l70Jakob von Uexküll, Umwelt und
Innenweli
der Tiere, Berlín 1909, segunda edición 1921.
Sloterdijk - Esferas - v3
Vorgeschichte,ZerstorungFolgen,Weimar/ColoniaAlie na 1994,especialmente págs.
112-231;asícomojórg Friedrich, o.
c.
,págs.
358-ss.
120De todos modos, ya para la noche del incendio de Hamburgo se citan 41. 000 muertos. La cifra «oficial» de las víctimas de Dresde le parece intuitivamente a un testigo ocular como Gótz Bergander demasiado baja, aunque admite como historiador que faltan las pruebas pa ra cifras más elevadas, por muy plausibles que parezcan subjetivamente y dentro de la diná mica de la exageración.
121Si se añaden los enfermos por radiación que murieron hasta finales de 1945, o, mejor dicho, hasta el primer aniversario del lanzamiento de las bombas, se llega a 151. 000 para Hi roshima y 70. 000 para Nagasaki.
,22Durante la fiesta conmemorativa de la paz en Hiroshima, el 6 de agosto de 2001, se cifró el número total de víctimas, añadidos los muertos por secuelas posteriores (lo que pierde en plausibilidad tras más de medio siglo), en 221. 893, de las cuales aproximadamente 123. 000 eran hombres y 98. 500 mujeres.
123Andrew S. Grove, NurdieParanoidenüberleben:strategischeWendepunktevorzeitigerkennen, Frankfurt 1994.
124Ken Alibek/Stephen Handelman, Biohazard. The Chilling True Story of the Largest Ccrvert Biological Weapons Program in the World - Toldfrom the Inside by the Man Who Ran it, Nueva York 1999, págs. 25-28.
,25Cfr. Wemer Marx, «El “lugar” para la medida. La torsión del subjetivismo», en: Gibt esauf Erden ein Mass? Grundbestimmungen einer nichtmetaphysischen Ethik, Hamburgo 1983, págs. 63-85. 126Martin Heidegger, ZurErórterungderGelassenheit. AuseinemFeldweggespráchüberdasDen-
ken, 1944/1945, en: Gesammelte Werke 13, pág. 47.
127Hermann Schmitz, en su doctrina de las «situaciones inclusoras», enlazó con el conte
nido positivo del concepto «habitar»; cfr. Hermann Schmitz, Adolf Hitler in der Geschichte, o. c. 128Cfr. Jeane Manning/Nick Begich, Lócher im Himmel. Der geheime Ókokrieg mit dem Io-
nosphárenheizerHAARP, Frankfurt 1996.
675
129Ibid. , págs. 231-ss.
13. 1Cfr. Ian Gibson, SalvadorDalí. Die Biographie, Stuttgart 1998, pág. 378.
1. 1Salvador Dalí, Dalí, Rastatt 1988, págs. 229-s.
132Salvador Dalí, La Conquete de Vlrrationnel, 1935; alemán en: Salvador Dalí, Gesammelte
Schriften, Múnich 1974, págs. 268-279. [«La conquista de lo irracional», Obracompleta,volumen IV, Ensayos i,JuanJosé Lahuerta (ed. ), Destino, Barcelona 2005, págs. 403-419. ]
mMarshall McLuhan, DiemagischenKanále. UnderstandingMedia,DüsseldorfyViena 1968, pág. 139.
154André Bretón, Manifesté du surréalisme, París 1962, pág. 155. [Manifiestos del surrealismo, Visor Libros, Madrid 2002. ]
1,5Según una indicación de Gabriel Tarde, con ello tiene que ver también aquella «revo lución en la cabeza», que la mayoría de las veces se describe equivocadamente como ilustra ción: la costumbre de creer a pies juntillas a los predicadores y antepasados se sustituye por la costumbre de repetir lo que aportan innovadores contemporáneos. Cfr. Gabriel Tarde, Die GesetzederNachahmung(1890), o. c. ,pág. 270.
136Las fuentes filosóficas del concepto de inconsciente se exponen, sobre todo, en los tra bajosdeOdoMarquard, TranszendentalerIdealismos. RomantischeNaturphilosophie. Psychoanaly- se, Colonia 1987, y de Jean-Marie Vaysse, Vinconsáent des modemes. Essai sur Porigine métapkysi- quedelapsychanalyse,París 1999.
137Salvador Dalí, o. c. , pág. 290.
,38Citado por: AbsoluteMcLuhan, Martin Baltes y Rainer Hóltschl eds. , Friburgo 2002, pág. 164; cfr. también Marc Monmonier, AirApparent. HowMeteorologistsLeamedtoMap, Predictand Dramatize Weather, Chicago y Londres 1999.
139Cfr. Thomas E. Graedel/Paul J. Crutzen, Atmospháreim Wandel. DieempfindlicheLufthü- üeunseresPlaneten, Heidelberg/Berlín/Oxford 1996, págs. 3-5.
140Cfr. Günter Barudio, TránendesTeufels. EineWeltgeschichtedesErdóls,Stuttgart 2001.
141Cfr. Peter Sloterdijk/Hans-Jürgen Heinrichs, Die Sonne und der Tod, o. c. , págs. 320- 329.
,42RolfPeter Sieferle, DerunterirdischeWald. EnergiekriseundindustrielleRevolution,Múnich 1982.
l43SyIvieJoussaume, Klima. Gestera, heute, margen, Berlín/Heidelberg 1996, pág. 62.
14Cari Amery y Hermann Scheer, en su libro: Klimawechsel. VonderfossilenzursolarenKul- tur(Múnich 2001), discuten sobre los presupuestos técnicos y mentales del tránsito a una ci vilización energética post-fósil, aunque más sobre las resistencias tanto políticas como ide ológicas en contra.
145Cfr. EsferasII, Globos, excurso 2, « Merdocracia. De la inmunoparadoja de culturas seden tarias», págs. 297-308.
146Claudia Bólling/RolfHorst, Schirme. DerHimmelaufErden,Berlín 1995.
147Cfr. Erich Heck, IndoorAirQualityamArbeitsplatz. «SickBuildingSyndrom» und«Building RelatedIllness». Ein deutsch-amerikanischerRechtsvergleich, Baden-Baden 1994.
'“Luce Irigaray, VoublideVairchezMartinHeidegger,París 1983,pág. 147.
149C f r . A n j a S t ó h r , A i r - D e s i g n a i s E t f o l g s f a k t o r i m H a n d e l . M o d e l l g e s t ü t z t e E r f o l g s b e u r t e i l u n g u n d strategischeEmpfehlung,Wiesbaden 1998.
676
'"'Cfr. Diotima von Kempski, Rnumluft-Essenzen-'/ugabe. Ein kleiner Leitfaden über Grundla- genundAnwendungsmóghchkeiieii,Karlsruhe 1999.
1,1Cfr. Gerhard Schulze, Die Erlebnisgesellschaft. Kultursoziologie der Gegenwart, Frankfurt/ Nueva York 1993, capítulo 10 «Teoría de la escena», págs. 459-ss.
lv*Cfr. Walter Benjamín, Das Passagen-Werk, Gesammelte Schriften, volumen V’ 1, Frankfurt 1989, pág. 292.
l>sPara el concepto colector véase in/ra,capítulo 2, «Indoors. Arquitecturasdelaespuma», págs. 475-490.
1:4 Elias Canetti, «Hermann Broch. Discurso por su 50 cumpleaños», en: Elias Canetti, Das Geivissen der Worte, o. r. , pág. 22.
'"Ibid. ,pág. 18.
IV'Ibid. ,pág. 23.
157Ibid. , págs. 23-s.
|r’*Cfr. Paul Michael Lützeler, Hermann Broch. Eine Biographie, Frankfurt 1985, pág. 209; la
expresión «gaseamiento» se encuentra en una carta a Ernst Schónwiese del 3 de octubre de 1936. No es constatable si Broch tenía conocimiento del desarrollo de los nuevos gases de combate, extremamente tóxicos, Tabun (1934) y Sarin (1938), en un laboratorio de investi gación de la I. G. Farben. Toda una serie de autores coetáneos habían extraído, asimismo, oscuros pronósticos para el futuro de su recuerdo de la guerra de gas, así, por ejemplo, Erich Kástner en su poema «El último capítulo» de su libro de poemas Ein Mann gibt Auskunft, 1930: un día del año 2003 salen de Boston mil aviones con gas y bacilos a bordo y matan a toda la humanidad, que sólo de esa manera consigue alcanzar su meta de paz mundial; extraña mente concreto, Kástner fecha esa sátira del impulso de muerte el 13 de julio, la víspera del aniversario de la toma de la Bastilla; cfr. Erich Kástner, Kástnerfür Erwachsene, obras escogi das, volumen 1, Zúrich 1983, págs. 219-ss.
IWKarl Kraus, Briefe an Sidonie Nadhemy von Borutin 1913-1936, volumen primero, Munich 1974, pág. 167.
'""Karl Kraus, Die Eackel, reimpresión, Frankfurt 1977, cuaderno 261-2, 1908, pág. 1. Hermann Broch, Massenwahntheorie. Beitráge zu einer Psychologie der Politik, Frankfurt
1979, pág. 454.
"v‘ Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung, o. c. , pág. 100. EliasCanetti,MasseundMacht,FrankfurtyViena1988,pág. 97. [Masaypoder,ElAleph,
Barcelona 2000. ]
,MHermann Broch, Massenwahntheorie, o. r. , págs. 306-ss. "" Ibid. , pág. 334.
Broch había formulado así la lección: «La lucha va dirigida [. . . ] a la obsesión por la victoria como tal, y cuando se consigue llevarla a su meta, esta “victoria de la victoria” ya no es victoria alguna en el sentido tradicional [. . . ] casi se podría decir que el júbilo habitual (y tan sumamente humano) por la victoria tendría que ser sustituido en adelante por el duelo porlavictoria. . . »,ibid. ,pág. 344. Desdeunaperspectivasemejante,PaulValéryhabíaformu lado en 1927: «Europa está salpicada de arcos de triunfo erigidos al mismo tiempo, de cuya sumaresultacero»,CahiersII, París1974, pág. 1478. Porlodemás,lastesisdeBrochsobreel sonambulismo político, los estados de delirio de masas y el autoengaño organizado vienen
677
confirmadas indirectamente por la úldma ciencia norteamericana de la estrategia. Ésta ha producido una figura explicativa de propaganda, definida como una forma de «encauza- miento estatal de la opinión pública» e imprescindible para la hegemonía americana. Esta concepción hipersofística de la cyberwarse prueba a escala mundial, en un gran ensayo me diático, con ocasión de la segunda guerra de Irak en marzo de 2003. Cfr. John Arquilla/Da- vid Ronfeldt, TheEmergenceofNoopolitik. TowardsanAmericanInformationStrategy,Santa Móni- ca 1999.
167Cfr. CalvinTomkins,MarcelDuchamp. EineBiographie,Munich 1999,págs. 262-5. y436. 168Ibid. , pág. 474. El interlocutor es Calvin Tomkins.
169Para la inversión, condicionada también por esto, de energías inmunitarias en las con
diciones de habitabilidad, cfr. infra, capítulo 2, «Indoors», apartado A: « Donde vivimos, nos mo vemos y somos» y apartado B: « Construcción celular, egosferas, autocontainer».
l70Jakob von Uexküll, Umwelt und Innenweli der Tiere, Berlín 1909, segunda edición 1921. 171Cfr. Roberto Esposito, Immunitas. Protezione e negazione della vita, Turín 2002.
172Sobre la tendencia individualista: Norbert Bolz, Die Konformisten des Andersseins. Ende der
Kritik, Munich 1999; Tilman Habermas, Geliebte Objekte: Symbole und Instrumente der Identitatsbil- dung,Frankfurt1999; DetlefAx, «VerwundeteMánner»:zuvaterlosenKulturundmannUcherIden- titát in den westlichen Industriestaaten, Stuttgart 2000; sobre la tendencia colectivista: Alois Mos- ser (ed. ), «Gottes auserwáhlte Vólker»: Erwáhlungsvorstellungen und koUektive Selbsfendung in der Geschichte, Frankfurt/Berlín/Nueva York 2001; Carolin Emcke, KoUektive Identitaten: sozialphi- losophische Grundlagen, Frankfurt 2000; Nikolaus Busse, DieEntstehungvon kollektiven Identitaten: das Beispiel der ASEANStaaten, Baden-Baden 2000; Günther Schlee (ed. ), Imagined Differences: Hatred and the Construction ofIdentity, Münster/Hamburgo/NuevaYork 2002.
173Cfr. Gert Mattenklott, «Sondeos. El empalidecimiento de los caracteres», en: Blindgan- ger. Physiognomische Essays, Frankfurt 1986, págs. 7-40.
174Cfr. DonnaJ. Haraway, «The Biopolitics of Postmodem Bodies: Determinations of Self inImmuneSystemDiscourse»,en:Differences1,1, 1989.
m«Certe ignoratio futurorum utilior est quam scientia», De divinatione n, 23.
l76Botho Strauss, DieFehlerdesKopisten,Munich 1999, pág. 102.
17Cfr. Sven Spieker, «La cultura de archivo, o: “Donde había algo, tiene que haber ar
chivo ahora”. La vanguardia histórica en la era de las oficinas», en: Trajekte 5, año 3, septiem bre 2002, Newsletter des Zentrumsfur Literaturforschung, Berlín, págs. 23-28.
178Friedrich Nietzsche, Jenseits von Gut und Bóse, 230, Kritische Studienausgabe, volumen 5, Munich 1980, págs. 167-ss.
179Esta concepción viene prefigurada en Johann Gottfried Herder, que en su obra Auch einePhilosophiederGeschichtezurBildungderMenschheit(Frankfurt1967,pág. 45) haceobservar: «Envidio, anhelo, me apropio de todo lo que aún es homogéneo con mi naturaleza, de lo que puede ser asimilado en ella; además, la amable naturaleza me ha equipado con insensibilidad,
frialdad y ceguera; puede incluso convertirse en menosprecio y asco. . . ».
180Friedrich Nietzsche, Kritische Studienausgabe, volumen 1, Múnich 1980, págs. 875-ss. 181Cfr. La gaya ciencia, § 344: «Hasta qué punto somos aún piadosos». Una suavización de
esta idea de lo antitético de vida y conocimiento ofrece Helmuth Plessner en su teoría de la «posicionalidad excéntrica». Cfr. Joachim Fischer, «Androides - Seres humanos - Primates.
678
La antropología filosófica como sostén del humanismo», en: Humanismos in Geschichte und Ge- genwart, Richard Faber y Enno Rudolph eds. , Tubinga 2002, págs. 229-239. Al mismo tiempo que Nietzsche, Gabriel Tarde se refiere a la probabilidad de que el «culto individual a la ver dad desesperanzada sea sacrificada en aras de la necesidad social de una ilusión consolado ra, cómoda y común», cfr. Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung, o. c. , pág. 149.
m Ibid. , pág. 168.
18Cfr. Emst Benz, Theologie der Elektrizitát. Zur Begegnung und Auseinandersetzung von Theo- logie und Naturwissenschaft im 17. und 18. Jahrhundert, Maguncia/Wiesbaden 1971.
184Cfr. Die elektrifizierte Gesellschaft, catálogo de exposición del Badisches Landesmuseum de Karlsruhe, 1996.
185Sobre el modo y manera en que los descubrimientos de Pasteur contribuyeron a con formar el pensamiento solidario e higiénico-social del tardío siglo xix, cfr. Frangois Ewald, Der Vorsorgestaat, Frankfurt 1993, págs. 464-s.
186Cfr. Jacques Poulain, L 'age pragmatique ou Vexpérimentation totale, París 1991. Es, cierta mente, un azar significativo que el analítico más sagaz de la moderna cultura de la ciencia, Bruno Latour, tenga una catédra de «Sociología de la innovación» en la Ecole des Mines pa risina.
,87Boris Groys, «Propaganda del comunismo. 40 años después de la muerte de Stalin: Por qué ya entonces el arte sólo quería ser Lifestyle», en: Die Zeit, n. ° 10/2003, pág. 38.
18Cfr. Marshall McLuhan, «La palabra impresa. Arquitecto del nacionalismo», en: Die ma- gischen Kanále. Understanding Media, o. c. , págs. 186-ss. Así como el clásico: Karl Kraus, «Fin del mundo por magia negra» (Die Fackel, diciembre 1912), Frankfurt 1989, págs. 424-ss.
189Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung, o. c. , pág. 387.
190Cfr. Bruno Latour, «La historicidad de las cosas. ¿Dónde estaban los microbios de Pas teur? », en: Die Hoffnung der Pandora. Untersuchungen zur Wirklichkeit der Wissenschaft, Frankfurt 2000, págs. 175-ss.
191Cfr. Peter Fabian, Lehen im Treibhaus: unser Klimasystem - und was wir daraus machen, Berlín/Heidelberg 2002.
192Cfr. Bruno Latour, Das Parlament der Dinge, o. c. , págs. 82-ss.
195Cfr. Bruno Latour, «¿Tienen también los objetos una historia? Un encuentro de Pas teur y Whitehead en un baño de ácido láctico», en: Der Berliner Schlüssel. Erkundungen eines Liebhabers der Wissenschafien, Berlín 1996, págs. 87-112; para la expresión propositions cfr. Alfred N. Whitehead, Das Abenteuer der Ideen, Frankfurt 2000, págs. 426-s.
194Bruno Latour, Die Hoffnung der Pandora, o. c. , pág. 73.
195Ibid. , pág. 174.
,96Amold Gehlen, Urmensch und Spátkultur. Philosophische Ergebnisse und Aussagen, Bonn
1956, pág. 26. 197Ibid. , pág. 71.
198Cfr. Bruno Latour, Wir sind modem gewesen. Versuch einer symmetrischen Anthropologie, Frankfurt 1998.
'"Alfred North Whitehead, Prozess und Realitát. Entwurf einer Kosmologie, Frankfurt 1984, pág. 472.
20 Cfr. Ernst Tugendhat, Der Wahrheitsbegriffbei Husserl und Heidegger, Berlín 1967; este tra
679
bajo, que con respecto a Heidegger llega a un resultado negativo, ofrece un ejemplo expre sivo de cómo los rituales de la minuciosidad y solidez pueden valer para impedir la mejor comprensión por la peor. De modo más adecuado, Hermann Schmitz, desde una cercanía crítica a Husserl y Heidegger, ha reformulado la tesis demasiado compacta del «olvido del ser» en una discreta lista de «desaciertos» fundamentales del espíritu occidental; al hacerlo (al contrario que Husserl, que en su escrito «Krisis» nombró dos grandes desarrollos errados: el subjetivismo trascendental y el flsicalismo objetivista) llega a nombrar cuatro: el psicolo- gista-reduccionista, el dinámico, el irónico, el autista. Para cada uno de ellos esboza el autor una corrección terapéutico-cultural extraída del espíritu de la fenomenología renovada.
201 E l i a s C a n e t t i , D i e P r o v i n z d e r M e n s c h e n . A u f z e i c h n u n g e n 1 9 4 2 - 1 9 7 2 , F r a n k f u r t 1 9 7 6 , p á g . 7 7 .
202Cfr. Martin Heidegger, «Aletheia (Fragmento de Heráclito 16)», en: Vortráge und Aufsátze, Pfullingen 1985, págs. 249-ss.
^Quintus Horatius Flaccus, Carmina i, 22.
204En el poema citado se habla, ante todo, de la inmutabilidad del amor del poeta, que responde al encanto, independiente del clima, de la amada.
^Platón, Timeo,33a.
206Sobre los orígenes, desarrollo y catástrofe de lo envolvente cfr. Esferas i i , Globos, capí tulo 5: « Deus sive sphaera o: El Uno-Todo que estalla», págs. 403-502.
‘■"7Fedón, 61c2-69e5.
"**Briefe von und an Hegel, volumen i,J. Hoffmeister ed. , Hamburgo 1969, pág. 120. 209Cuyo flanco magnetopático-psicoanalítico se recuerda en Esferasi, Burbujas, capítulo 3:
«Seres humanos en el círculo mágico. Para una historia de ideas de lafasánación de la proximi dad», págs. 197-244. Una amplia descripción de la corriente en su totalidad ofrece Bertrand Méheust, Somnambulisme et médiumnité (1784-1930), tomo 1: Le défi du magnétisme animal, tomo 2: Le choc des Sciences psychiques, París 1999.
2,0Cfr. Wemer Weiss, EnttauscherPantheismus. Zur WeltgestaltungderDichtungin derRestau- rationszeit, Dombim 1962.
21Cfr. el importante análisis de Wolfgang Riedel, Homo natura. Literarische Anthropologie um 1900, Berlín/Nueva York 1996.
212Cfr. Karljoel, SeeleundWelt. VersucheinerorganischenAuffasungJena 1912.
213Cfr. Helmut Lethen, Verhaltenslehren derKáUe. Lebensversuche zwischen den Kriegen, Frank furt 1994.
2,4C. P. Snow, Die zwei ¡Culturen. Literarische und naturwissenschaftliche Intelligenz, Stuttgart 1967. El trabajo, informativo sobre la historia inglesa de las ideas del siglo xvm, de Sigmund Bonk, Abschied von der anima mundi. Die britische Philosophie im Vorfeld der Industriellen Revolu- tion, Friburgo/Múnich 1999, escoge un ámbito de análisis demasiado estrecho como para hacer visible la larga oposición entre mecanicismo y creencia en el alma del mundo. Por lo demás, la visión que se bosqueja de las dos culturas está acortada en una dimensión, porque la neo-gnosis moderna, como una cuasi-tercera cultura, rechazó tanto el mecanicismo como el pansiquismo para sacar al ser humano del contexto entero del mundo y ordenarlo hacia lo totalmente-otro. La tendencia culmina en la obra de Karl Barth, quien sólo mediante una unilateralización de la tradición pudo llegar a su teologíartotaliteraliter, no en úlümo término por su falta de consideración de las implicaciones cosmoteístas de las doctrinas del Espíritu
680
Santo; aunque no hay que ignorar que era inaceptable para la ortodoxia la equiparación in mediata del alma del mundo con la tercera persona de la Trinidad (recordar las acusaciones que se hicieron contra Giordano Bruno en su proceso); cfr. Henning Ziebritzki, Heiliger Geist und Welíseete. Das Problem der dritten Hypostase bei Origines, Piolín und ihren Vorlaufem, Tubinga 1994.
‘'Jakob von Uexküll, Kompositionslehre der Natur, o. c. , pág. 355.
'" Cfr. infra el capítulo «Tránsito. Ni contrato, ni organismo. Aproximación a las multiplici dades-espacio, que, lamentablemente, se llaman sociedades», págs. 202-ss.
¿,7Jacques Poulain comparte con Arnold Gehlen la inquietud por esa separación, cfr. Jac- ques Poulain, De l'homme. Eléments d'anthropobiologie du langage, París 2001.
Cfr. Arnold Gehlen, Urmensch und Spátkultur. Philosophische Ergebnisse und Aussagen, Bonn 1956, pág. 13.
‘"Cfr. Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung (1890), Frankfurt 2003. Ibid. , pág. 58.
21La «o» entre «madres» y «padres» recuerda que en la mayor parte de los primeros sis temas de líneas de ascendencia a los hijos sólo se les incluía familiarmente en una mitad de la alianza matrimonial, muy al contrario que en la lógica familiar sobreentendida hoy día, según la cual a todo hijo se le considera emparentado bilinealmente con ambas partes pro geni toras.
“ Sobre el carácter proto-institucional y altamente artificial de los sistemas de parentes co unilineales, cfr. Arnold Gehlen, Urmensch und Spátkultur. Philosophische Ergebnisse und Aus sagen, Bonn 1956, § 37 «Ordenes de lazos de sangre» y § 38 «Totemismo», págs. 217-230.
TaEtica nicomaquea, libro 9, 1170b 10.
•MCfr. Esferas II, Globos, capítulo 4: «El argumento ontológico de la esfera», págs. 309-368. “ ’ Cfr. Jean-Pierre Vernant, Die Entstehung des griechischen Denkens, Frankfurt 1982.
Leyes, libro 3, 678c.
" 7Cfr. Peter Sloterdijk, «Sufragio en favor de los animales. Fantasía sobre representación
animal», en: Herausforderung Tier.
120De todos modos, ya para la noche del incendio de Hamburgo se citan 41. 000 muertos. La cifra «oficial» de las víctimas de Dresde le parece intuitivamente a un testigo ocular como Gótz Bergander demasiado baja, aunque admite como historiador que faltan las pruebas pa ra cifras más elevadas, por muy plausibles que parezcan subjetivamente y dentro de la diná mica de la exageración.
121Si se añaden los enfermos por radiación que murieron hasta finales de 1945, o, mejor dicho, hasta el primer aniversario del lanzamiento de las bombas, se llega a 151. 000 para Hi roshima y 70. 000 para Nagasaki.
,22Durante la fiesta conmemorativa de la paz en Hiroshima, el 6 de agosto de 2001, se cifró el número total de víctimas, añadidos los muertos por secuelas posteriores (lo que pierde en plausibilidad tras más de medio siglo), en 221. 893, de las cuales aproximadamente 123. 000 eran hombres y 98. 500 mujeres.
123Andrew S. Grove, NurdieParanoidenüberleben:strategischeWendepunktevorzeitigerkennen, Frankfurt 1994.
124Ken Alibek/Stephen Handelman, Biohazard. The Chilling True Story of the Largest Ccrvert Biological Weapons Program in the World - Toldfrom the Inside by the Man Who Ran it, Nueva York 1999, págs. 25-28.
,25Cfr. Wemer Marx, «El “lugar” para la medida. La torsión del subjetivismo», en: Gibt esauf Erden ein Mass? Grundbestimmungen einer nichtmetaphysischen Ethik, Hamburgo 1983, págs. 63-85. 126Martin Heidegger, ZurErórterungderGelassenheit. AuseinemFeldweggespráchüberdasDen-
ken, 1944/1945, en: Gesammelte Werke 13, pág. 47.
127Hermann Schmitz, en su doctrina de las «situaciones inclusoras», enlazó con el conte
nido positivo del concepto «habitar»; cfr. Hermann Schmitz, Adolf Hitler in der Geschichte, o. c. 128Cfr. Jeane Manning/Nick Begich, Lócher im Himmel. Der geheime Ókokrieg mit dem Io-
nosphárenheizerHAARP, Frankfurt 1996.
675
129Ibid. , págs. 231-ss.
13. 1Cfr. Ian Gibson, SalvadorDalí. Die Biographie, Stuttgart 1998, pág. 378.
1. 1Salvador Dalí, Dalí, Rastatt 1988, págs. 229-s.
132Salvador Dalí, La Conquete de Vlrrationnel, 1935; alemán en: Salvador Dalí, Gesammelte
Schriften, Múnich 1974, págs. 268-279. [«La conquista de lo irracional», Obracompleta,volumen IV, Ensayos i,JuanJosé Lahuerta (ed. ), Destino, Barcelona 2005, págs. 403-419. ]
mMarshall McLuhan, DiemagischenKanále. UnderstandingMedia,DüsseldorfyViena 1968, pág. 139.
154André Bretón, Manifesté du surréalisme, París 1962, pág. 155. [Manifiestos del surrealismo, Visor Libros, Madrid 2002. ]
1,5Según una indicación de Gabriel Tarde, con ello tiene que ver también aquella «revo lución en la cabeza», que la mayoría de las veces se describe equivocadamente como ilustra ción: la costumbre de creer a pies juntillas a los predicadores y antepasados se sustituye por la costumbre de repetir lo que aportan innovadores contemporáneos. Cfr. Gabriel Tarde, Die GesetzederNachahmung(1890), o. c. ,pág. 270.
136Las fuentes filosóficas del concepto de inconsciente se exponen, sobre todo, en los tra bajosdeOdoMarquard, TranszendentalerIdealismos. RomantischeNaturphilosophie. Psychoanaly- se, Colonia 1987, y de Jean-Marie Vaysse, Vinconsáent des modemes. Essai sur Porigine métapkysi- quedelapsychanalyse,París 1999.
137Salvador Dalí, o. c. , pág. 290.
,38Citado por: AbsoluteMcLuhan, Martin Baltes y Rainer Hóltschl eds. , Friburgo 2002, pág. 164; cfr. también Marc Monmonier, AirApparent. HowMeteorologistsLeamedtoMap, Predictand Dramatize Weather, Chicago y Londres 1999.
139Cfr. Thomas E. Graedel/Paul J. Crutzen, Atmospháreim Wandel. DieempfindlicheLufthü- üeunseresPlaneten, Heidelberg/Berlín/Oxford 1996, págs. 3-5.
140Cfr. Günter Barudio, TránendesTeufels. EineWeltgeschichtedesErdóls,Stuttgart 2001.
141Cfr. Peter Sloterdijk/Hans-Jürgen Heinrichs, Die Sonne und der Tod, o. c. , págs. 320- 329.
,42RolfPeter Sieferle, DerunterirdischeWald. EnergiekriseundindustrielleRevolution,Múnich 1982.
l43SyIvieJoussaume, Klima. Gestera, heute, margen, Berlín/Heidelberg 1996, pág. 62.
14Cari Amery y Hermann Scheer, en su libro: Klimawechsel. VonderfossilenzursolarenKul- tur(Múnich 2001), discuten sobre los presupuestos técnicos y mentales del tránsito a una ci vilización energética post-fósil, aunque más sobre las resistencias tanto políticas como ide ológicas en contra.
145Cfr. EsferasII, Globos, excurso 2, « Merdocracia. De la inmunoparadoja de culturas seden tarias», págs. 297-308.
146Claudia Bólling/RolfHorst, Schirme. DerHimmelaufErden,Berlín 1995.
147Cfr. Erich Heck, IndoorAirQualityamArbeitsplatz. «SickBuildingSyndrom» und«Building RelatedIllness». Ein deutsch-amerikanischerRechtsvergleich, Baden-Baden 1994.
'“Luce Irigaray, VoublideVairchezMartinHeidegger,París 1983,pág. 147.
149C f r . A n j a S t ó h r , A i r - D e s i g n a i s E t f o l g s f a k t o r i m H a n d e l . M o d e l l g e s t ü t z t e E r f o l g s b e u r t e i l u n g u n d strategischeEmpfehlung,Wiesbaden 1998.
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'"'Cfr. Diotima von Kempski, Rnumluft-Essenzen-'/ugabe. Ein kleiner Leitfaden über Grundla- genundAnwendungsmóghchkeiieii,Karlsruhe 1999.
1,1Cfr. Gerhard Schulze, Die Erlebnisgesellschaft. Kultursoziologie der Gegenwart, Frankfurt/ Nueva York 1993, capítulo 10 «Teoría de la escena», págs. 459-ss.
lv*Cfr. Walter Benjamín, Das Passagen-Werk, Gesammelte Schriften, volumen V’ 1, Frankfurt 1989, pág. 292.
l>sPara el concepto colector véase in/ra,capítulo 2, «Indoors. Arquitecturasdelaespuma», págs. 475-490.
1:4 Elias Canetti, «Hermann Broch. Discurso por su 50 cumpleaños», en: Elias Canetti, Das Geivissen der Worte, o. r. , pág. 22.
'"Ibid. ,pág. 18.
IV'Ibid. ,pág. 23.
157Ibid. , págs. 23-s.
|r’*Cfr. Paul Michael Lützeler, Hermann Broch. Eine Biographie, Frankfurt 1985, pág. 209; la
expresión «gaseamiento» se encuentra en una carta a Ernst Schónwiese del 3 de octubre de 1936. No es constatable si Broch tenía conocimiento del desarrollo de los nuevos gases de combate, extremamente tóxicos, Tabun (1934) y Sarin (1938), en un laboratorio de investi gación de la I. G. Farben. Toda una serie de autores coetáneos habían extraído, asimismo, oscuros pronósticos para el futuro de su recuerdo de la guerra de gas, así, por ejemplo, Erich Kástner en su poema «El último capítulo» de su libro de poemas Ein Mann gibt Auskunft, 1930: un día del año 2003 salen de Boston mil aviones con gas y bacilos a bordo y matan a toda la humanidad, que sólo de esa manera consigue alcanzar su meta de paz mundial; extraña mente concreto, Kástner fecha esa sátira del impulso de muerte el 13 de julio, la víspera del aniversario de la toma de la Bastilla; cfr. Erich Kástner, Kástnerfür Erwachsene, obras escogi das, volumen 1, Zúrich 1983, págs. 219-ss.
IWKarl Kraus, Briefe an Sidonie Nadhemy von Borutin 1913-1936, volumen primero, Munich 1974, pág. 167.
'""Karl Kraus, Die Eackel, reimpresión, Frankfurt 1977, cuaderno 261-2, 1908, pág. 1. Hermann Broch, Massenwahntheorie. Beitráge zu einer Psychologie der Politik, Frankfurt
1979, pág. 454.
"v‘ Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung, o. c. , pág. 100. EliasCanetti,MasseundMacht,FrankfurtyViena1988,pág. 97. [Masaypoder,ElAleph,
Barcelona 2000. ]
,MHermann Broch, Massenwahntheorie, o. r. , págs. 306-ss. "" Ibid. , pág. 334.
Broch había formulado así la lección: «La lucha va dirigida [. . . ] a la obsesión por la victoria como tal, y cuando se consigue llevarla a su meta, esta “victoria de la victoria” ya no es victoria alguna en el sentido tradicional [. . . ] casi se podría decir que el júbilo habitual (y tan sumamente humano) por la victoria tendría que ser sustituido en adelante por el duelo porlavictoria. . . »,ibid. ,pág. 344. Desdeunaperspectivasemejante,PaulValéryhabíaformu lado en 1927: «Europa está salpicada de arcos de triunfo erigidos al mismo tiempo, de cuya sumaresultacero»,CahiersII, París1974, pág. 1478. Porlodemás,lastesisdeBrochsobreel sonambulismo político, los estados de delirio de masas y el autoengaño organizado vienen
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confirmadas indirectamente por la úldma ciencia norteamericana de la estrategia. Ésta ha producido una figura explicativa de propaganda, definida como una forma de «encauza- miento estatal de la opinión pública» e imprescindible para la hegemonía americana. Esta concepción hipersofística de la cyberwarse prueba a escala mundial, en un gran ensayo me diático, con ocasión de la segunda guerra de Irak en marzo de 2003. Cfr. John Arquilla/Da- vid Ronfeldt, TheEmergenceofNoopolitik. TowardsanAmericanInformationStrategy,Santa Móni- ca 1999.
167Cfr. CalvinTomkins,MarcelDuchamp. EineBiographie,Munich 1999,págs. 262-5. y436. 168Ibid. , pág. 474. El interlocutor es Calvin Tomkins.
169Para la inversión, condicionada también por esto, de energías inmunitarias en las con
diciones de habitabilidad, cfr. infra, capítulo 2, «Indoors», apartado A: « Donde vivimos, nos mo vemos y somos» y apartado B: « Construcción celular, egosferas, autocontainer».
l70Jakob von Uexküll, Umwelt und Innenweli der Tiere, Berlín 1909, segunda edición 1921. 171Cfr. Roberto Esposito, Immunitas. Protezione e negazione della vita, Turín 2002.
172Sobre la tendencia individualista: Norbert Bolz, Die Konformisten des Andersseins. Ende der
Kritik, Munich 1999; Tilman Habermas, Geliebte Objekte: Symbole und Instrumente der Identitatsbil- dung,Frankfurt1999; DetlefAx, «VerwundeteMánner»:zuvaterlosenKulturundmannUcherIden- titát in den westlichen Industriestaaten, Stuttgart 2000; sobre la tendencia colectivista: Alois Mos- ser (ed. ), «Gottes auserwáhlte Vólker»: Erwáhlungsvorstellungen und koUektive Selbsfendung in der Geschichte, Frankfurt/Berlín/Nueva York 2001; Carolin Emcke, KoUektive Identitaten: sozialphi- losophische Grundlagen, Frankfurt 2000; Nikolaus Busse, DieEntstehungvon kollektiven Identitaten: das Beispiel der ASEANStaaten, Baden-Baden 2000; Günther Schlee (ed. ), Imagined Differences: Hatred and the Construction ofIdentity, Münster/Hamburgo/NuevaYork 2002.
173Cfr. Gert Mattenklott, «Sondeos. El empalidecimiento de los caracteres», en: Blindgan- ger. Physiognomische Essays, Frankfurt 1986, págs. 7-40.
174Cfr. DonnaJ. Haraway, «The Biopolitics of Postmodem Bodies: Determinations of Self inImmuneSystemDiscourse»,en:Differences1,1, 1989.
m«Certe ignoratio futurorum utilior est quam scientia», De divinatione n, 23.
l76Botho Strauss, DieFehlerdesKopisten,Munich 1999, pág. 102.
17Cfr. Sven Spieker, «La cultura de archivo, o: “Donde había algo, tiene que haber ar
chivo ahora”. La vanguardia histórica en la era de las oficinas», en: Trajekte 5, año 3, septiem bre 2002, Newsletter des Zentrumsfur Literaturforschung, Berlín, págs. 23-28.
178Friedrich Nietzsche, Jenseits von Gut und Bóse, 230, Kritische Studienausgabe, volumen 5, Munich 1980, págs. 167-ss.
179Esta concepción viene prefigurada en Johann Gottfried Herder, que en su obra Auch einePhilosophiederGeschichtezurBildungderMenschheit(Frankfurt1967,pág. 45) haceobservar: «Envidio, anhelo, me apropio de todo lo que aún es homogéneo con mi naturaleza, de lo que puede ser asimilado en ella; además, la amable naturaleza me ha equipado con insensibilidad,
frialdad y ceguera; puede incluso convertirse en menosprecio y asco. . . ».
180Friedrich Nietzsche, Kritische Studienausgabe, volumen 1, Múnich 1980, págs. 875-ss. 181Cfr. La gaya ciencia, § 344: «Hasta qué punto somos aún piadosos». Una suavización de
esta idea de lo antitético de vida y conocimiento ofrece Helmuth Plessner en su teoría de la «posicionalidad excéntrica». Cfr. Joachim Fischer, «Androides - Seres humanos - Primates.
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La antropología filosófica como sostén del humanismo», en: Humanismos in Geschichte und Ge- genwart, Richard Faber y Enno Rudolph eds. , Tubinga 2002, págs. 229-239. Al mismo tiempo que Nietzsche, Gabriel Tarde se refiere a la probabilidad de que el «culto individual a la ver dad desesperanzada sea sacrificada en aras de la necesidad social de una ilusión consolado ra, cómoda y común», cfr. Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung, o. c. , pág. 149.
m Ibid. , pág. 168.
18Cfr. Emst Benz, Theologie der Elektrizitát. Zur Begegnung und Auseinandersetzung von Theo- logie und Naturwissenschaft im 17. und 18. Jahrhundert, Maguncia/Wiesbaden 1971.
184Cfr. Die elektrifizierte Gesellschaft, catálogo de exposición del Badisches Landesmuseum de Karlsruhe, 1996.
185Sobre el modo y manera en que los descubrimientos de Pasteur contribuyeron a con formar el pensamiento solidario e higiénico-social del tardío siglo xix, cfr. Frangois Ewald, Der Vorsorgestaat, Frankfurt 1993, págs. 464-s.
186Cfr. Jacques Poulain, L 'age pragmatique ou Vexpérimentation totale, París 1991. Es, cierta mente, un azar significativo que el analítico más sagaz de la moderna cultura de la ciencia, Bruno Latour, tenga una catédra de «Sociología de la innovación» en la Ecole des Mines pa risina.
,87Boris Groys, «Propaganda del comunismo. 40 años después de la muerte de Stalin: Por qué ya entonces el arte sólo quería ser Lifestyle», en: Die Zeit, n. ° 10/2003, pág. 38.
18Cfr. Marshall McLuhan, «La palabra impresa. Arquitecto del nacionalismo», en: Die ma- gischen Kanále. Understanding Media, o. c. , págs. 186-ss. Así como el clásico: Karl Kraus, «Fin del mundo por magia negra» (Die Fackel, diciembre 1912), Frankfurt 1989, págs. 424-ss.
189Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung, o. c. , pág. 387.
190Cfr. Bruno Latour, «La historicidad de las cosas. ¿Dónde estaban los microbios de Pas teur? », en: Die Hoffnung der Pandora. Untersuchungen zur Wirklichkeit der Wissenschaft, Frankfurt 2000, págs. 175-ss.
191Cfr. Peter Fabian, Lehen im Treibhaus: unser Klimasystem - und was wir daraus machen, Berlín/Heidelberg 2002.
192Cfr. Bruno Latour, Das Parlament der Dinge, o. c. , págs. 82-ss.
195Cfr. Bruno Latour, «¿Tienen también los objetos una historia? Un encuentro de Pas teur y Whitehead en un baño de ácido láctico», en: Der Berliner Schlüssel. Erkundungen eines Liebhabers der Wissenschafien, Berlín 1996, págs. 87-112; para la expresión propositions cfr. Alfred N. Whitehead, Das Abenteuer der Ideen, Frankfurt 2000, págs. 426-s.
194Bruno Latour, Die Hoffnung der Pandora, o. c. , pág. 73.
195Ibid. , pág. 174.
,96Amold Gehlen, Urmensch und Spátkultur. Philosophische Ergebnisse und Aussagen, Bonn
1956, pág. 26. 197Ibid. , pág. 71.
198Cfr. Bruno Latour, Wir sind modem gewesen. Versuch einer symmetrischen Anthropologie, Frankfurt 1998.
'"Alfred North Whitehead, Prozess und Realitát. Entwurf einer Kosmologie, Frankfurt 1984, pág. 472.
20 Cfr. Ernst Tugendhat, Der Wahrheitsbegriffbei Husserl und Heidegger, Berlín 1967; este tra
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bajo, que con respecto a Heidegger llega a un resultado negativo, ofrece un ejemplo expre sivo de cómo los rituales de la minuciosidad y solidez pueden valer para impedir la mejor comprensión por la peor. De modo más adecuado, Hermann Schmitz, desde una cercanía crítica a Husserl y Heidegger, ha reformulado la tesis demasiado compacta del «olvido del ser» en una discreta lista de «desaciertos» fundamentales del espíritu occidental; al hacerlo (al contrario que Husserl, que en su escrito «Krisis» nombró dos grandes desarrollos errados: el subjetivismo trascendental y el flsicalismo objetivista) llega a nombrar cuatro: el psicolo- gista-reduccionista, el dinámico, el irónico, el autista. Para cada uno de ellos esboza el autor una corrección terapéutico-cultural extraída del espíritu de la fenomenología renovada.
201 E l i a s C a n e t t i , D i e P r o v i n z d e r M e n s c h e n . A u f z e i c h n u n g e n 1 9 4 2 - 1 9 7 2 , F r a n k f u r t 1 9 7 6 , p á g . 7 7 .
202Cfr. Martin Heidegger, «Aletheia (Fragmento de Heráclito 16)», en: Vortráge und Aufsátze, Pfullingen 1985, págs. 249-ss.
^Quintus Horatius Flaccus, Carmina i, 22.
204En el poema citado se habla, ante todo, de la inmutabilidad del amor del poeta, que responde al encanto, independiente del clima, de la amada.
^Platón, Timeo,33a.
206Sobre los orígenes, desarrollo y catástrofe de lo envolvente cfr. Esferas i i , Globos, capí tulo 5: « Deus sive sphaera o: El Uno-Todo que estalla», págs. 403-502.
‘■"7Fedón, 61c2-69e5.
"**Briefe von und an Hegel, volumen i,J. Hoffmeister ed. , Hamburgo 1969, pág. 120. 209Cuyo flanco magnetopático-psicoanalítico se recuerda en Esferasi, Burbujas, capítulo 3:
«Seres humanos en el círculo mágico. Para una historia de ideas de lafasánación de la proximi dad», págs. 197-244. Una amplia descripción de la corriente en su totalidad ofrece Bertrand Méheust, Somnambulisme et médiumnité (1784-1930), tomo 1: Le défi du magnétisme animal, tomo 2: Le choc des Sciences psychiques, París 1999.
2,0Cfr. Wemer Weiss, EnttauscherPantheismus. Zur WeltgestaltungderDichtungin derRestau- rationszeit, Dombim 1962.
21Cfr. el importante análisis de Wolfgang Riedel, Homo natura. Literarische Anthropologie um 1900, Berlín/Nueva York 1996.
212Cfr. Karljoel, SeeleundWelt. VersucheinerorganischenAuffasungJena 1912.
213Cfr. Helmut Lethen, Verhaltenslehren derKáUe. Lebensversuche zwischen den Kriegen, Frank furt 1994.
2,4C. P. Snow, Die zwei ¡Culturen. Literarische und naturwissenschaftliche Intelligenz, Stuttgart 1967. El trabajo, informativo sobre la historia inglesa de las ideas del siglo xvm, de Sigmund Bonk, Abschied von der anima mundi. Die britische Philosophie im Vorfeld der Industriellen Revolu- tion, Friburgo/Múnich 1999, escoge un ámbito de análisis demasiado estrecho como para hacer visible la larga oposición entre mecanicismo y creencia en el alma del mundo. Por lo demás, la visión que se bosqueja de las dos culturas está acortada en una dimensión, porque la neo-gnosis moderna, como una cuasi-tercera cultura, rechazó tanto el mecanicismo como el pansiquismo para sacar al ser humano del contexto entero del mundo y ordenarlo hacia lo totalmente-otro. La tendencia culmina en la obra de Karl Barth, quien sólo mediante una unilateralización de la tradición pudo llegar a su teologíartotaliteraliter, no en úlümo término por su falta de consideración de las implicaciones cosmoteístas de las doctrinas del Espíritu
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Santo; aunque no hay que ignorar que era inaceptable para la ortodoxia la equiparación in mediata del alma del mundo con la tercera persona de la Trinidad (recordar las acusaciones que se hicieron contra Giordano Bruno en su proceso); cfr. Henning Ziebritzki, Heiliger Geist und Welíseete. Das Problem der dritten Hypostase bei Origines, Piolín und ihren Vorlaufem, Tubinga 1994.
‘'Jakob von Uexküll, Kompositionslehre der Natur, o. c. , pág. 355.
'" Cfr. infra el capítulo «Tránsito. Ni contrato, ni organismo. Aproximación a las multiplici dades-espacio, que, lamentablemente, se llaman sociedades», págs. 202-ss.
¿,7Jacques Poulain comparte con Arnold Gehlen la inquietud por esa separación, cfr. Jac- ques Poulain, De l'homme. Eléments d'anthropobiologie du langage, París 2001.
Cfr. Arnold Gehlen, Urmensch und Spátkultur. Philosophische Ergebnisse und Aussagen, Bonn 1956, pág. 13.
‘"Cfr. Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung (1890), Frankfurt 2003. Ibid. , pág. 58.
21La «o» entre «madres» y «padres» recuerda que en la mayor parte de los primeros sis temas de líneas de ascendencia a los hijos sólo se les incluía familiarmente en una mitad de la alianza matrimonial, muy al contrario que en la lógica familiar sobreentendida hoy día, según la cual a todo hijo se le considera emparentado bilinealmente con ambas partes pro geni toras.
“ Sobre el carácter proto-institucional y altamente artificial de los sistemas de parentes co unilineales, cfr. Arnold Gehlen, Urmensch und Spátkultur. Philosophische Ergebnisse und Aus sagen, Bonn 1956, § 37 «Ordenes de lazos de sangre» y § 38 «Totemismo», págs. 217-230.
TaEtica nicomaquea, libro 9, 1170b 10.
•MCfr. Esferas II, Globos, capítulo 4: «El argumento ontológico de la esfera», págs. 309-368. “ ’ Cfr. Jean-Pierre Vernant, Die Entstehung des griechischen Denkens, Frankfurt 1982.
Leyes, libro 3, 678c.
" 7Cfr. Peter Sloterdijk, «Sufragio en favor de los animales. Fantasía sobre representación
animal», en: Herausforderung Tier.