893, de las cuales
aproximadamente
123.
Sloterdijk - Esferas - v3
53.
**Cfr. al respecto la « Consideración intermedia: Compulsión luminosa e irrupción en el mundo articulado», en especial las referencias a la concepción de la articulación en Bruno Latour, págs. 169-ss.
"7Eric Alliez, en su libro DeTimpossibilitédelaphénoménologie. Surlaphilosophiefranqaisecon- temporaine, París 1995, lanza una mirada retrospectiva serena a la constelación fenomenológi- ca y a su disolución.
'"Véanse págs. 485-497.
mMonadología, 61: «Mais une Ame ne peut lire en elle-méme que ce qui y est représenté distinctement, car elle ne sauroit developper tout d ’un coup tous ses replis, car ils vont á l’in- fmi». Si el plegamiento de lo sabido implícita u oscuramente por el alma llega hasta el infi nito, no hay perspectiva alguna de llegar a un saber completamente explícito; éste está re servado a Dios, al intelecto humano le pertenece un progreso de conciencia de explicitud creciente, pero siempre insuficiente.
70Se pueden remontar los orígenes de la defensa moderna del primado de la percepción al menos hasta la crítica de Goethe de la cosmovisión científico-natural; cfr. Albrecht Schó- ne, Goethes Farbentheologie, Múnich 1987; Ursula Schuh, «Die Sinne trügen nicht»: Goethes Kritik der Wahmehmnung ais Antwort auf virtueüe Welten, Stuttgart/Berlín 2000.
71El concepto «Ge-stell» (engranaje, armazón, estructura de emplazamiento) de Heideg ger recoge algo de la anormalidad de los estados de cosas forzados a aparecer, que no apa recen por sí mismos. Manifiesta un sentido para lo monstruoso en lo recién-desocultado, por
671
consiguiente para la violación de lo oculto, que tiene que darse a conocer por la investiga ción y que, en cuanto cae en la coacción de la visibilidad, o sea, en la publicidad, significa al go completamente diferente que la presencia de una «cosa» natural en el entorno próximo o que el estar abierto de un paisaje habitual a miradas panorámicas amplias.
TMScaleup:Transferencia de modelos en la técnica de procedimientos, Weinheim 2000. 75Cfr. Peter Galison, ImageandLogic. AMaterialCultureofMicrophysics,Chicago 1997.
74La forma hasta ahora más fuerte de una teoría rotada, en ese sentido, la ofrece, a nues
tro entender, Heiner Mühlmann, DieNaturderKulturen. Entwurfeinerkulturgenetischen Theorie, Viena/Nueva York 1996.
75Hermann Broch, Frankfurt 1976, pág. 103.
76Al mencionar estos datos seguimos el relato de Dieter Martinetz, DerGas-Krieg1914-1918. Entwicklung, Einsatz und Hersteüung chemischer Kampfstoffe. Das Zusammenwirken von militárischer Führung, Wissenschaft undIndustrie, Bonn 1996; variantes de poca importancia en indicaciones del lugar así como en datos temporales y cuantitativos se encuentran en la monografía de Oli- vier Lepick, La grandeguerre chimique: 1914-1918, París 1998.
^JeanJules Henry Mordacq, Le árame de lYser, París 1933, citado por Rudolf Hanslian (ed. ), DerchemischeKrieg, tercera edición, Berlín 1935, págs. 123-ss.
TMCfr. Martinetz, o. c. , págs. 23-ss.
^Fritz Haber (1868-1934) fue también durante la guerra director de una ponencia dedi cada a «Asuntos de la lucha con gas» en el Ministerio de la Guerra. Por serjudío tuvo que abandonar Alemania en 1933, después de que todavía en el verano del mismo año parece que asesorara a la Dirección militar del Reich sobre la reintroducción de un arma de gas. Tras una estancia en Inglaterra, murió el 29 de enero de 1934 en Basilea cuando se encontraba de camino a Palestina. Algunos de sus allegados murieron en Auschwitz. En la ciencia militar se ha mantenido el recuerdo del llamado producto de letalidad haberiano, que resulta multi plicando la concentración tóxica por el tiempo de exposición (producto c x t). La concesión del Premio Nobel de Química en el año 1918 a Haber por su descubrimiento de la síntesis del amoníaco levantó fuertes protestas en Inglaterra y Francia, donde su nombre se asociaba, an te todo, a la organización de la guerra química.
80Citado por Martinetz, o. c. , pág. 24.
HICfr. infra, págs. 514-ss.
82«You take my life / When you do take the means whereby I live». El mercaderdeVenecia,
acto IV, escena 1.
8SCfr. Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Phánomenobgie des Geistes, Frankfurt 1970, págs.
431-ss. [Fenomenologíadelespíritu,FCE, Madrid 1981. ] Según Hegel, en el terror se realiza la «ri gidez discreta, absoluta, dura y la puntualidad obstinada de la autoconciencia real. . . Por eso, la única obra y actuación de la libertad universal es la muerte, y ciertamente una muerte que no tiene consumación ni alcance interior alguno; puesto que lo que se niega es el punto in consumado del sí-mismo absolutamente libre; es, pues, la muerte más fría, más trivial, sin más sentido que cortar una cabeza de col o beber un trago de agua» {íbid. , pág. 436).
MCfr. al anarquista alemán idealistaJohann Most, que inventó la idea de la carta-bomba; a s í c o m o : A l b e r t C a m u s , Vhomme révolté, P a r í s 1951, q u e a c e n t ú a l a d i f e r e n c i a e n t r e t e r r o r i n dividual y terrorismo estatal. [El hombrerebelde, Alianza Editorial, Madrid 2005. ]
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85Cfr. Joachin Fest, Hitler. Eine Biographie, Munich 2000, pág. 205. [Hitler, Planeta, Barce lona 2005. ]
“ Dado que ambos bandos eran conscientes de atentar contra el derecho de guerra, re nunciaron a formular protesta ante los gobiernos enemigos por la utilización de gases tóxi cos. El falso argumento de Haber, de que en el caso del cloro no se trataba de un gas tóxico sino sólo de un gas irritante, y que, por ello, no le competía la prohibición de la Convención de La Haya, se ha mantenido hasta en la más reciente apologética nacional-alemana.
87Cfr. JórgFriedrich, DasGesetzdesKrieges:dasdeutscheHeerinRussland1941-1945. DerPro- zessgegendasOberkommandoderWehrmacht,Munich 1993.
“ Este efecto fue anticipado por la utilización masiva de proyectiles altamente explosivos: cfr. Niall Ferguson, DerfalscheKrieg. DerErsteWeltkriegunddas20. Jahrhundert, Munich 2001, pág. 290: «La fuerza de las granadas tenía que suplir la falta de exactitud».
“ Explicaremos después cómo, desde nuestro punto de vista, la teoría del delirio de ma sas de Hermann Broch fue la segunda ciencia nueva del siglo; cfr. infra, págs. 145-ss.
“ Sobre la génesis de una nefología (o, por hablar con Thomas Mann, de una teoría de las «movilidades superiores») más despejada a comienzos del siglo xix informa la monografía de Richard Hamblyn DieErfindungderWolken. WieeinunbekannterMeteorologedieSprachedes Himmels erforschte, Frankfurt 2001. Las derivaciones más importantes desde el punto de vista de las ciencias humanas del fenómeno de la propaganda bélica y de su superación en la co municación de masas intoxicante se encuentran en la teoría del delirio de masas o de la psi cosis colectiva de Hermann Broch, véase infra, págs. 145-ss.
91Cfr. Martinetz, o. c. , pág. 93.
‘"Llamado así por Fritz Haber a causa de los científicos responsables, el Dr. Lommel (Ba- yer, Leverkusen) y el profesor Steinkopf (colaborador de Haber en el Instituto Kaiser-Wil- helm para Química física y Electroquímica de Dahlem, durante la guerra: «Instituto Militar Prusiano»). Ese gas de combate fue llamado también mustardgas (gas mostaza) a causa de su olor, o material de los hunos, por su efecto devastador, o bien yperita [o iperita], por su pri mer lugar de utilización [Ypres o Ieper].
“ Sobre la no utilización del arma-gas en la Segunda Guerra Mundial cfr. Günther Ge- llermann, DerKrieg, dernichtstattfand. Móglichkeiten, UberlegungenundEntscheidungenderdeuts- chenOberstenFührungzurVerwendungchemischerKampstoffeimZweitenWeltkrieg,Coblenza 1986.
“ Cfr. Martinetz, o. c. , pág. 70.
“ Para la expresión sombra-estrés cfr. Heiner Mühlmann, DieNaturderKulturen, o. c.
“ N o carece en absoluto de sentido, por el contrario, la toma de medidas de naturaleza
policial y, en caso necesario, militar contra grupos definidos, adscritos a la utilización de la violencia contra instituciones, personas y símbolos.
“ Tampoco del lado alemán fue un estreno absoluto en la guerra de gas el ataque con gas de cloro de Ieper; ya en enero de 1915 se había probado en el frente oriental la granada de gas, llamada T 12, y utilizado en marzo en el frente occidental, cerca de Nieuport.
98El exterminismo representa una simplificación del sadismo descrito clásicamente por Sartre; en él, lo que importa no es ya apropiarse de la libertad del otro, sino liberar el propio medio ambiente de la libertad del otro.
“ Intoxicación, tanto en sentido literal como figurado. El 4 de agosto de 2002, el teledia
673
rio de la noche de la ARD mostró una entrevista con una mujerjoven en la playa de Tel Aviv, que, ante el atentado suicida de un palestino en un autobús israelí, preguntaba: «¿Tenemos que dejar de respirar? ».
"H‘Citado según:Jürgen Kalthoff/Martin Wemer, DieHándlerdesZyklonB. Tesch& Stabe- now. EineFirmengeschichtezwischenHamburgundAuschwitz, Hamburgo 1998, pág. 24.
101Ibid. , pág. 25.
102Considerando que un añadido así hubiera sido contraproducente para los fines de la exterminación humana, a los departamentos de higiene de Auschwitz, Oranienburg y otros campos de concentración se les suministró una variante de ciclón B, sin ese componente de advertencia.
,0,Cfr. Kalthoff/Wemer, o. c. ,págs. 56-ss. y241.
UHIbid. , págs. 45-102.
105Ibid. ,pág. 109.
106El gas de guerra Sarin (T 144) fue sintetizado en 1938 en el departamento de investi
gación de la I. G. Farben, dirigido por el Dr. Gerhard Schrader. Su toxicidad es más de trein ta veces superior a la del ácido cianhídrico; con suficiente tiempo de exposición un gramo de Sarin bastaría para matar hasta a mil seres humanos.
107Cfr. Haruki Murakami, Underground. TheTokyoGasAttack& theJapanesePsyche,Londres 2001. El escritorJosef Haslinger ha proporcionado una variante austroterrorista de estos su cesos: en su novela policíaca OpembaU,Frankfurt 1995,juega con la idea de que un edificio de las medidas de la Ópera de Viena pudiera ser ocasionalmente transformado en una gran cámara de gas por un grupo de criminales.
108Elias Canetti, DasGewtssenderWorte. Essays,Frankfurt 1981, pág. 23.
109Cfr. Gotz Aly, «Endlosung»: Vólkerverschiebungen und der Mord an den europáischenJuden, Frankfurt 1995, pág. 374. Sólo recientemente se han analizado frases-hate-speech de ese tipo de manera lingüística y filosófico-moralmente adecuada. Cfr. Judith Buder, Hass spricht. Zur Po- litik desPerformativen, Berlín 1998.
1,0Cfr. Wim Klever (ed. ), Die Schwere der Luft in der Diskusion des 17. Jahrhunderts, Wiesba- den 1997; StevenShapin/SimonSchaffer, LeviathanandtheAirPump. Hobbes,BoyleandtheEx perimentalLife,Princeton1985; laMacrobiótica,1796,deChristophWilhelmHufelandyasere fiere a la conexión entre calidad de aire y esperanza de vida.
IUJ. G. Herder, Schriften. EineAuswahlausdemGesamtwerk,Walter Flemmer ed. , Múnich 1960, págs. 78-79, cursiva nuestra.
12Cfr. en este volumen, en el capítulo 3: «Impulso hacia arriba y mimo. Para una critica del humor puro», el apartado 2: «La ficción del ser-de-carencias», págs. 529-538.
nsCfr. Friedrich Nietzsche, Briefe, Sámtliche Briefe, Kritische Studienausgabe, volumen 6, Mú nich 1986, pág. 140. A Franz Overbeck, 14 de noviembre de 1881: «[. . . ] pero esa meteorología médica. . . es desgraciadamente una ciencia que está todavía en su infancia y, por lo que a mí me importa, sólo una docena de interrogantes más. Quizá se sepa más ahora; yo tendría que haber estado en la exposición de la electricidad en París, en parte para aprender las últimas novedades, en parte como objeto de la exposición: pues como olfateador de cambios eléc tricos y como profeta del tiempo, según se dice, compito con los monos y soy probablemen te una “especialidad”».
674
1,4Cfr. Rudibert Kunz/Rolf-Dieter Müller, Giftgas gegen Abd el Krim. Deutschland, Spanien undderGaskrieginSpanisch-Marokko1922-1927,Friburgo 1990; en este libro se encuentran de talles pormenorizados sobre la participación de químicos de guerra y firmas alemanes en la primera guerra aeroquímica, en la que guerreros a caballo procedentes de la población mon tañesa de las cabilas del Rif fueron abatidos mediante bombas de ácido cianhídrico y de ga solina.
1,5Ya en 1950 Cari Schmitt hablaba del «puro carácter destructivo de la guerra aérea mo derna», en: Der Nomos der Erde im Vólkerrecht desJus Publicum Europeum, Berlín 1988, pág. 298. 16Un indicio, entre muchos, de esto es la utilización de medios bélicos manifiestamente terroristas como el napalm por la US Air Forcé en la guerra de Vietnam, así como el lanza
miento de la temida bomba rompedora de pulmones, la Blue 82 Commando Vault, alias Daisy Cutter(una bomba de nitrato de amoníaco de 5,7 toneladas), sobre la infantería iraquí y los guerreros afganos.
,17Cfr. Jórg Friedrich, Der Brand. Deutschland im Bombenkrieg 1940-1945, Múnich 2002. llHJórg Friedrich, o. c. , pág. 358.
1,9Para un detallado relato posterior de lo acontecido entre el 13 y el 15 de febrero de 1945
cff. GótzBergander, DresdenimLuftkrieg. Vorgeschichte,ZerstorungFolgen,Weimar/ColoniaAlie na 1994,especialmente págs. 112-231;asícomojórg Friedrich, o. c. ,págs. 358-ss.
120De todos modos, ya para la noche del incendio de Hamburgo se citan 41. 000 muertos. La cifra «oficial» de las víctimas de Dresde le parece intuitivamente a un testigo ocular como Gótz Bergander demasiado baja, aunque admite como historiador que faltan las pruebas pa ra cifras más elevadas, por muy plausibles que parezcan subjetivamente y dentro de la diná mica de la exageración.
121Si se añaden los enfermos por radiación que murieron hasta finales de 1945, o, mejor dicho, hasta el primer aniversario del lanzamiento de las bombas, se llega a 151. 000 para Hi roshima y 70. 000 para Nagasaki.
,22Durante la fiesta conmemorativa de la paz en Hiroshima, el 6 de agosto de 2001, se cifró el número total de víctimas, añadidos los muertos por secuelas posteriores (lo que pierde en plausibilidad tras más de medio siglo), en 221.
893, de las cuales aproximadamente 123. 000 eran hombres y 98. 500 mujeres.
123Andrew S. Grove, NurdieParanoidenüberleben:strategischeWendepunktevorzeitigerkennen, Frankfurt 1994.
124Ken Alibek/Stephen Handelman, Biohazard. The Chilling True Story of the Largest Ccrvert Biological Weapons Program in the World - Toldfrom the Inside by the Man Who Ran it, Nueva York 1999, págs. 25-28.
,25Cfr. Wemer Marx, «El “lugar” para la medida. La torsión del subjetivismo», en: Gibt esauf Erden ein Mass? Grundbestimmungen einer nichtmetaphysischen Ethik, Hamburgo 1983, págs. 63-85. 126Martin Heidegger, ZurErórterungderGelassenheit. AuseinemFeldweggespráchüberdasDen-
ken, 1944/1945, en: Gesammelte Werke 13, pág. 47.
127Hermann Schmitz, en su doctrina de las «situaciones inclusoras», enlazó con el conte
nido positivo del concepto «habitar»; cfr. Hermann Schmitz, Adolf Hitler in der Geschichte, o. c. 128Cfr. Jeane Manning/Nick Begich, Lócher im Himmel. Der geheime Ókokrieg mit dem Io-
nosphárenheizerHAARP, Frankfurt 1996.
675
129Ibid. , págs. 231-ss.
13. 1Cfr. Ian Gibson, SalvadorDalí. Die Biographie, Stuttgart 1998, pág. 378.
1. 1Salvador Dalí, Dalí, Rastatt 1988, págs. 229-s.
132Salvador Dalí, La Conquete de Vlrrationnel, 1935; alemán en: Salvador Dalí, Gesammelte
Schriften, Múnich 1974, págs. 268-279. [«La conquista de lo irracional», Obracompleta,volumen IV, Ensayos i,JuanJosé Lahuerta (ed. ), Destino, Barcelona 2005, págs. 403-419. ]
mMarshall McLuhan, DiemagischenKanále. UnderstandingMedia,DüsseldorfyViena 1968, pág. 139.
154André Bretón, Manifesté du surréalisme, París 1962, pág. 155. [Manifiestos del surrealismo, Visor Libros, Madrid 2002. ]
1,5Según una indicación de Gabriel Tarde, con ello tiene que ver también aquella «revo lución en la cabeza», que la mayoría de las veces se describe equivocadamente como ilustra ción: la costumbre de creer a pies juntillas a los predicadores y antepasados se sustituye por la costumbre de repetir lo que aportan innovadores contemporáneos. Cfr. Gabriel Tarde, Die GesetzederNachahmung(1890), o. c. ,pág. 270.
136Las fuentes filosóficas del concepto de inconsciente se exponen, sobre todo, en los tra bajosdeOdoMarquard, TranszendentalerIdealismos. RomantischeNaturphilosophie. Psychoanaly- se, Colonia 1987, y de Jean-Marie Vaysse, Vinconsáent des modemes. Essai sur Porigine métapkysi- quedelapsychanalyse,París 1999.
137Salvador Dalí, o. c. , pág. 290.
,38Citado por: AbsoluteMcLuhan, Martin Baltes y Rainer Hóltschl eds. , Friburgo 2002, pág. 164; cfr. también Marc Monmonier, AirApparent. HowMeteorologistsLeamedtoMap, Predictand Dramatize Weather, Chicago y Londres 1999.
139Cfr. Thomas E. Graedel/Paul J. Crutzen, Atmospháreim Wandel. DieempfindlicheLufthü- üeunseresPlaneten, Heidelberg/Berlín/Oxford 1996, págs. 3-5.
140Cfr. Günter Barudio, TránendesTeufels. EineWeltgeschichtedesErdóls,Stuttgart 2001.
141Cfr. Peter Sloterdijk/Hans-Jürgen Heinrichs, Die Sonne und der Tod, o. c. , págs. 320- 329.
,42RolfPeter Sieferle, DerunterirdischeWald. EnergiekriseundindustrielleRevolution,Múnich 1982.
l43SyIvieJoussaume, Klima. Gestera, heute, margen, Berlín/Heidelberg 1996, pág. 62.
14Cari Amery y Hermann Scheer, en su libro: Klimawechsel. VonderfossilenzursolarenKul- tur(Múnich 2001), discuten sobre los presupuestos técnicos y mentales del tránsito a una ci vilización energética post-fósil, aunque más sobre las resistencias tanto políticas como ide ológicas en contra.
145Cfr. EsferasII, Globos, excurso 2, « Merdocracia. De la inmunoparadoja de culturas seden tarias», págs. 297-308.
146Claudia Bólling/RolfHorst, Schirme. DerHimmelaufErden,Berlín 1995.
147Cfr. Erich Heck, IndoorAirQualityamArbeitsplatz. «SickBuildingSyndrom» und«Building RelatedIllness». Ein deutsch-amerikanischerRechtsvergleich, Baden-Baden 1994.
'“Luce Irigaray, VoublideVairchezMartinHeidegger,París 1983,pág. 147.
149C f r . A n j a S t ó h r , A i r - D e s i g n a i s E t f o l g s f a k t o r i m H a n d e l . M o d e l l g e s t ü t z t e E r f o l g s b e u r t e i l u n g u n d strategischeEmpfehlung,Wiesbaden 1998.
676
'"'Cfr. Diotima von Kempski, Rnumluft-Essenzen-'/ugabe. Ein kleiner Leitfaden über Grundla- genundAnwendungsmóghchkeiieii,Karlsruhe 1999.
1,1Cfr. Gerhard Schulze, Die Erlebnisgesellschaft. Kultursoziologie der Gegenwart, Frankfurt/ Nueva York 1993, capítulo 10 «Teoría de la escena», págs. 459-ss.
lv*Cfr. Walter Benjamín, Das Passagen-Werk, Gesammelte Schriften, volumen V’ 1, Frankfurt 1989, pág. 292.
l>sPara el concepto colector véase in/ra,capítulo 2, «Indoors. Arquitecturasdelaespuma», págs. 475-490.
1:4 Elias Canetti, «Hermann Broch. Discurso por su 50 cumpleaños», en: Elias Canetti, Das Geivissen der Worte, o. r. , pág. 22.
'"Ibid. ,pág. 18.
IV'Ibid. ,pág. 23.
157Ibid. , págs. 23-s.
|r’*Cfr. Paul Michael Lützeler, Hermann Broch. Eine Biographie, Frankfurt 1985, pág. 209; la
expresión «gaseamiento» se encuentra en una carta a Ernst Schónwiese del 3 de octubre de 1936. No es constatable si Broch tenía conocimiento del desarrollo de los nuevos gases de combate, extremamente tóxicos, Tabun (1934) y Sarin (1938), en un laboratorio de investi gación de la I. G. Farben. Toda una serie de autores coetáneos habían extraído, asimismo, oscuros pronósticos para el futuro de su recuerdo de la guerra de gas, así, por ejemplo, Erich Kástner en su poema «El último capítulo» de su libro de poemas Ein Mann gibt Auskunft, 1930: un día del año 2003 salen de Boston mil aviones con gas y bacilos a bordo y matan a toda la humanidad, que sólo de esa manera consigue alcanzar su meta de paz mundial; extraña mente concreto, Kástner fecha esa sátira del impulso de muerte el 13 de julio, la víspera del aniversario de la toma de la Bastilla; cfr. Erich Kástner, Kástnerfür Erwachsene, obras escogi das, volumen 1, Zúrich 1983, págs. 219-ss.
IWKarl Kraus, Briefe an Sidonie Nadhemy von Borutin 1913-1936, volumen primero, Munich 1974, pág. 167.
'""Karl Kraus, Die Eackel, reimpresión, Frankfurt 1977, cuaderno 261-2, 1908, pág. 1. Hermann Broch, Massenwahntheorie. Beitráge zu einer Psychologie der Politik, Frankfurt
1979, pág. 454.
"v‘ Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung, o. c. , pág. 100. EliasCanetti,MasseundMacht,FrankfurtyViena1988,pág. 97. [Masaypoder,ElAleph,
Barcelona 2000. ]
,MHermann Broch, Massenwahntheorie, o. r. , págs. 306-ss. "" Ibid. , pág. 334.
Broch había formulado así la lección: «La lucha va dirigida [. . . ] a la obsesión por la victoria como tal, y cuando se consigue llevarla a su meta, esta “victoria de la victoria” ya no es victoria alguna en el sentido tradicional [. . . ] casi se podría decir que el júbilo habitual (y tan sumamente humano) por la victoria tendría que ser sustituido en adelante por el duelo porlavictoria. . . »,ibid. ,pág. 344. Desdeunaperspectivasemejante,PaulValéryhabíaformu lado en 1927: «Europa está salpicada de arcos de triunfo erigidos al mismo tiempo, de cuya sumaresultacero»,CahiersII, París1974, pág. 1478. Porlodemás,lastesisdeBrochsobreel sonambulismo político, los estados de delirio de masas y el autoengaño organizado vienen
677
confirmadas indirectamente por la úldma ciencia norteamericana de la estrategia. Ésta ha producido una figura explicativa de propaganda, definida como una forma de «encauza- miento estatal de la opinión pública» e imprescindible para la hegemonía americana. Esta concepción hipersofística de la cyberwarse prueba a escala mundial, en un gran ensayo me diático, con ocasión de la segunda guerra de Irak en marzo de 2003. Cfr. John Arquilla/Da- vid Ronfeldt, TheEmergenceofNoopolitik. TowardsanAmericanInformationStrategy,Santa Móni- ca 1999.
167Cfr. CalvinTomkins,MarcelDuchamp. EineBiographie,Munich 1999,págs. 262-5. y436. 168Ibid. , pág. 474. El interlocutor es Calvin Tomkins.
169Para la inversión, condicionada también por esto, de energías inmunitarias en las con
diciones de habitabilidad, cfr. infra, capítulo 2, «Indoors», apartado A: « Donde vivimos, nos mo vemos y somos» y apartado B: « Construcción celular, egosferas, autocontainer».
l70Jakob von Uexküll, Umwelt und Innenweli der Tiere, Berlín 1909, segunda edición 1921. 171Cfr. Roberto Esposito, Immunitas. Protezione e negazione della vita, Turín 2002.
172Sobre la tendencia individualista: Norbert Bolz, Die Konformisten des Andersseins. Ende der
Kritik, Munich 1999; Tilman Habermas, Geliebte Objekte: Symbole und Instrumente der Identitatsbil- dung,Frankfurt1999; DetlefAx, «VerwundeteMánner»:zuvaterlosenKulturundmannUcherIden- titát in den westlichen Industriestaaten, Stuttgart 2000; sobre la tendencia colectivista: Alois Mos- ser (ed. ), «Gottes auserwáhlte Vólker»: Erwáhlungsvorstellungen und koUektive Selbsfendung in der Geschichte, Frankfurt/Berlín/Nueva York 2001; Carolin Emcke, KoUektive Identitaten: sozialphi- losophische Grundlagen, Frankfurt 2000; Nikolaus Busse, DieEntstehungvon kollektiven Identitaten: das Beispiel der ASEANStaaten, Baden-Baden 2000; Günther Schlee (ed. ), Imagined Differences: Hatred and the Construction ofIdentity, Münster/Hamburgo/NuevaYork 2002.
173Cfr. Gert Mattenklott, «Sondeos. El empalidecimiento de los caracteres», en: Blindgan- ger. Physiognomische Essays, Frankfurt 1986, págs. 7-40.
**Cfr. al respecto la « Consideración intermedia: Compulsión luminosa e irrupción en el mundo articulado», en especial las referencias a la concepción de la articulación en Bruno Latour, págs. 169-ss.
"7Eric Alliez, en su libro DeTimpossibilitédelaphénoménologie. Surlaphilosophiefranqaisecon- temporaine, París 1995, lanza una mirada retrospectiva serena a la constelación fenomenológi- ca y a su disolución.
'"Véanse págs. 485-497.
mMonadología, 61: «Mais une Ame ne peut lire en elle-méme que ce qui y est représenté distinctement, car elle ne sauroit developper tout d ’un coup tous ses replis, car ils vont á l’in- fmi». Si el plegamiento de lo sabido implícita u oscuramente por el alma llega hasta el infi nito, no hay perspectiva alguna de llegar a un saber completamente explícito; éste está re servado a Dios, al intelecto humano le pertenece un progreso de conciencia de explicitud creciente, pero siempre insuficiente.
70Se pueden remontar los orígenes de la defensa moderna del primado de la percepción al menos hasta la crítica de Goethe de la cosmovisión científico-natural; cfr. Albrecht Schó- ne, Goethes Farbentheologie, Múnich 1987; Ursula Schuh, «Die Sinne trügen nicht»: Goethes Kritik der Wahmehmnung ais Antwort auf virtueüe Welten, Stuttgart/Berlín 2000.
71El concepto «Ge-stell» (engranaje, armazón, estructura de emplazamiento) de Heideg ger recoge algo de la anormalidad de los estados de cosas forzados a aparecer, que no apa recen por sí mismos. Manifiesta un sentido para lo monstruoso en lo recién-desocultado, por
671
consiguiente para la violación de lo oculto, que tiene que darse a conocer por la investiga ción y que, en cuanto cae en la coacción de la visibilidad, o sea, en la publicidad, significa al go completamente diferente que la presencia de una «cosa» natural en el entorno próximo o que el estar abierto de un paisaje habitual a miradas panorámicas amplias.
TMScaleup:Transferencia de modelos en la técnica de procedimientos, Weinheim 2000. 75Cfr. Peter Galison, ImageandLogic. AMaterialCultureofMicrophysics,Chicago 1997.
74La forma hasta ahora más fuerte de una teoría rotada, en ese sentido, la ofrece, a nues
tro entender, Heiner Mühlmann, DieNaturderKulturen. Entwurfeinerkulturgenetischen Theorie, Viena/Nueva York 1996.
75Hermann Broch, Frankfurt 1976, pág. 103.
76Al mencionar estos datos seguimos el relato de Dieter Martinetz, DerGas-Krieg1914-1918. Entwicklung, Einsatz und Hersteüung chemischer Kampfstoffe. Das Zusammenwirken von militárischer Führung, Wissenschaft undIndustrie, Bonn 1996; variantes de poca importancia en indicaciones del lugar así como en datos temporales y cuantitativos se encuentran en la monografía de Oli- vier Lepick, La grandeguerre chimique: 1914-1918, París 1998.
^JeanJules Henry Mordacq, Le árame de lYser, París 1933, citado por Rudolf Hanslian (ed. ), DerchemischeKrieg, tercera edición, Berlín 1935, págs. 123-ss.
TMCfr. Martinetz, o. c. , págs. 23-ss.
^Fritz Haber (1868-1934) fue también durante la guerra director de una ponencia dedi cada a «Asuntos de la lucha con gas» en el Ministerio de la Guerra. Por serjudío tuvo que abandonar Alemania en 1933, después de que todavía en el verano del mismo año parece que asesorara a la Dirección militar del Reich sobre la reintroducción de un arma de gas. Tras una estancia en Inglaterra, murió el 29 de enero de 1934 en Basilea cuando se encontraba de camino a Palestina. Algunos de sus allegados murieron en Auschwitz. En la ciencia militar se ha mantenido el recuerdo del llamado producto de letalidad haberiano, que resulta multi plicando la concentración tóxica por el tiempo de exposición (producto c x t). La concesión del Premio Nobel de Química en el año 1918 a Haber por su descubrimiento de la síntesis del amoníaco levantó fuertes protestas en Inglaterra y Francia, donde su nombre se asociaba, an te todo, a la organización de la guerra química.
80Citado por Martinetz, o. c. , pág. 24.
HICfr. infra, págs. 514-ss.
82«You take my life / When you do take the means whereby I live». El mercaderdeVenecia,
acto IV, escena 1.
8SCfr. Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Phánomenobgie des Geistes, Frankfurt 1970, págs.
431-ss. [Fenomenologíadelespíritu,FCE, Madrid 1981. ] Según Hegel, en el terror se realiza la «ri gidez discreta, absoluta, dura y la puntualidad obstinada de la autoconciencia real. . . Por eso, la única obra y actuación de la libertad universal es la muerte, y ciertamente una muerte que no tiene consumación ni alcance interior alguno; puesto que lo que se niega es el punto in consumado del sí-mismo absolutamente libre; es, pues, la muerte más fría, más trivial, sin más sentido que cortar una cabeza de col o beber un trago de agua» {íbid. , pág. 436).
MCfr. al anarquista alemán idealistaJohann Most, que inventó la idea de la carta-bomba; a s í c o m o : A l b e r t C a m u s , Vhomme révolté, P a r í s 1951, q u e a c e n t ú a l a d i f e r e n c i a e n t r e t e r r o r i n dividual y terrorismo estatal. [El hombrerebelde, Alianza Editorial, Madrid 2005. ]
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85Cfr. Joachin Fest, Hitler. Eine Biographie, Munich 2000, pág. 205. [Hitler, Planeta, Barce lona 2005. ]
“ Dado que ambos bandos eran conscientes de atentar contra el derecho de guerra, re nunciaron a formular protesta ante los gobiernos enemigos por la utilización de gases tóxi cos. El falso argumento de Haber, de que en el caso del cloro no se trataba de un gas tóxico sino sólo de un gas irritante, y que, por ello, no le competía la prohibición de la Convención de La Haya, se ha mantenido hasta en la más reciente apologética nacional-alemana.
87Cfr. JórgFriedrich, DasGesetzdesKrieges:dasdeutscheHeerinRussland1941-1945. DerPro- zessgegendasOberkommandoderWehrmacht,Munich 1993.
“ Este efecto fue anticipado por la utilización masiva de proyectiles altamente explosivos: cfr. Niall Ferguson, DerfalscheKrieg. DerErsteWeltkriegunddas20. Jahrhundert, Munich 2001, pág. 290: «La fuerza de las granadas tenía que suplir la falta de exactitud».
“ Explicaremos después cómo, desde nuestro punto de vista, la teoría del delirio de ma sas de Hermann Broch fue la segunda ciencia nueva del siglo; cfr. infra, págs. 145-ss.
“ Sobre la génesis de una nefología (o, por hablar con Thomas Mann, de una teoría de las «movilidades superiores») más despejada a comienzos del siglo xix informa la monografía de Richard Hamblyn DieErfindungderWolken. WieeinunbekannterMeteorologedieSprachedes Himmels erforschte, Frankfurt 2001. Las derivaciones más importantes desde el punto de vista de las ciencias humanas del fenómeno de la propaganda bélica y de su superación en la co municación de masas intoxicante se encuentran en la teoría del delirio de masas o de la psi cosis colectiva de Hermann Broch, véase infra, págs. 145-ss.
91Cfr. Martinetz, o. c. , pág. 93.
‘"Llamado así por Fritz Haber a causa de los científicos responsables, el Dr. Lommel (Ba- yer, Leverkusen) y el profesor Steinkopf (colaborador de Haber en el Instituto Kaiser-Wil- helm para Química física y Electroquímica de Dahlem, durante la guerra: «Instituto Militar Prusiano»). Ese gas de combate fue llamado también mustardgas (gas mostaza) a causa de su olor, o material de los hunos, por su efecto devastador, o bien yperita [o iperita], por su pri mer lugar de utilización [Ypres o Ieper].
“ Sobre la no utilización del arma-gas en la Segunda Guerra Mundial cfr. Günther Ge- llermann, DerKrieg, dernichtstattfand. Móglichkeiten, UberlegungenundEntscheidungenderdeuts- chenOberstenFührungzurVerwendungchemischerKampstoffeimZweitenWeltkrieg,Coblenza 1986.
“ Cfr. Martinetz, o. c. , pág. 70.
“ Para la expresión sombra-estrés cfr. Heiner Mühlmann, DieNaturderKulturen, o. c.
“ N o carece en absoluto de sentido, por el contrario, la toma de medidas de naturaleza
policial y, en caso necesario, militar contra grupos definidos, adscritos a la utilización de la violencia contra instituciones, personas y símbolos.
“ Tampoco del lado alemán fue un estreno absoluto en la guerra de gas el ataque con gas de cloro de Ieper; ya en enero de 1915 se había probado en el frente oriental la granada de gas, llamada T 12, y utilizado en marzo en el frente occidental, cerca de Nieuport.
98El exterminismo representa una simplificación del sadismo descrito clásicamente por Sartre; en él, lo que importa no es ya apropiarse de la libertad del otro, sino liberar el propio medio ambiente de la libertad del otro.
“ Intoxicación, tanto en sentido literal como figurado. El 4 de agosto de 2002, el teledia
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rio de la noche de la ARD mostró una entrevista con una mujerjoven en la playa de Tel Aviv, que, ante el atentado suicida de un palestino en un autobús israelí, preguntaba: «¿Tenemos que dejar de respirar? ».
"H‘Citado según:Jürgen Kalthoff/Martin Wemer, DieHándlerdesZyklonB. Tesch& Stabe- now. EineFirmengeschichtezwischenHamburgundAuschwitz, Hamburgo 1998, pág. 24.
101Ibid. , pág. 25.
102Considerando que un añadido así hubiera sido contraproducente para los fines de la exterminación humana, a los departamentos de higiene de Auschwitz, Oranienburg y otros campos de concentración se les suministró una variante de ciclón B, sin ese componente de advertencia.
,0,Cfr. Kalthoff/Wemer, o. c. ,págs. 56-ss. y241.
UHIbid. , págs. 45-102.
105Ibid. ,pág. 109.
106El gas de guerra Sarin (T 144) fue sintetizado en 1938 en el departamento de investi
gación de la I. G. Farben, dirigido por el Dr. Gerhard Schrader. Su toxicidad es más de trein ta veces superior a la del ácido cianhídrico; con suficiente tiempo de exposición un gramo de Sarin bastaría para matar hasta a mil seres humanos.
107Cfr. Haruki Murakami, Underground. TheTokyoGasAttack& theJapanesePsyche,Londres 2001. El escritorJosef Haslinger ha proporcionado una variante austroterrorista de estos su cesos: en su novela policíaca OpembaU,Frankfurt 1995,juega con la idea de que un edificio de las medidas de la Ópera de Viena pudiera ser ocasionalmente transformado en una gran cámara de gas por un grupo de criminales.
108Elias Canetti, DasGewtssenderWorte. Essays,Frankfurt 1981, pág. 23.
109Cfr. Gotz Aly, «Endlosung»: Vólkerverschiebungen und der Mord an den europáischenJuden, Frankfurt 1995, pág. 374. Sólo recientemente se han analizado frases-hate-speech de ese tipo de manera lingüística y filosófico-moralmente adecuada. Cfr. Judith Buder, Hass spricht. Zur Po- litik desPerformativen, Berlín 1998.
1,0Cfr. Wim Klever (ed. ), Die Schwere der Luft in der Diskusion des 17. Jahrhunderts, Wiesba- den 1997; StevenShapin/SimonSchaffer, LeviathanandtheAirPump. Hobbes,BoyleandtheEx perimentalLife,Princeton1985; laMacrobiótica,1796,deChristophWilhelmHufelandyasere fiere a la conexión entre calidad de aire y esperanza de vida.
IUJ. G. Herder, Schriften. EineAuswahlausdemGesamtwerk,Walter Flemmer ed. , Múnich 1960, págs. 78-79, cursiva nuestra.
12Cfr. en este volumen, en el capítulo 3: «Impulso hacia arriba y mimo. Para una critica del humor puro», el apartado 2: «La ficción del ser-de-carencias», págs. 529-538.
nsCfr. Friedrich Nietzsche, Briefe, Sámtliche Briefe, Kritische Studienausgabe, volumen 6, Mú nich 1986, pág. 140. A Franz Overbeck, 14 de noviembre de 1881: «[. . . ] pero esa meteorología médica. . . es desgraciadamente una ciencia que está todavía en su infancia y, por lo que a mí me importa, sólo una docena de interrogantes más. Quizá se sepa más ahora; yo tendría que haber estado en la exposición de la electricidad en París, en parte para aprender las últimas novedades, en parte como objeto de la exposición: pues como olfateador de cambios eléc tricos y como profeta del tiempo, según se dice, compito con los monos y soy probablemen te una “especialidad”».
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1,4Cfr. Rudibert Kunz/Rolf-Dieter Müller, Giftgas gegen Abd el Krim. Deutschland, Spanien undderGaskrieginSpanisch-Marokko1922-1927,Friburgo 1990; en este libro se encuentran de talles pormenorizados sobre la participación de químicos de guerra y firmas alemanes en la primera guerra aeroquímica, en la que guerreros a caballo procedentes de la población mon tañesa de las cabilas del Rif fueron abatidos mediante bombas de ácido cianhídrico y de ga solina.
1,5Ya en 1950 Cari Schmitt hablaba del «puro carácter destructivo de la guerra aérea mo derna», en: Der Nomos der Erde im Vólkerrecht desJus Publicum Europeum, Berlín 1988, pág. 298. 16Un indicio, entre muchos, de esto es la utilización de medios bélicos manifiestamente terroristas como el napalm por la US Air Forcé en la guerra de Vietnam, así como el lanza
miento de la temida bomba rompedora de pulmones, la Blue 82 Commando Vault, alias Daisy Cutter(una bomba de nitrato de amoníaco de 5,7 toneladas), sobre la infantería iraquí y los guerreros afganos.
,17Cfr. Jórg Friedrich, Der Brand. Deutschland im Bombenkrieg 1940-1945, Múnich 2002. llHJórg Friedrich, o. c. , pág. 358.
1,9Para un detallado relato posterior de lo acontecido entre el 13 y el 15 de febrero de 1945
cff. GótzBergander, DresdenimLuftkrieg. Vorgeschichte,ZerstorungFolgen,Weimar/ColoniaAlie na 1994,especialmente págs. 112-231;asícomojórg Friedrich, o. c. ,págs. 358-ss.
120De todos modos, ya para la noche del incendio de Hamburgo se citan 41. 000 muertos. La cifra «oficial» de las víctimas de Dresde le parece intuitivamente a un testigo ocular como Gótz Bergander demasiado baja, aunque admite como historiador que faltan las pruebas pa ra cifras más elevadas, por muy plausibles que parezcan subjetivamente y dentro de la diná mica de la exageración.
121Si se añaden los enfermos por radiación que murieron hasta finales de 1945, o, mejor dicho, hasta el primer aniversario del lanzamiento de las bombas, se llega a 151. 000 para Hi roshima y 70. 000 para Nagasaki.
,22Durante la fiesta conmemorativa de la paz en Hiroshima, el 6 de agosto de 2001, se cifró el número total de víctimas, añadidos los muertos por secuelas posteriores (lo que pierde en plausibilidad tras más de medio siglo), en 221.
893, de las cuales aproximadamente 123. 000 eran hombres y 98. 500 mujeres.
123Andrew S. Grove, NurdieParanoidenüberleben:strategischeWendepunktevorzeitigerkennen, Frankfurt 1994.
124Ken Alibek/Stephen Handelman, Biohazard. The Chilling True Story of the Largest Ccrvert Biological Weapons Program in the World - Toldfrom the Inside by the Man Who Ran it, Nueva York 1999, págs. 25-28.
,25Cfr. Wemer Marx, «El “lugar” para la medida. La torsión del subjetivismo», en: Gibt esauf Erden ein Mass? Grundbestimmungen einer nichtmetaphysischen Ethik, Hamburgo 1983, págs. 63-85. 126Martin Heidegger, ZurErórterungderGelassenheit. AuseinemFeldweggespráchüberdasDen-
ken, 1944/1945, en: Gesammelte Werke 13, pág. 47.
127Hermann Schmitz, en su doctrina de las «situaciones inclusoras», enlazó con el conte
nido positivo del concepto «habitar»; cfr. Hermann Schmitz, Adolf Hitler in der Geschichte, o. c. 128Cfr. Jeane Manning/Nick Begich, Lócher im Himmel. Der geheime Ókokrieg mit dem Io-
nosphárenheizerHAARP, Frankfurt 1996.
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129Ibid. , págs. 231-ss.
13. 1Cfr. Ian Gibson, SalvadorDalí. Die Biographie, Stuttgart 1998, pág. 378.
1. 1Salvador Dalí, Dalí, Rastatt 1988, págs. 229-s.
132Salvador Dalí, La Conquete de Vlrrationnel, 1935; alemán en: Salvador Dalí, Gesammelte
Schriften, Múnich 1974, págs. 268-279. [«La conquista de lo irracional», Obracompleta,volumen IV, Ensayos i,JuanJosé Lahuerta (ed. ), Destino, Barcelona 2005, págs. 403-419. ]
mMarshall McLuhan, DiemagischenKanále. UnderstandingMedia,DüsseldorfyViena 1968, pág. 139.
154André Bretón, Manifesté du surréalisme, París 1962, pág. 155. [Manifiestos del surrealismo, Visor Libros, Madrid 2002. ]
1,5Según una indicación de Gabriel Tarde, con ello tiene que ver también aquella «revo lución en la cabeza», que la mayoría de las veces se describe equivocadamente como ilustra ción: la costumbre de creer a pies juntillas a los predicadores y antepasados se sustituye por la costumbre de repetir lo que aportan innovadores contemporáneos. Cfr. Gabriel Tarde, Die GesetzederNachahmung(1890), o. c. ,pág. 270.
136Las fuentes filosóficas del concepto de inconsciente se exponen, sobre todo, en los tra bajosdeOdoMarquard, TranszendentalerIdealismos. RomantischeNaturphilosophie. Psychoanaly- se, Colonia 1987, y de Jean-Marie Vaysse, Vinconsáent des modemes. Essai sur Porigine métapkysi- quedelapsychanalyse,París 1999.
137Salvador Dalí, o. c. , pág. 290.
,38Citado por: AbsoluteMcLuhan, Martin Baltes y Rainer Hóltschl eds. , Friburgo 2002, pág. 164; cfr. también Marc Monmonier, AirApparent. HowMeteorologistsLeamedtoMap, Predictand Dramatize Weather, Chicago y Londres 1999.
139Cfr. Thomas E. Graedel/Paul J. Crutzen, Atmospháreim Wandel. DieempfindlicheLufthü- üeunseresPlaneten, Heidelberg/Berlín/Oxford 1996, págs. 3-5.
140Cfr. Günter Barudio, TránendesTeufels. EineWeltgeschichtedesErdóls,Stuttgart 2001.
141Cfr. Peter Sloterdijk/Hans-Jürgen Heinrichs, Die Sonne und der Tod, o. c. , págs. 320- 329.
,42RolfPeter Sieferle, DerunterirdischeWald. EnergiekriseundindustrielleRevolution,Múnich 1982.
l43SyIvieJoussaume, Klima. Gestera, heute, margen, Berlín/Heidelberg 1996, pág. 62.
14Cari Amery y Hermann Scheer, en su libro: Klimawechsel. VonderfossilenzursolarenKul- tur(Múnich 2001), discuten sobre los presupuestos técnicos y mentales del tránsito a una ci vilización energética post-fósil, aunque más sobre las resistencias tanto políticas como ide ológicas en contra.
145Cfr. EsferasII, Globos, excurso 2, « Merdocracia. De la inmunoparadoja de culturas seden tarias», págs. 297-308.
146Claudia Bólling/RolfHorst, Schirme. DerHimmelaufErden,Berlín 1995.
147Cfr. Erich Heck, IndoorAirQualityamArbeitsplatz. «SickBuildingSyndrom» und«Building RelatedIllness». Ein deutsch-amerikanischerRechtsvergleich, Baden-Baden 1994.
'“Luce Irigaray, VoublideVairchezMartinHeidegger,París 1983,pág. 147.
149C f r . A n j a S t ó h r , A i r - D e s i g n a i s E t f o l g s f a k t o r i m H a n d e l . M o d e l l g e s t ü t z t e E r f o l g s b e u r t e i l u n g u n d strategischeEmpfehlung,Wiesbaden 1998.
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'"'Cfr. Diotima von Kempski, Rnumluft-Essenzen-'/ugabe. Ein kleiner Leitfaden über Grundla- genundAnwendungsmóghchkeiieii,Karlsruhe 1999.
1,1Cfr. Gerhard Schulze, Die Erlebnisgesellschaft. Kultursoziologie der Gegenwart, Frankfurt/ Nueva York 1993, capítulo 10 «Teoría de la escena», págs. 459-ss.
lv*Cfr. Walter Benjamín, Das Passagen-Werk, Gesammelte Schriften, volumen V’ 1, Frankfurt 1989, pág. 292.
l>sPara el concepto colector véase in/ra,capítulo 2, «Indoors. Arquitecturasdelaespuma», págs. 475-490.
1:4 Elias Canetti, «Hermann Broch. Discurso por su 50 cumpleaños», en: Elias Canetti, Das Geivissen der Worte, o. r. , pág. 22.
'"Ibid. ,pág. 18.
IV'Ibid. ,pág. 23.
157Ibid. , págs. 23-s.
|r’*Cfr. Paul Michael Lützeler, Hermann Broch. Eine Biographie, Frankfurt 1985, pág. 209; la
expresión «gaseamiento» se encuentra en una carta a Ernst Schónwiese del 3 de octubre de 1936. No es constatable si Broch tenía conocimiento del desarrollo de los nuevos gases de combate, extremamente tóxicos, Tabun (1934) y Sarin (1938), en un laboratorio de investi gación de la I. G. Farben. Toda una serie de autores coetáneos habían extraído, asimismo, oscuros pronósticos para el futuro de su recuerdo de la guerra de gas, así, por ejemplo, Erich Kástner en su poema «El último capítulo» de su libro de poemas Ein Mann gibt Auskunft, 1930: un día del año 2003 salen de Boston mil aviones con gas y bacilos a bordo y matan a toda la humanidad, que sólo de esa manera consigue alcanzar su meta de paz mundial; extraña mente concreto, Kástner fecha esa sátira del impulso de muerte el 13 de julio, la víspera del aniversario de la toma de la Bastilla; cfr. Erich Kástner, Kástnerfür Erwachsene, obras escogi das, volumen 1, Zúrich 1983, págs. 219-ss.
IWKarl Kraus, Briefe an Sidonie Nadhemy von Borutin 1913-1936, volumen primero, Munich 1974, pág. 167.
'""Karl Kraus, Die Eackel, reimpresión, Frankfurt 1977, cuaderno 261-2, 1908, pág. 1. Hermann Broch, Massenwahntheorie. Beitráge zu einer Psychologie der Politik, Frankfurt
1979, pág. 454.
"v‘ Gabriel Tarde, Die Gesetze der Nachahmung, o. c. , pág. 100. EliasCanetti,MasseundMacht,FrankfurtyViena1988,pág. 97. [Masaypoder,ElAleph,
Barcelona 2000. ]
,MHermann Broch, Massenwahntheorie, o. r. , págs. 306-ss. "" Ibid. , pág. 334.
Broch había formulado así la lección: «La lucha va dirigida [. . . ] a la obsesión por la victoria como tal, y cuando se consigue llevarla a su meta, esta “victoria de la victoria” ya no es victoria alguna en el sentido tradicional [. . . ] casi se podría decir que el júbilo habitual (y tan sumamente humano) por la victoria tendría que ser sustituido en adelante por el duelo porlavictoria. . . »,ibid. ,pág. 344. Desdeunaperspectivasemejante,PaulValéryhabíaformu lado en 1927: «Europa está salpicada de arcos de triunfo erigidos al mismo tiempo, de cuya sumaresultacero»,CahiersII, París1974, pág. 1478. Porlodemás,lastesisdeBrochsobreel sonambulismo político, los estados de delirio de masas y el autoengaño organizado vienen
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confirmadas indirectamente por la úldma ciencia norteamericana de la estrategia. Ésta ha producido una figura explicativa de propaganda, definida como una forma de «encauza- miento estatal de la opinión pública» e imprescindible para la hegemonía americana. Esta concepción hipersofística de la cyberwarse prueba a escala mundial, en un gran ensayo me diático, con ocasión de la segunda guerra de Irak en marzo de 2003. Cfr. John Arquilla/Da- vid Ronfeldt, TheEmergenceofNoopolitik. TowardsanAmericanInformationStrategy,Santa Móni- ca 1999.
167Cfr. CalvinTomkins,MarcelDuchamp. EineBiographie,Munich 1999,págs. 262-5. y436. 168Ibid. , pág. 474. El interlocutor es Calvin Tomkins.
169Para la inversión, condicionada también por esto, de energías inmunitarias en las con
diciones de habitabilidad, cfr. infra, capítulo 2, «Indoors», apartado A: « Donde vivimos, nos mo vemos y somos» y apartado B: « Construcción celular, egosferas, autocontainer».
l70Jakob von Uexküll, Umwelt und Innenweli der Tiere, Berlín 1909, segunda edición 1921. 171Cfr. Roberto Esposito, Immunitas. Protezione e negazione della vita, Turín 2002.
172Sobre la tendencia individualista: Norbert Bolz, Die Konformisten des Andersseins. Ende der
Kritik, Munich 1999; Tilman Habermas, Geliebte Objekte: Symbole und Instrumente der Identitatsbil- dung,Frankfurt1999; DetlefAx, «VerwundeteMánner»:zuvaterlosenKulturundmannUcherIden- titát in den westlichen Industriestaaten, Stuttgart 2000; sobre la tendencia colectivista: Alois Mos- ser (ed. ), «Gottes auserwáhlte Vólker»: Erwáhlungsvorstellungen und koUektive Selbsfendung in der Geschichte, Frankfurt/Berlín/Nueva York 2001; Carolin Emcke, KoUektive Identitaten: sozialphi- losophische Grundlagen, Frankfurt 2000; Nikolaus Busse, DieEntstehungvon kollektiven Identitaten: das Beispiel der ASEANStaaten, Baden-Baden 2000; Günther Schlee (ed. ), Imagined Differences: Hatred and the Construction ofIdentity, Münster/Hamburgo/NuevaYork 2002.
173Cfr. Gert Mattenklott, «Sondeos. El empalidecimiento de los caracteres», en: Blindgan- ger. Physiognomische Essays, Frankfurt 1986, págs. 7-40.