui solo por escucharos. ? Sereis tan cruel
como maese Perez, que nunca quiso excusarme el viaje, tocando la
Noche-Buena en la Misa de la catedral?
--El ano que viene, respondio el organista, prometo daros gusto, pues
por todo el oro de la tierra no volveria a tocar este organo.
--? Y por que? interrumpio el prelado.
--Porque. . . anadio el organista, procurando dominar la emocion que se
revelaba en la palidez de su rostro; porque es viejo y malo, y no
puede expresar todo lo que se quiere. El arzobispo se retiro, seguido
de sus familiares. Unas tras otras, las literas de los senores fueron
desfilando y perdiendose en las revueltas[1] de las calles vecinas;
los grupos del atrio se disolvieron, dispersandose los fieles en
distintas direcciones; y ya la demandadera se disponia a cerrar las
puertas de la entrada del atrio, cuando se divisaban aun dos mujeres
que, despues de persignarse y murmurar una oracion ante el retablo del
arco de San Felipe,[2] prosiguieron su camino, internandose en el
callejon de las Duenas. [3]
[Footnote 1: revueltas= 'turns. ' The streets of Seville are many of
them crooked like those of Toledo and other Moorish cities in
Spain. ]
[Footnote 2: San Felipe. See p. 95, note 4. ]
[Footnote 3: el callejon de las Duenas. See p. 98, note 1. ]
--? Que quiere usarced? mi senora dona Baltasara, decia la una, yo soy
de este genial. Cada loco con su tema. . . . Me lo habian de asegurar
capuchinos[1] descalzos y no lo creeria del todo. . . . Ese hombre no
puede haber tocado lo que acabamos de escuchar. . . . Si yo lo he oido
mil veces en San Bartolome,[2] que era su parroquia, y de donde tuvo
que echarle el senor cura por malo, y era cosa de taparse los oidos
con algodones. . . . Y luego, si no hay mas que mirarle al rostro, que
segun dicen, es el espejo del alma. . . . Yo me acuerdo, pobrecito, como
si lo estuviera viendo, me acuerdo de la cara de maese Perez, cuando
en semejante noche como esta bajaba de la tribuna, despues de haber
suspendido al auditorio con sus primores. . . . ? Que sonrisa tan
bondadosa, que color tan animado! . . . Era viejo y parecia un angel. . .
no que este ha bajado las escaleras a trompicones, como si le ladrase
un perro en la meseta, y con un color de difunto y unas. . . Vamos, mi
senora dona Baltasara, creame usarced, y creame con todas veras. . . yo
sospecho que aqui hay busilis. . . .
[Footnote 1: capuchinos= 'Capuchins. ' An order of mendicant friars
founded in 1528 by Matteo di Bassi, and named from the pointed
capouch or cowl that distinguishes their dress. Honesty, as well as
poverty and humility, is supposed to be one of their crowning
virtues. ]
[Footnote 2: San Bartolome. The church of St. Bartholomew is
situated on the Plaza de San Bartolome in the northeastern part of
the city. It was built on the site of a Jewish synagogue, after the
expulsion of the Jews by the Christian kings of Spain. Its present
architecture is Doric and dates only from the eighteenth century. ]
Comentando las ultimas palabras, las dos mujeres doblaban la esquina
del callejon y desaparecian.
Creemos inutil decir a nuestros lectores quien era una de ellas.
IV
Habia transcurrido un ano mas. La abadesa del convento de Santa Ines y
la hija de maese Perez hablaban en voz baja, medio ocultas entre las
sombras del coro de la iglesia. El esquilon llamaba a voz herida a los
fieles desde la torre, y alguna que otra rara persona atravesaba el
atrio silencioso y desierto esta vez, y despues de tomar el agua
bendita en la puerta, escogia un puesto en un rincon de las naves,
donde unos cuantos vecinos del barrio esperaban tranquilamente que
comenzara la Misa del Gallo.
--Ya lo veis, decia la superiora, vuestro temor es sobremanera pueril;
nadie hay en el templo; toda Sevilla acude en tropel a la catedral
esta noche, Tocad vos el organo y tocadle sin desconfianza de ninguna
clase; estaremos en comunidad. . . pero. . . proseguis callando sin que
cesen vuestros suspiros. ? Que os pasa? ? Que teneis?
--Tengo. . . miedo, exclamo la joven con un acento profundamente
conmovido.
--? Miedo! ? de que?
--No se. . . de una cosa sobrenatural. . . . Anoche, mirad, yo os habia
oido decir que teniais empeno en que tocase el organo en la Misa, y
ufana con esta distincion pense arreglar sus registros y templarle,[1]
a fin de que hoy os sorprendiese. . . Vine al coro. . . sola. . . abri la
puerta que conduce a la tribuna. . . . En el reloj de la catedral sonaba
en aquel momento una hora. . . no se cual. . . . Pero las campanadas eran
tristisimas y muchas. . . muchas. . . estuvieron sonando todo el tiempo
que yo permaneci como clavada en el dintel y aquel tiempo me parecio
un siglo.
[Footnote 1: templarle. See p. 66, note 1. ]
La iglesia estaba desierta y obscura. . . . Alla lejos, en el fondo,
brillaba como una estrella perdida en el cielo de la noche, una luz
moribunda, la luz de la lampara que arde en el altar mayor. . . . A sus
reflejos debilisimos, que solo contribuian a hacer mas visible todo el
profundo horror de las sombras, vi. . . le vi, madre, no lo dudeis, vi
un hombre que en silencio y vuelto de espaldas hacia el sitio en que
yo estaba, recorria con una mano las teclas del organo, mientras
tocaba con la otra a sus registros. . . y el organo sonaba; pero sonaba
de una manera indescriptible. Cada una de sus notas parecia un sollozo
ahogado dentro del tubo de metal, que vibraba con el aire comprimido
en su hueco, y reproducia el tono sordo, casi imperceptible, pero
justo.
Y el reloj, de la catedral continuaba dando la hora, y el hombre aquel
proseguia recorriendo las teclas. Yo oia hasta su respiracion.
El horror habia helado la sangre de mis venas; sentia en mi cuerpo
como un frio glacial, y en mis sienes fuego. . . .
Entonces quise gritar,
pero no pude. El hombre aquel habia vuelto la cara y me habia
mirado. . . digo mal, no me habia mirado, porque era ciego. . . . ? Era mi
padre!
--? Bah! hermana, desechad esas fantasias con que el enemigo malo[1]
procura turbar las imaginaciones debiles. . . . Rezad un _Pater
Noster_[2] y un _Ave Maria_[3] al arcangel San Miguel,[4] jefe de las
milicias celestiales, para que os asista contra los malos espiritus.
Llevad al cuello un escapulario tocado en la reliquia de San
Pacomio,[5] abogado contra las tentaciones, y marchad, marchad a
ocupar la tribuna del organo; la Misa va a comenzar y ya esperan con
impaciencia los fieles. . . . Vuestro padre esta en el cielo, y desde
alli, antes que a daros sustos, bajara a inspirar a su hija en esta
ceremonia solemne para el objeto de tan especial devocion.
[Footnote 1: el enemigo malo. That is to say, the devil. ]
[Footnote 2: Pater Noster. See p. 33, note 1. ]
[Footnote 3: Ave Maria. "A form of devotion used in the Church of
Rome, comprising the salutation addressed by the angel Gabriel to
the Blessed Virgin Mary. (Luke i. 28. ) The words Ave Maria are the
first two, in Latin, of the form as it appears in the manuals of the
Roman Church, thus: ' Hail Mary (Ave Maria), full of grace, the Lord
is with thee, etc. ' To which is appended the following petition:
'Holy Mary, mother of God, pray for us sinners now, and in the hour
of our death. Amen. '. . . It was not used before the Hours, until the
sixteenth century, in Romish offices. " Hook's _Church Dict. _,
London, 1887, p. 72. Some say earlier. ]
[Footnote 4: San Miguel = 'St. Michael. ' "An archangel mentioned in
the Bible. He is regarded as the leader of the whole host of
angels. . . He is spoken of five times in the Bible, always [or to be
more exact _usually_ as fighting] John mentions him as fighting at
the head of the angels against the dragon and his host. " _Century
Dict. _]
[Footnote 5: San Pacomio = 'St. Pachomius. ' "Born probably in Lower
Egypt, about 292: died about 349. One of the founders of
monasticism. He established a monastery on the island of Tabenna in
the Nile, and was the first thus to collect the monks under one roof
and establish strict rules of government for the community. "
_Century Diet_. ]
La priora fue a ocupar su sillon en el coro en medio de la comunidad.
La hija de maese Perez abrio con mano temblorosa la puerta de la
tribuna para sentarse en el banquillo del organo, y comenzo la Misa.
Comenzo la Misa, y prosiguio sin que ocurriese nada de notable hasta
que llego la consagracion. [1] En aquel momento sono el organo, y al
mismo tiempo que el organo un grito de la hija de maese Perez. . . .
[Footnote 1: consagracion = 'consecration. ' "The form of words by
which the bread and wine in the Mass are changed into Christ's body
and blood. " Addis and Arnold, _Catholic Diet_, London, 1884, p. 216.
See also p. 101, note 2. ]
La superiora, las monjas y algunos de los fieles corrieron a la
tribuna.
--? Miradle, miradle! decia la joven fijando sus desencajados ojos en
el banquillo, de donde se habia levantado asombrada para agarrarse con
sus manos convulsas al barandal de la tribuna.
Todo el mundo fijo sus miradas en aquel punto. El organo estaba solo,
y no obstante, el organo seguia sonando . . . sonando como solo los
arcangeles podrian imitarlo en sus raptos de mistico
alborozo. . . . . . . . . . . . . . .
--? No os lo dije yo una y mil veces, mi senora dona Baltasara, no os
lo dije yo! . . . ? Aqui hay busilis! . . . Oidlo; que, ? no estuvisteis
anoche en la Misa del Gallo? Pero, en fin ya sabreis lo que paso. En
toda Sevilla no se habla de otra cosa. . . . El senor arzobispo esta
hecho, y con razon, una furia. . . . Haber dejado de asistir a Santa
Ines; no haber podido presenciar el portento. . . ? y para que? para oir
una cencerrada; porque personas que lo oyeron dicen que lo que hizo el
dichoso organista de San Bartolome en la catedral no fue otra cosa. . . .
Si lo decia yo. Eso no puede haberlo tocado el bisojo, mentira . . .
aqui hay busilis, y el busilis era, en efecto, el alma de maese Perez.
LA CRUZ DEL DIABLO
Que lo creas o no, me importa bien poco. Mi abuelo se lo narro a mi
padre; mi padre me lo ha referido a mi, y yo te lo cuento ahora,
siquiera no sea mas que por pasar el rato. [1]
***
[Footnote 1: por pasar el rato = 'to while away the time. ']
I
El crepusculo comenzaba a extender sus ligeras alas de vapor sobre las
pintorescas orillas del Segre,[1] cuando despues de una fatigosa
jornada llegamos a Bellver,[2] termino de nuestro viaje.
[Footnote 1: Segre. A river of the province of Lerida in northern
Spain. It rises in the Pyrenees, and joins the Ebro twenty-two miles
southwest of Lerida. Its chief tributary is the Cinca. Length about
250 miles. See _Century Diet_. ]
[Footnote 2: Bellver. A little town of some 650 inhabitants,
situated in the valley of the Segre, in the diocese of Urgel,
province of Lerida, Spain. Its situation is very picturesque. It
contains an ancient castle. ]
Bellver es una pequena poblacion situada a la falda de una colina, por
detras de la cual se ven elevarse, como las gradas de un colosal
anfiteatro de granito, las empinadas y nebulosas crestas de los
Pirineos. [1]
[Footnote 1: Pirineos = 'Pyrenees. ' A mountain range which separates
France from Spain, and extends from the Bay of Biscay to the
Mediterranean. The highest points are about 11,000 feet. A visit to
the Eastern Pyrenees from the Spanish side is much more difficult
than from France, as both traveling and hotel accommodations are
sadly lacking. ]
Los blancos caserios que la rodean, salpicados aqui y alla sobre una
ondulante sabana de verdura, parecen a lo lejos un bando de palomas
que han abatido su vuelo para apagar su sed en las aguas de la ribera.
Una pelada roca, a cuyos pies tuercen estas su curso, y sobre cuya
cima se notan aun remotos vestigios de construccion, senala la antigua
linea divisoria entre el condado de Urgel[1] y el mas importante de
sus feudos.
[Footnote 1: el condado de Urgel = 'the earldom (_or_ county) of
Urgel. ' The town of this name (2800 inhabitants) is situated on the
Segre, seventy-four miles northwest of Barcelona, in the province of
Lerida, Spain. It has been the see of a bishop since 840, and
possesses a Gothic cathedral. The earldom was of considerable
importance in the fourteenth century, Count Jaime (James) de Urgel
(d. 1433) being a most dangerous claimant of the crown of Aragon. ]
A la derecha del tortuoso sendero que conduce a este punto, remontando
la corriente del rio, y siguiendo sus curvas y frondosas margenes, se
encuentra una cruz.
El asta y los brazos son de hierro; la redonda base en que se apoya,
de marmol, y la escalinata que a ella conduce, de obscuros y mal
unidos fragmentos de silleria.
La destructora accion de los anos, que ha cubierto de orin el metal,
ha roto y carcomido la piedra de este monumento, entre cuyas
hendiduras crecen algunas plantas trepadoras que suben enredandose
hasta coronarlo, mientras una vieja y corpulenta encina le sirve de
dosel.
Yo habia adelantado algunos minutos a mis companeros de viaje, y
deteniendo mi escualida cabalgadura, contemplaba en silencio aquella
cruz, muda y sencilla expresion de las creencias y la piedad de otros
siglos.
Un mundo de ideas se agolpo a mi imaginacion en aquel instante. Ideas
ligerisimas, sin forma determinada, que unian entre si, como un
invisible hilo de luz, la profunda soledad de aquellos lugares, el
alto silencio de la naciente noche y la vaga melancolia de mi
espiritu.
Impulsado de un pensamiento religioso, espontaneo e indefinible, eche
maquinalmente pie a tierra, me descubri, y comence a buscar en el
fondo de mi memoria una de aquellas oraciones que me ensenaron cuando
nino; una de aquellas oraciones que, cuando mas tarde se escapan
involuntarias de nuestros labios, parece que aligeran el pecho
oprimido, y semejantes a las lagrimas, alivian el dolor, que tambien
toma estas formas para evaporarse.
Ya habia comenzado a murmurarla, cuando de improviso senti que me
sacudian con violencia por los hombros.
Volvi la cara: un hombre estaba al lado mio.
Era uno de nuestros guias, natural del pais, el cual, con una
indescriptible expresion de terror pintada en el rostro, pugnaba por
arrastrarme consigo y cubrir mi cabeza con el fieltro que aun tenia en
mis manos.
Mi primera mirada, mitad de asombro, mitad de colera, equivalia a una
interrogacion energica, aunque muda.
El pobre hombre, sin cejar en su empeno de alejarme de aquel sitio,
contesto a ella con estas palabras, que entonces no pude comprender,
pero en las que habia un acento de verdad que me sobrecogio:--? Por la
memoria de su madre! ? Por lo mas sagrado que tenga en el mundo,
senorito, cubrase usted la cabeza, y alejese mas que de prisa de esta
cruz! ? Tan desesperado esta usted, que no bastandole la ayuda de Dios,
recurre a la del demonio!
Yo permaneci un rato mirandole en silencio. Francamente, crei que
estaba loco, pero el prosiguio con igual vehemencia:
--Usted busca la frontera; pues bien, si delante de esa cruz le pide
usted al cielo que le preste ayuda, las cumbres de los monies vecinos
se levantaran en una sola noche hasta las estrellas invisibles, solo
porque no encontremos la raya en toda nuestra vida.
Yo no pude menos de sonreir.
--? Se burla usted? . . . ? cree acaso que esa es una cruz santa como la
del porche de nuestra iglesia? . . .
--? Quien lo duda?
--Pues se engana usted de medio a medio, porque esa cruz, salvo lo que
tiene de Dios, esta maldita. . . esa cruz pertenece a un espiritu
maligno, y por eso la llaman _La cruz del diablo_.
--? La cruz del diablo! repeti cediendo a sus instancias, sin darme
cuenta a mi mismo del involuntario temor que comenzo a apoderarse de
mi espiritu, y que me rechazaba como una fuerza desconocida de aquel
lugar; ? la cruz del diablo! ? Nunca ha herido mi imaginacion una
amalgama mas disparatada de dos ideas tan absolutamente enemigas! . . .
? Una cruz. .
