[El tristemente famoso
rótulo
nazi «Kraft durch Freude».
Sloterdijk - Esferas - v3
El Campo de Mayo fue utilizado pocas veces, una de ellas fue durante la visita oficial de Mus- solini, en septiembre de 1937, cuando todo el Campo de deporte del Reich se inundó con un millón de personas.
546Cfr. Thymian Bussemer, Propaganda und Populárkultur. Konstruierte Erlebniswelten im Na- tionalsozialismus, Wiesbaden 2000, pág. 133.
547Para una ordenación histórico-cultual e histórico-arquitectónica del conjunto de Nú-
remberg, cfr. Yvonne Karow, Deutsches Opfer. KuliischeSelbstausloschungaufden Reichsparteitagen
derNSDAP, Berlín 1997, especialmente págs. 33-91.
^ Citado porJoachim Fest, Hitler. Eine Biographie (1973), Munich 2000, pág. 733.
M9Cfr. Yvonne Karow, Deutsches Opfer, o. c. , pág. 88.
50Cfr. Walter Meyer-Bohe/Thomas Meyer-Bohe, Bautenfur Schulungen, Tagungen, Kon-
gresse, Leinfelden-Echterdingen 1983. También (pág. 7) el planteamiento para una teoría de la coyuntura-congreso: «Para cada época hay tareas determinadas prioritarias. Tras la Segun da Guerra Mundial fue la construcción de viviendas, después siguieron, en oleadas, la cons trucción de hospitales, escuelas y universidades. Hoy el acento está en los edificios de expo sición -desde el museo hasta los palacios de congresos-, así como, en unión con ellos, en los edificios de formación avanzada».
551El m+a Messeplaner. Messen & Ausstellungen International, año 83, 2002, Frankfurt 2002, presenta en las págs. 1198-1244, bajo el título «Facilidades para congresos y events», un pano rama de ofertas de espacio y Servicede 144centros de reuniones en 110ciudades dentro del ámbito de lengua alemana, cada uno de los cuales ofrece un espectro de diez hasta treinta grandes pabellones, salas de festejos, salas de conferencia, lounges, aulas de seminario, clubs, salas de prensa, etc. , en dimensiones que van desde 12 a 10. 000 plazas.
Hasta qué punto ha avanzado la explicación técnica del acontecer asambleario en colec tores profesionalmente administrados lo muestra el Arbeitslexikon Menschen. Márkte. Marketing. Medien am Point ofInterest (Mannheim 2000) de Peter Goschmann, que presenta un listado de lo que es interesante saber sobre ferias, exposiciones, events, congresos, reuniones, incentives, sponsoring, etc. ; uno se entera, por ejemplo, de que los revestimientos del suelo en las salas de reunión han de cumplir una mínima exigencia de inflamabilidad (Comportamiento frente al incendio DIN 4102, parte 1, clase B 1); que la «Sociedad alemana para la promoción y de sarrollo de seminarios y reuniones» («DeGefest») es un consorcio de intereses de los ofer tantes en la administración de congresos (que, a su vez, él mismo celebra un congreso pro fesional al año); que el clima ambiente de las salas de reunión tiene que corresponder, según DIN 15906, a las pautas de la reglamentación de los lugares de trabajo, y que en las salas de
700
reunión sin permiso para fumar ha de asegurarse por persona una corriente de aire de al me
nos 20 metros cúbicos a la hora.
M2Cfr. Elisabeth von Samsonow, «Tuch down y Take off. Proyecto de una filosofía del fun
damento (de la construcción)», lección inaugural en la Academia de las Artes Plásticas, Vie-
na 1996,en: ArchitekturundBauForum1/1997, págs. 33-40.
55Guy Debord, «Informe sobre construcción de situaciones», en: Situationistische Interna
tionale 1957-1972, Museo de Arte Moderno, Fundación Ludwig, Viena 1998, págs. 74-77. r,54Mark Wigley, Constants New Babylon. The Hyper-Architecture of Desire, Rotterdam 1998,
pág. 13.
5WGeorg Simmel, «El concepto y la tragedia de la cultura», en: AufsátzeundAbhandlungen
1909-1918, volumen I, Gesamtausgabevol. 12, Frankfurt 2001, págs. 194-223.
556Guy Debord 1957: «La meta general tiene que ser la ampliación de la parte no medio cre de la vida, por un lado, y la disminución, lo más amplia posible, de los instantes vacíos, por otro. Se puede considerar nuestro influjo sobre el comportamiento, pues, como empre
sa de una amplificación cuantitativa de la vida humana, que hay que tomar más en serio que
el proceder biológico que se investiga hoy día». Citado por: SituationistischeInternationale 1957- 1972, o. c. , pág. 75.
557S o b r e e s a t r í a d a , e n d e t a l l e , c f r . supra, c a p í t u l o 1, « I n s u l a m i e n t o s . Para una teoría de las cápsulas, islaseinvernaderos», págs. 237-374.
558L. de C. , «The Capsular City», en: The Hieroglyphics ofSpace, Neil Leach ed. , Londres y Nueva York 2002, págs. 271-280.
559Elisabeth Diller/Ricardo Scofidio, Blur: TheMakingofNothing, NuevaYork 2002.
^’John Kenneth Galbraith, Geseüschaft im Überfluss, Múnich/Zúrich 1959, págs. 12y 16. [La sociedad opulenta, Altaya, Barcelona 1999. ]
561A l e x i s d e T o c q u e v i l l e , Über die Demokratie in Amerika, p r i m e r a p a r t e d e 1835, Z ú r i c h 1987, pág. 21. [La democraciaenAmérica,Alianza, Madrid 2005. ]
“ 2Alfred Weber, Kulturgeschichte ais Kultursoziologie, Munich 1960, pág. 415.
^La expresión se encuentra en el tristemente célebre «Occasional Discourse on the Ne
g r o Q u e s t i o n » , e n : Frazers Magazine 1849, q u e , p o r s u t o m a d e p a r t i d o p o r e l m a n t e n i m i e n t o de la esclavitud, acarreó a Carlyle la repulsa tanto de los liberales como de los abolicionistas cristianos, costándole, además, la amistad de John Stuart Mili.
**O aquellos a quienes sólo se podría ayudar en el marco de la caritascristiana o de la fi lantropía burguesa; cfr. Bronislaw Geremek, Geschichte derArmut. Elend und Barmherzigkeit in Europa, Frankfurt/Viena 1988.
Theodor W. Adorno, Mínima Moralia. Reflexionen aus dem beschádigten Leben, Frankfurt 1951, pág. 7: «La ciencia triste, de la que ofrezco algunas cosas a mi amigo, se remite a un ám bito que en tiempos inmemoriales valía como el propio de la filosofía [. . . ]: la doctrina de la vida correcta». [Mínima moralia: reflexiones desde la vida dañada, Akal, Madrid 2004. ]
r>66Eric Hobsbawm, AgeofExtremes. TheShort Twentieth Century 1914-1991, Londres 1994. No hay por qué ocultar que el éxito de la fórmula «época de extremos» proviene ante todo de su tendencia neutralista: es atractiva por su utilidad para la autoamnistía de la izquierda, que, una vez que se ha hecho un proceso justo y duro a la extrema derecha, se perdona a sí mis ma sus propios excesos sin proceso: en nombre de la «época extrema».
701
^Daniel Bell llama a esto, en lajerga de los teóricos de la discontinuidad, «la revolución de las crecientes pretensiones legales», que estaría incluida en la «revolución de las expecta tivas crecientes»; cfr. Daniel Bell, Die Zukunft der westlichen Welt. Kultur und Technologie im Wi- derstreit, Frankfurt 1979, págs. 271-ss.
568Para los últimos cien años se señala, entre los hombres, un aumento medio de ex
pectativas de vida de 44,1 a 75,1 años, entre las mujeres, de 47,6 a 80,0 años. Para las impli caciones sociales del hundimiento de las cuotas de natalidad cfr. Francis Fukuyama, Dergros- se Aufbruch. Wie unsere Gesellschaft eine neue Ordnung erfindet, Múnich 2002, págs. 128-157; la conexión entre cuotas de nacimiento descendentes, alfabetización y democratización la es clarece Emmanuel Todd en: Aprés l'Empire. Essai sur la décomposition du systémeaméricain, París 2002. [Después del imperio: ensayo sobre la descomposición del sistema norteamericano, Foca, Madrid 2003. ]
569Cfr. la ambivalente obra capital del neo-miserabilismo: Pierre Bourdieu, Das Elend der Welt: Zeugnisse und Diagnosen alUáglichen Leidens an der Gesellschaft, Constanza 1998; para la
fuente del miserabilismo medieval cristiano cfr. Lotario de Segni (papa Inocencio III), Vom Elend des menschlichen Daseins (De miseria conditionis humanae), Carl-Friedrich Geyer (ed. ), Hil- desheim/Zúrich/Nueva York 1990.
570John Kenneth Galbraith, Gesellschaft im Überfluss, o. c.
571«Informe sobre pobreza y riqueza del gobierno federal 2001», tabla anexa 1. 13. Para el grupo entre 25-54 años ellos constituyen el 9,6%, para los de 7-13 años el 15,3% (! ). Cfr. tam bién: Reiner Geissler, Die Sozialstruktur Deutschlands, Opladen 1992. En el 2002, los ahorros me dios por hogar en Austria se cifraban en cerca de 85. 000 euros. El U. S. Bureau o f the Census señala para Estados Unidos que la cuota de pobreza no superó nunca el 15% desde 1967. El concepto de pobreza de los economistas políticos designa la situación de personas, en una nación de bienestar, cuyos ingresos son del 50% o menos de los ingresos medios por cabeza. Stephan Leibfried, Lutz Leisering y otros ( Zeit der Armut, Frankfurt 1995) consideran la po breza en la República Federal de Alemania como un aspecto pasajero de la biografía del lu cro: «No vivimos en una sociedad de dos tercios, sino en una sociedad-70-20-10, constituida por un 70% de nunca-pobres, 20% de pobres ocasionales y 10% de pobres frecuentemente. “Sólo” un 1,3% de la población era pobre en general en el espacio de tiempo que duró la in vestigación» (pág. 306).
572La huella lingüística del pensar en fracciones aparece en giros como sociedad-de-cua-
tro-quintos, sociedad-de-tres-cuartos, sociedad-de-dos-tercios, etc.
575Alemán: Simón Schama, Überfluss und schoner Schein. Zur Kultur der Niederlande im Gol- denen Zeitalter, Múnich 1988.
574JohnKennethGalbraith, TheCultureofContentment,Londres1992,pág. 12[Laculturade la satisfacción, Ariel, Barcelona 2000]; Antonio Gramsci había formulado algo semejante con su concepto de «bloque histórico»; éste se definía como síndrome compuesto de salvaguar dia militante del estado de posesión y rechazo antipolítico activo de los llamados intereses ge nerales. En la «sociedad» pospolítica, la suma de los particularismos da como resultado el re sentimiento sosegado de las mayorías dentro del statu quo.
575En otra parte hemos intentado mostrar que la filosofía surgió más bien de los gestos de
lajactancia con el saber y de la exageración competitiva de la búsqueda de fundamentos pa
702
ra afirmaciones que del asombro; por ejemplo, en Esferas n, Globos, págs. 15-42, así como en: Nicht gerettet. Versuche nach Heidegger, Frankfurt 2001, págs. 255-ss.
576Publicada en alemán en 1957bajo el título de ErosundKultur[Erosycivilización,Ariel,
B a r c e l o n a 2001]; e n 1958, s o b r e e l t r a s f o n d o d e l a a u t o m a t i z a c i ó n i n c i p i e n t e , H a n n a h A r e n d t ,
e n l a s c o n s i d e r a c i o n e s i n t r o d u c t o r i a s a s u o b r a Vita activa oder Vom tátigen Leben ( M u n i c h 1981, págs. 11-12), expresó el diagnóstico: «Lo que nos espera es el panorama de una sociedad la boral a la que se le acaba el trabajo, es decir, la única actividad de la que todavía entiende. ¿Qué podía resultar más funesto? ». Esta afirmación radical-esnobista -que describe a los se res humanos trabajadores como seres vulgares trágicos e inútiles- queda anclada en el sín drome conservador, porque no llega a alcanzar ningún concepto positivo de superabundancia, capacidad adquisitiva de las masas, tiempo libre y praxis opcional de vida. La obra, publica
d a o r i g i n a l m e n t e e n 1950, d e D a v i d R i e s m a n y o t r o s , Die einsame Masse. Eine Untersuchung der Wandlungen des amerikanischen Charakters (Hamburgo 1958, pág. 293) barrunta incidental mente el tema epocal del «malestar entre los nuevos liberados».
577En este contexto puede apreciarse en sujusteza una vez más la crítica demoledora que
Deleuze y Guattari han realizado al psicoanálisis familialístico en su obra Anti-Edipo, de 1972: al refutar las interpretaciones al uso del deseo mediante la estructura pulsional de los pobres
y disciplinados, los autores ponen en evidencia las premisas para la nueva determinación de un inconsciente productivo, no-pobre y no deformado por el trauma.
578Cuando se ha intentado, se ha hecho más bien con acentos ingenuos, culturalmente
reformistas, como por ejemploJohn de Graaf/David Wann/Thomas Naylor, Affluenza. Zeit-
krankheit Konsum, Múnich 2002, donde se expresa la recomendación de volver a vivir tan me
suradamente como los franciscanos y tan satisfactoriamente como los indios de la pradera.
579Sobre algunos motivos de concepciones fallidas del propio bienestar y sobre la insatis
facción de los saturados informa Gerhard Schulze: «Sociología del bienestar», en: Emst-Ul-
rich Huster (ed. ), Reichtum in Deutschland. Die Gewinner in der sozialen Polarisierung, Frank furt/Nueva York, segunda edición 1997, págs. 261-285.
580Cff. H. Kaelble (ed. ), DerBoom. 1948-1973. GesellschaftlicheundwirtschaftlicheFolgenin der BundesrepublikDeutschlandundinEuropa,Opladen 1992.
581Cfr. Gregg Easterbrook, «Axle of Evil. Americas Twisted Love Affair with Sociopathic Cars», en: The New Republic, enero 2003.
^ A l e m á n : M i c h a e l H a r r i s o n , Das andere Amerika. Arrnut in den Vereinigten Staaten, M ú n i c h 1964.
^M arcel Mauss habla en 1923, en su ensayo sobre el don, de que las leyes francesas de la seguridad social contienen un «socialismo estatal ya realizado». En 1924, en su escrito Las ilu siones de la comunidad, P l e s s n e r h a b í a p u e s t o a l d e s c u b i e r t o e l management d e l a i l u s i ó n d e l r a dicalismo y criticado sus fundamentos en una idea extraviada de comuna.
184San Pablo, I Carta a los Tesalonicenses 5, 2.
585«Sobre el concepto de historia», Walter Benjamin, Gesammelte Schrifien, volumen 1, Frankfurt 1974, pág. 697.
586Cfr. Pascal Bruckner, LesanglotdeThommeblanc,París 1983.
587Un defensor del utopismo racionalista como Raymond Tallis, en su ataque al pesimis
mo de moda de la intelligentsiacontemporánea: «[Los humanistas histéricos] tienen necesi
703
dad de pedir prestadas las miserias de otros, dado que si el mundo actual es, de hecho, ex cepcionalmente horrible, les resultaría moralmente incómodo vivir tan excepcionalmente cómodos como sugiere el diagnóstico histórico», en: Enemies o f Hope. A Critique o f Contempo- rary Pessimism, Hampshire y Londres 1997, pág. 209.
58«El problema de la formación del ser humano», conferencia dictada el 15 de abril de 1926 en la xxv Asamblea de la Sociedad Anatómica de Friburgo, Jena 1926.
589A este complejo se dedica la primera parte de la obra capital de Gehlen El ser humano (Der Mensch), que trata de la situación especial morfológica del ser humano (págs. 86-130).
590Amold Gehlen, Der Mensch. Seine Natur und seine SteUung in der Welt, séptima edición re visada, Frankfurt/Bonn 1962, pág. 34.
591Ibid. , pág. 37. 592Ibid. , pág. 45. Ibid. , pág. 61. w Ibid. , pág. 83. 595Ibid. , pág. 84.
596TerenceW. Deacon, TheSymbolicSpecies. TheCo-evolutionofLanguageandtheBrain,Nue
va York/Londres 1997.
597A m old G ehlen, Der Mensch. Seine Natur und seine SteUung in der Welt, o. c. , pág. 36. *»Ibid.
59Para el pesimismo de Gehlen, y su paralelismo con el de Adomo, cfr. Christian Thies,
Die Krise des Individuums. Zur Kritik der Modeme bei Adorno und Gehlen, Reinbeck (Hamburgo) 1997, págs. 275-285.
60Muestra desconfianza frente a las manifestaciones de los aliviadores; y se entiende por qué. ¿No fue Stalin quien pregonó: «La alegría es la característica más llamativa de la Unión Soviética»? ¿El Partido Comunista de la Unión Soviética, el modelo de los partidos de diver sión? No del todo, porque también el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores supo lo que debía a la fuerza por la alegría.
[El tristemente famoso rótulo nazi «Kraft durch Freude». (N. del T. )]
601Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Phanomenologie des Geistes, «Prólogo», o. c. , págs. 18-s. 602Francis Bacon, Neu-Atlantis, Stuttgart 1982, pág. 53.
605 Cfr. Richard Alewyn, Das grosse Welttheater. Die Epoche der hófische Feste, Múnich 1989,
pág. 67.
604Hegel, o. c. , pág. 24.
605Ibid. , pág. 26.
606Novalis Werke, editadas y comentadas por Gerhard Schulz, Múnich 1969, pág. 336 («Ver-
mischte Bemerkungen “Blüthenstaub”», n. “ 65y 62).
607Cfr. Daniele DePAgli, Abendlandische Teleobgie. Kritik einer Obsession, tesis doctoral,
Berlín 1993.
608The End of Gravity, guión de cine de Dan Simmons y Andrei Ujica, en: Worlds Enough
and Time - Five Tales ofSpeculation, Nueva York 2002.
609Incluso la industria de emergencia, en el sentido estricto de la palabra, conoce desde hace mucho tiempo la superioridad de la oferta: en las zonas de aglomeración de las ciuda des alemanas no se producen, ni con mucho, suficientes accidentes como para agotar las ca
704
pacidades de servicios de socorro acreditados como Cruz Roja, Arbeitersamariterbund, Pro medie y semejantes. Es más significativa aún la situación de la gestión de los desechos: dado que en los domicilios y fábricas alemanes no se produce suficiente basura, ni de lejos, como para explotar rentablemente las empresas de reciclaje existentes, se ha abierto la lucha por el oro sucio entre las empresas de evacuación de basuras, la mayoría de ellas promocionadas comunalmente. Mientras, probas iniciativas ciudadanas siguen meditando sobre las posibili dades de reducir la cantidad de desperdicios.
610 Parece que Rudolf Borchardt (según el testimonio de Theodor Lessing) dijo después de la Primera Guerra Mundial: «Esta guerra era necesaria para demostrar que yo no soy un cobarde». Cfr. Theodor Lessing, Einmal und nie wieder. Lebenserinnerurigen, Praga 1935, Gü- tersloh 1969, pág. 319.
6,1Simone Weil, L'enracinement. Prélude á une déclaration des devoirs envers Vétre humain (1949), París 1962, págs. 379-s.
612Gfr. también Robert Pfaller, DieIIlusionenderanderen. UberdasLustprinzipinderKultur, Frankfurt 2002.
6,sFriedrich Nietzsche, Humano, demasiado humano i, n. ° 137.
614Para la interpretación del fenómeno de que seres humanos apuesten seriamente por lo no serio hay que recurrir a las observaciones de Huizinga sobre la absorción de jugadores por el juego. Una teoría psicológica de la posición fanática como un decisionismo sobre compensado podría decir aquí algo al respecto.
6. 5Para el reflejo de estas observaciones en el psicoanálisis posmodernizado cfr. Charles Melman/Jean-Pierre Lebrun, VHommesansgravité. Jouirátoutprix,París 2003. En el diagnós tico del tiempo de los másjóvenes llama la atención la anti-ironía y la búsqueda de sostén en la propia pesantez ycompacidad. Cfr. Jedediah Purdy, DasElendderIronie,Hamburgo 2002; Camille de Toledo, Archimondain, Jolipunk. Confessions d'un jeune homme á contretemps, París 2003, un libro autobiográfico, en el que la búsqueda de nuevos puntos de apoyo atraviesa, pri mero, el espacio-tiempo irónico del dandismo de masas, después el espacio-tiempo esquizoi de de la liquidación deleuziana, para anclarse definitivamente en una era de «nuevas encar naciones» («soy pesado, soy compacto»).
1974, pág. 15.
618La analogía más parecida a este ejercicio se encuentra en el capítulo sobre la concien
cia, el alma bella, el mal y su remisión de la Fenomenología del espíritu de Hegel. Aquí, el mal ha tenido que instaurarse plenamente como rebelión, consciente de sí misma, del individuo, antes de que el Dios pueda manifestarse o realizarse la entrada del sujeto al servicio de lo ge neral. La gran didáctica de Hegel se atreve a estipular el sentido formativo del mal y a ence rrar aún la desesperación en un currículum. Cfr. para esto Emst Behler, KlassischeIronie, Ro-
adore ce qui me brule, novela, Zúrich 1957, pág. 269. 6,7Peter Handke, «Vida sin poesía», 1972, en: Ais das Wünschen noch geholfen hat, Frankfurt
6. 6M ax Frisch, Die Schwierigen oderf
Ursprung dieserBegriffe, Darmstadt 1972, págs. 113-115. 619Bemhard Pórksen, AbschiedvomAbsoluten. GespráchezumKonstruktivismus,Heidelberg
2001, pág. 40,
620Para esta formulación véase N. Luhmann: «Las pruebas de eficacia residen en la tera
pia que intenta conseguir las soluciones menos dolorosas y que cultiva, incluso, una cierta fal
mantische Ironie,
Tragische Ironie. Zum
705
ta de compromiso en asuntos de realidad», en: Die nuezeitlichen Wissenschaften und diePhano- menologie, Viena 1996, pág. 45.
621Ibid. , pág. 46.
622Ibid. , pág. 45.
623Robbie Williams, 2002.
624Cfr. Your Prívate Sky. FL Buckminster Fuller. Design ais Kunst einer Wissenschaft, Joachim
Krause/Claude Lichtenstein eds. , Zúrich 1999.
625Cfr. Claudia Bólling/Rolf Horst, Schirme. DerHimmel aufErden, Berlín 1995.
626Jurek Becker,Jakob derLügner, Frankfurt 1969.
627Cfr. Reinhart G. E. Lempp, Das Kind im Menschen. líberNebenrealitáten und Regression -
oder: Warum wir nie erwachsen werden, Stuttgart 2003; John S. Kafka, Múltiple Realities in Clinical Practice, New Haven y Londres 1989.
628En mayo de 2003 se consagró en Esher, cerca de Londres, la primera iglesia de PVC hinchable con capacidad para 60 personas, de acuerdo con una idea (en conexión con los castillos de salto infantiles de las ferias) del empresario Michael Gilí, del año 1998, gracias a la cual la pneumatología se implemento prácticamente. (Noticias de Yahoo, 14 de mayo de 2003). Se oye que el Pentágono trabaja en este momento en un Parlamento hinchable, que pueda instalarse en los Estados canallas liberados, inmediatamente después de las operacio nes militares necesarias para ello, y ser ocupado por hasta 120 parlamentarios locales, rápi damente nombrados, que discutan sobre constituciones democráticas.
629Véase supra, págs. 297-ss. y 305-ss.
630Sarah Blaffer Hrdy, Mutter Natur, o. c. , capítulo 6, págs. 153-ss.
631Para la función del mecenazgo en el proceso de la civilización cfr. infra, págs. 576-ss. ,
así como Dieter Claessens, Das Konkrete und das Abstrakte. Soziologische Skizzen zurAnthropologie, Frankfurt 1980, págs. 61, 64-s.
632Cfr. Esferas i, Burbujas, capítulo 7, «El estadio-sirenas. De la primera alianza sonosférica>, pág. 458.
^Remitimos una vez más a la obra de Heiner Mühlmann, DieNaturder¡Culturen. Entumrf einer kulturgenetischen Theorie, Viena y Nueva York 1996, así como a: Kunst und Krieg. Uber das sáuischeBehageninderKultur,Colonia 1998; hay que constatar, por lo demás, que la affluentso- cietyno sólo produce un malestar en la opulencia, sino también un malestar en la paz, acom pañado de nostalgia de dureza y romanticismo belicista (sobre los que Julien Benda ha dicho lo necesario ya en 1927, en su libro La trahison des clercs).
634Sarah Blaffer Hrdy remite, en el importante capítulo 22 («De la servidumbre humana») de su obra Mutter Natur (o. c. , págs. 549-578), a la escasez de recursos de alomadres en la «so ciedad» contemporánea, a la que habría, pues, que caracterizar, bajo este aspecto, como una era de pobreza persistente, si no incluso acrecentada. Más adelante (véanse págs. 604-ss. ) pon dremos el acento en otra parte, ampliando el concepto de alomadre más allá de los fenó menos del cuidado concreto de niños e incluyendo bajo él todas las formas de asistencia de organismos estatales o servicios sociales; a esta luz, la «sociedad» contemporánea aparece co mo un amplio experimento para la protetización de funciones matemizantes.
633Gyórgy Konrád: «¿Para qué vale la riqueza de los ricos? Para que éstos ayuden, a su mo do, a aquellos que lo necesitan y han merecido apoyo. La protección del niño es una defen
706
sacomprimidadelosderechoshumanos»,en: VordenTarendesReiches,Frankfurt1997,pág. 87. fi36Paraladinámicadetalesnormativascfr. supraelapartado«Elnomotopo- Primerateo
ría constitucional», págs. 357-374.
657 Cfr. Helmut Schulze, DerprogressivdomestizierteMenschundseineNeurosen. DieRollevon
EntlastungundBelastungfürKrakheitundHeilung,Munich 1964. Génesis, 3, 16.
6S9Emst Bloch, Das Prinzip Hoffnung; vol. i, Berlín 1954, pág. 259.
640Citado por Pierre-Antoine Bernheim/Guy Stavrides, Welt der Paradiese - Paradiese der Welt, Zúrich 1992, págs. 40-41.
641Completados por el de seguridad sin lucha e inmunidad sin pena.
642Cfr. W alter Benjamín,
ta secreta entre las generaciones que han sido y la nuestra. Entonces hemos sido esperados en la tierra. Entonces, a nosotros, como a toda generación anterior a la nuestra, se nos ha da do también una fuerza mesiánica débil,a la que el pasado tiene derecho. No es fácil satisfacer ese derecho. El materialista histórico sabe de ello», pág. 694.
643Cfr. Bemheim/Stravrides, Paradiese der Welt, o. c. , págs. 47-ss.
644Ireneo de Lyon, DesHeiligenIrenáusfünfBüchergegendieHáresien,Y, 33, 3, traducido al alemán por Emst Klebba, Kempten y Munich 1812, pág. 240.
643En todo caso, desde el punto de vista filológico (y más aún psicológico-religioso) hay mucho que hablar a favor de que las citadas fantasías erótico-paradisíacas no son más que el resultado de malas traducciones de pasajes oscuros del Corán, por ejemplo de las suras 44 y 52; según Christoph Luxenberg (Die syro-aramaische Lesart des Korans. Ein Beitrag zur Entschlüs- selungderKaransprache, Berlín 2000), las muy citadas huríes son simplemente, en verdad, uvas blancas: una imagen que tiene mucho más sentido en el contexto de nuestra interpretación de la dinámica oral-homeostática de las imágenes del paraíso; la uva que espera a los cre yentes constituye, como hemos insinuado, un toposextendido de la literatura cristiana yjudía del más allá, que pudo ser familiar también a los autores del Corán.
646Por ejemplo: loan P. Culianu, Jenseits dieser Welt. Ausserweltliche Reisen von Gilgamesh bis AlbertEinstein,Munich 1995; Pierre-Antoine Bernheim/Guy Stavrides, WeltderParadiese- Pa rodíese der Welt, o. c. \ Friedrich Heer, Abschied von Hállen und Himmeln. Vom Ende des religiósen Tertiár; Frankfurt/Berlín 1990; Bem hard Lang/Colleen McDannell, Der Himmel. Eine Kultur- geschichte des ewigen Lebens, Frankfurt/Leipzig 1996.
^G ilíes Deleuze/Félix Guattari, Was ist Philosophie? , o. c. , pág. 112.
648Cfr. Gotthard Günther, Selbstdarstellung im Spiegel Amerikas, H am burgo 1975, pág. 30. 649Citado por Deutsche Volksbücher; Cari Otto Conrady (ed. ), Reinbeck (Hamburgo) 1968,
pág. 76.
650Sobre el mimo total como resultante de la tríada: ingresos sin trabajo, seguridad sin lu
cha e inmunidad sin mal cfr. infra, págs. 626-ss.
651Cfr. Esferas II, Globos, capítulo 8, «L a última esfera. Para una historiafilosófica de la globa-
lización terrestre», págs. 695-872, sobre todo págs. 763-ss.
652Pascal Bruckner, ích leide, also ich bin. Die Krankheit der Modeme - eine Streitschrift, W ein-
heim y Berlín 1997, pág. 91.
6MSobre los fantasmas y ensayos mágicos de vuelo en el contexto del Fausto cfr. Wolfgang
Über den Begriffder Geschichte i i : «Si es así, entonces existe una ci
707
Behringer/Constance Ott-Koptschalijski, Der Traum vom Fliegen. Zwischen Mythos und Technik, Frankfurt 1991, págs. 238-241.
^Citado por Kutsch/Wiswede, Wirtschaftssoziologie,Stuttgart 1986, pág. 213.
655Bernard Mandeville, DieBienenfabeloderPrívateLaster,óffentlicheVorteile,Walter Euch- ner, Frankfurt 1968, págs. 79-92.
^ W e m e r Sombart, Liebe, Luxus und Kapitalismus (1922), Múnich 1967, pág. 133.
657En esa tradición argumenta aún hoy el teórico de las marcas de gran calidad («Sólo vencedores venden marcas de calidad») Wolfgang Reitzle, LuxusschaffiWohlstand. DieZukunf derglobalen Wirtschaft,Reinbeck (Hamburgo) 2001.
658Anna Pavord, Die Tulpe. Eine Kulturgeschichte, Frankfurt/Leipzig 1999, págs. 126-157.
659Este fenómeno tiene su análogo contemporáneo en los países del capitalismo autori tario de Asia oriental, Singapur y China en primer lugar, cuya inteüigentsia, fiel al Estado, ad vierte incesantemente a la «sociedad» neo-rica ante el peligro, inmanente al bienestar, de «excesivo individualismo» (como resulta comprobable en el decadente «Occidente»).
660La expresión procede de escritos publicitarios del productor de porcelana y cerámica Josiah Wedgwood, del siglo xviii;cfr.
546Cfr. Thymian Bussemer, Propaganda und Populárkultur. Konstruierte Erlebniswelten im Na- tionalsozialismus, Wiesbaden 2000, pág. 133.
547Para una ordenación histórico-cultual e histórico-arquitectónica del conjunto de Nú-
remberg, cfr. Yvonne Karow, Deutsches Opfer. KuliischeSelbstausloschungaufden Reichsparteitagen
derNSDAP, Berlín 1997, especialmente págs. 33-91.
^ Citado porJoachim Fest, Hitler. Eine Biographie (1973), Munich 2000, pág. 733.
M9Cfr. Yvonne Karow, Deutsches Opfer, o. c. , pág. 88.
50Cfr. Walter Meyer-Bohe/Thomas Meyer-Bohe, Bautenfur Schulungen, Tagungen, Kon-
gresse, Leinfelden-Echterdingen 1983. También (pág. 7) el planteamiento para una teoría de la coyuntura-congreso: «Para cada época hay tareas determinadas prioritarias. Tras la Segun da Guerra Mundial fue la construcción de viviendas, después siguieron, en oleadas, la cons trucción de hospitales, escuelas y universidades. Hoy el acento está en los edificios de expo sición -desde el museo hasta los palacios de congresos-, así como, en unión con ellos, en los edificios de formación avanzada».
551El m+a Messeplaner. Messen & Ausstellungen International, año 83, 2002, Frankfurt 2002, presenta en las págs. 1198-1244, bajo el título «Facilidades para congresos y events», un pano rama de ofertas de espacio y Servicede 144centros de reuniones en 110ciudades dentro del ámbito de lengua alemana, cada uno de los cuales ofrece un espectro de diez hasta treinta grandes pabellones, salas de festejos, salas de conferencia, lounges, aulas de seminario, clubs, salas de prensa, etc. , en dimensiones que van desde 12 a 10. 000 plazas.
Hasta qué punto ha avanzado la explicación técnica del acontecer asambleario en colec tores profesionalmente administrados lo muestra el Arbeitslexikon Menschen. Márkte. Marketing. Medien am Point ofInterest (Mannheim 2000) de Peter Goschmann, que presenta un listado de lo que es interesante saber sobre ferias, exposiciones, events, congresos, reuniones, incentives, sponsoring, etc. ; uno se entera, por ejemplo, de que los revestimientos del suelo en las salas de reunión han de cumplir una mínima exigencia de inflamabilidad (Comportamiento frente al incendio DIN 4102, parte 1, clase B 1); que la «Sociedad alemana para la promoción y de sarrollo de seminarios y reuniones» («DeGefest») es un consorcio de intereses de los ofer tantes en la administración de congresos (que, a su vez, él mismo celebra un congreso pro fesional al año); que el clima ambiente de las salas de reunión tiene que corresponder, según DIN 15906, a las pautas de la reglamentación de los lugares de trabajo, y que en las salas de
700
reunión sin permiso para fumar ha de asegurarse por persona una corriente de aire de al me
nos 20 metros cúbicos a la hora.
M2Cfr. Elisabeth von Samsonow, «Tuch down y Take off. Proyecto de una filosofía del fun
damento (de la construcción)», lección inaugural en la Academia de las Artes Plásticas, Vie-
na 1996,en: ArchitekturundBauForum1/1997, págs. 33-40.
55Guy Debord, «Informe sobre construcción de situaciones», en: Situationistische Interna
tionale 1957-1972, Museo de Arte Moderno, Fundación Ludwig, Viena 1998, págs. 74-77. r,54Mark Wigley, Constants New Babylon. The Hyper-Architecture of Desire, Rotterdam 1998,
pág. 13.
5WGeorg Simmel, «El concepto y la tragedia de la cultura», en: AufsátzeundAbhandlungen
1909-1918, volumen I, Gesamtausgabevol. 12, Frankfurt 2001, págs. 194-223.
556Guy Debord 1957: «La meta general tiene que ser la ampliación de la parte no medio cre de la vida, por un lado, y la disminución, lo más amplia posible, de los instantes vacíos, por otro. Se puede considerar nuestro influjo sobre el comportamiento, pues, como empre
sa de una amplificación cuantitativa de la vida humana, que hay que tomar más en serio que
el proceder biológico que se investiga hoy día». Citado por: SituationistischeInternationale 1957- 1972, o. c. , pág. 75.
557S o b r e e s a t r í a d a , e n d e t a l l e , c f r . supra, c a p í t u l o 1, « I n s u l a m i e n t o s . Para una teoría de las cápsulas, islaseinvernaderos», págs. 237-374.
558L. de C. , «The Capsular City», en: The Hieroglyphics ofSpace, Neil Leach ed. , Londres y Nueva York 2002, págs. 271-280.
559Elisabeth Diller/Ricardo Scofidio, Blur: TheMakingofNothing, NuevaYork 2002.
^’John Kenneth Galbraith, Geseüschaft im Überfluss, Múnich/Zúrich 1959, págs. 12y 16. [La sociedad opulenta, Altaya, Barcelona 1999. ]
561A l e x i s d e T o c q u e v i l l e , Über die Demokratie in Amerika, p r i m e r a p a r t e d e 1835, Z ú r i c h 1987, pág. 21. [La democraciaenAmérica,Alianza, Madrid 2005. ]
“ 2Alfred Weber, Kulturgeschichte ais Kultursoziologie, Munich 1960, pág. 415.
^La expresión se encuentra en el tristemente célebre «Occasional Discourse on the Ne
g r o Q u e s t i o n » , e n : Frazers Magazine 1849, q u e , p o r s u t o m a d e p a r t i d o p o r e l m a n t e n i m i e n t o de la esclavitud, acarreó a Carlyle la repulsa tanto de los liberales como de los abolicionistas cristianos, costándole, además, la amistad de John Stuart Mili.
**O aquellos a quienes sólo se podría ayudar en el marco de la caritascristiana o de la fi lantropía burguesa; cfr. Bronislaw Geremek, Geschichte derArmut. Elend und Barmherzigkeit in Europa, Frankfurt/Viena 1988.
Theodor W. Adorno, Mínima Moralia. Reflexionen aus dem beschádigten Leben, Frankfurt 1951, pág. 7: «La ciencia triste, de la que ofrezco algunas cosas a mi amigo, se remite a un ám bito que en tiempos inmemoriales valía como el propio de la filosofía [. . . ]: la doctrina de la vida correcta». [Mínima moralia: reflexiones desde la vida dañada, Akal, Madrid 2004. ]
r>66Eric Hobsbawm, AgeofExtremes. TheShort Twentieth Century 1914-1991, Londres 1994. No hay por qué ocultar que el éxito de la fórmula «época de extremos» proviene ante todo de su tendencia neutralista: es atractiva por su utilidad para la autoamnistía de la izquierda, que, una vez que se ha hecho un proceso justo y duro a la extrema derecha, se perdona a sí mis ma sus propios excesos sin proceso: en nombre de la «época extrema».
701
^Daniel Bell llama a esto, en lajerga de los teóricos de la discontinuidad, «la revolución de las crecientes pretensiones legales», que estaría incluida en la «revolución de las expecta tivas crecientes»; cfr. Daniel Bell, Die Zukunft der westlichen Welt. Kultur und Technologie im Wi- derstreit, Frankfurt 1979, págs. 271-ss.
568Para los últimos cien años se señala, entre los hombres, un aumento medio de ex
pectativas de vida de 44,1 a 75,1 años, entre las mujeres, de 47,6 a 80,0 años. Para las impli caciones sociales del hundimiento de las cuotas de natalidad cfr. Francis Fukuyama, Dergros- se Aufbruch. Wie unsere Gesellschaft eine neue Ordnung erfindet, Múnich 2002, págs. 128-157; la conexión entre cuotas de nacimiento descendentes, alfabetización y democratización la es clarece Emmanuel Todd en: Aprés l'Empire. Essai sur la décomposition du systémeaméricain, París 2002. [Después del imperio: ensayo sobre la descomposición del sistema norteamericano, Foca, Madrid 2003. ]
569Cfr. la ambivalente obra capital del neo-miserabilismo: Pierre Bourdieu, Das Elend der Welt: Zeugnisse und Diagnosen alUáglichen Leidens an der Gesellschaft, Constanza 1998; para la
fuente del miserabilismo medieval cristiano cfr. Lotario de Segni (papa Inocencio III), Vom Elend des menschlichen Daseins (De miseria conditionis humanae), Carl-Friedrich Geyer (ed. ), Hil- desheim/Zúrich/Nueva York 1990.
570John Kenneth Galbraith, Gesellschaft im Überfluss, o. c.
571«Informe sobre pobreza y riqueza del gobierno federal 2001», tabla anexa 1. 13. Para el grupo entre 25-54 años ellos constituyen el 9,6%, para los de 7-13 años el 15,3% (! ). Cfr. tam bién: Reiner Geissler, Die Sozialstruktur Deutschlands, Opladen 1992. En el 2002, los ahorros me dios por hogar en Austria se cifraban en cerca de 85. 000 euros. El U. S. Bureau o f the Census señala para Estados Unidos que la cuota de pobreza no superó nunca el 15% desde 1967. El concepto de pobreza de los economistas políticos designa la situación de personas, en una nación de bienestar, cuyos ingresos son del 50% o menos de los ingresos medios por cabeza. Stephan Leibfried, Lutz Leisering y otros ( Zeit der Armut, Frankfurt 1995) consideran la po breza en la República Federal de Alemania como un aspecto pasajero de la biografía del lu cro: «No vivimos en una sociedad de dos tercios, sino en una sociedad-70-20-10, constituida por un 70% de nunca-pobres, 20% de pobres ocasionales y 10% de pobres frecuentemente. “Sólo” un 1,3% de la población era pobre en general en el espacio de tiempo que duró la in vestigación» (pág. 306).
572La huella lingüística del pensar en fracciones aparece en giros como sociedad-de-cua-
tro-quintos, sociedad-de-tres-cuartos, sociedad-de-dos-tercios, etc.
575Alemán: Simón Schama, Überfluss und schoner Schein. Zur Kultur der Niederlande im Gol- denen Zeitalter, Múnich 1988.
574JohnKennethGalbraith, TheCultureofContentment,Londres1992,pág. 12[Laculturade la satisfacción, Ariel, Barcelona 2000]; Antonio Gramsci había formulado algo semejante con su concepto de «bloque histórico»; éste se definía como síndrome compuesto de salvaguar dia militante del estado de posesión y rechazo antipolítico activo de los llamados intereses ge nerales. En la «sociedad» pospolítica, la suma de los particularismos da como resultado el re sentimiento sosegado de las mayorías dentro del statu quo.
575En otra parte hemos intentado mostrar que la filosofía surgió más bien de los gestos de
lajactancia con el saber y de la exageración competitiva de la búsqueda de fundamentos pa
702
ra afirmaciones que del asombro; por ejemplo, en Esferas n, Globos, págs. 15-42, así como en: Nicht gerettet. Versuche nach Heidegger, Frankfurt 2001, págs. 255-ss.
576Publicada en alemán en 1957bajo el título de ErosundKultur[Erosycivilización,Ariel,
B a r c e l o n a 2001]; e n 1958, s o b r e e l t r a s f o n d o d e l a a u t o m a t i z a c i ó n i n c i p i e n t e , H a n n a h A r e n d t ,
e n l a s c o n s i d e r a c i o n e s i n t r o d u c t o r i a s a s u o b r a Vita activa oder Vom tátigen Leben ( M u n i c h 1981, págs. 11-12), expresó el diagnóstico: «Lo que nos espera es el panorama de una sociedad la boral a la que se le acaba el trabajo, es decir, la única actividad de la que todavía entiende. ¿Qué podía resultar más funesto? ». Esta afirmación radical-esnobista -que describe a los se res humanos trabajadores como seres vulgares trágicos e inútiles- queda anclada en el sín drome conservador, porque no llega a alcanzar ningún concepto positivo de superabundancia, capacidad adquisitiva de las masas, tiempo libre y praxis opcional de vida. La obra, publica
d a o r i g i n a l m e n t e e n 1950, d e D a v i d R i e s m a n y o t r o s , Die einsame Masse. Eine Untersuchung der Wandlungen des amerikanischen Charakters (Hamburgo 1958, pág. 293) barrunta incidental mente el tema epocal del «malestar entre los nuevos liberados».
577En este contexto puede apreciarse en sujusteza una vez más la crítica demoledora que
Deleuze y Guattari han realizado al psicoanálisis familialístico en su obra Anti-Edipo, de 1972: al refutar las interpretaciones al uso del deseo mediante la estructura pulsional de los pobres
y disciplinados, los autores ponen en evidencia las premisas para la nueva determinación de un inconsciente productivo, no-pobre y no deformado por el trauma.
578Cuando se ha intentado, se ha hecho más bien con acentos ingenuos, culturalmente
reformistas, como por ejemploJohn de Graaf/David Wann/Thomas Naylor, Affluenza. Zeit-
krankheit Konsum, Múnich 2002, donde se expresa la recomendación de volver a vivir tan me
suradamente como los franciscanos y tan satisfactoriamente como los indios de la pradera.
579Sobre algunos motivos de concepciones fallidas del propio bienestar y sobre la insatis
facción de los saturados informa Gerhard Schulze: «Sociología del bienestar», en: Emst-Ul-
rich Huster (ed. ), Reichtum in Deutschland. Die Gewinner in der sozialen Polarisierung, Frank furt/Nueva York, segunda edición 1997, págs. 261-285.
580Cff. H. Kaelble (ed. ), DerBoom. 1948-1973. GesellschaftlicheundwirtschaftlicheFolgenin der BundesrepublikDeutschlandundinEuropa,Opladen 1992.
581Cfr. Gregg Easterbrook, «Axle of Evil. Americas Twisted Love Affair with Sociopathic Cars», en: The New Republic, enero 2003.
^ A l e m á n : M i c h a e l H a r r i s o n , Das andere Amerika. Arrnut in den Vereinigten Staaten, M ú n i c h 1964.
^M arcel Mauss habla en 1923, en su ensayo sobre el don, de que las leyes francesas de la seguridad social contienen un «socialismo estatal ya realizado». En 1924, en su escrito Las ilu siones de la comunidad, P l e s s n e r h a b í a p u e s t o a l d e s c u b i e r t o e l management d e l a i l u s i ó n d e l r a dicalismo y criticado sus fundamentos en una idea extraviada de comuna.
184San Pablo, I Carta a los Tesalonicenses 5, 2.
585«Sobre el concepto de historia», Walter Benjamin, Gesammelte Schrifien, volumen 1, Frankfurt 1974, pág. 697.
586Cfr. Pascal Bruckner, LesanglotdeThommeblanc,París 1983.
587Un defensor del utopismo racionalista como Raymond Tallis, en su ataque al pesimis
mo de moda de la intelligentsiacontemporánea: «[Los humanistas histéricos] tienen necesi
703
dad de pedir prestadas las miserias de otros, dado que si el mundo actual es, de hecho, ex cepcionalmente horrible, les resultaría moralmente incómodo vivir tan excepcionalmente cómodos como sugiere el diagnóstico histórico», en: Enemies o f Hope. A Critique o f Contempo- rary Pessimism, Hampshire y Londres 1997, pág. 209.
58«El problema de la formación del ser humano», conferencia dictada el 15 de abril de 1926 en la xxv Asamblea de la Sociedad Anatómica de Friburgo, Jena 1926.
589A este complejo se dedica la primera parte de la obra capital de Gehlen El ser humano (Der Mensch), que trata de la situación especial morfológica del ser humano (págs. 86-130).
590Amold Gehlen, Der Mensch. Seine Natur und seine SteUung in der Welt, séptima edición re visada, Frankfurt/Bonn 1962, pág. 34.
591Ibid. , pág. 37. 592Ibid. , pág. 45. Ibid. , pág. 61. w Ibid. , pág. 83. 595Ibid. , pág. 84.
596TerenceW. Deacon, TheSymbolicSpecies. TheCo-evolutionofLanguageandtheBrain,Nue
va York/Londres 1997.
597A m old G ehlen, Der Mensch. Seine Natur und seine SteUung in der Welt, o. c. , pág. 36. *»Ibid.
59Para el pesimismo de Gehlen, y su paralelismo con el de Adomo, cfr. Christian Thies,
Die Krise des Individuums. Zur Kritik der Modeme bei Adorno und Gehlen, Reinbeck (Hamburgo) 1997, págs. 275-285.
60Muestra desconfianza frente a las manifestaciones de los aliviadores; y se entiende por qué. ¿No fue Stalin quien pregonó: «La alegría es la característica más llamativa de la Unión Soviética»? ¿El Partido Comunista de la Unión Soviética, el modelo de los partidos de diver sión? No del todo, porque también el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores supo lo que debía a la fuerza por la alegría.
[El tristemente famoso rótulo nazi «Kraft durch Freude». (N. del T. )]
601Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Phanomenologie des Geistes, «Prólogo», o. c. , págs. 18-s. 602Francis Bacon, Neu-Atlantis, Stuttgart 1982, pág. 53.
605 Cfr. Richard Alewyn, Das grosse Welttheater. Die Epoche der hófische Feste, Múnich 1989,
pág. 67.
604Hegel, o. c. , pág. 24.
605Ibid. , pág. 26.
606Novalis Werke, editadas y comentadas por Gerhard Schulz, Múnich 1969, pág. 336 («Ver-
mischte Bemerkungen “Blüthenstaub”», n. “ 65y 62).
607Cfr. Daniele DePAgli, Abendlandische Teleobgie. Kritik einer Obsession, tesis doctoral,
Berlín 1993.
608The End of Gravity, guión de cine de Dan Simmons y Andrei Ujica, en: Worlds Enough
and Time - Five Tales ofSpeculation, Nueva York 2002.
609Incluso la industria de emergencia, en el sentido estricto de la palabra, conoce desde hace mucho tiempo la superioridad de la oferta: en las zonas de aglomeración de las ciuda des alemanas no se producen, ni con mucho, suficientes accidentes como para agotar las ca
704
pacidades de servicios de socorro acreditados como Cruz Roja, Arbeitersamariterbund, Pro medie y semejantes. Es más significativa aún la situación de la gestión de los desechos: dado que en los domicilios y fábricas alemanes no se produce suficiente basura, ni de lejos, como para explotar rentablemente las empresas de reciclaje existentes, se ha abierto la lucha por el oro sucio entre las empresas de evacuación de basuras, la mayoría de ellas promocionadas comunalmente. Mientras, probas iniciativas ciudadanas siguen meditando sobre las posibili dades de reducir la cantidad de desperdicios.
610 Parece que Rudolf Borchardt (según el testimonio de Theodor Lessing) dijo después de la Primera Guerra Mundial: «Esta guerra era necesaria para demostrar que yo no soy un cobarde». Cfr. Theodor Lessing, Einmal und nie wieder. Lebenserinnerurigen, Praga 1935, Gü- tersloh 1969, pág. 319.
6,1Simone Weil, L'enracinement. Prélude á une déclaration des devoirs envers Vétre humain (1949), París 1962, págs. 379-s.
612Gfr. también Robert Pfaller, DieIIlusionenderanderen. UberdasLustprinzipinderKultur, Frankfurt 2002.
6,sFriedrich Nietzsche, Humano, demasiado humano i, n. ° 137.
614Para la interpretación del fenómeno de que seres humanos apuesten seriamente por lo no serio hay que recurrir a las observaciones de Huizinga sobre la absorción de jugadores por el juego. Una teoría psicológica de la posición fanática como un decisionismo sobre compensado podría decir aquí algo al respecto.
6. 5Para el reflejo de estas observaciones en el psicoanálisis posmodernizado cfr. Charles Melman/Jean-Pierre Lebrun, VHommesansgravité. Jouirátoutprix,París 2003. En el diagnós tico del tiempo de los másjóvenes llama la atención la anti-ironía y la búsqueda de sostén en la propia pesantez ycompacidad. Cfr. Jedediah Purdy, DasElendderIronie,Hamburgo 2002; Camille de Toledo, Archimondain, Jolipunk. Confessions d'un jeune homme á contretemps, París 2003, un libro autobiográfico, en el que la búsqueda de nuevos puntos de apoyo atraviesa, pri mero, el espacio-tiempo irónico del dandismo de masas, después el espacio-tiempo esquizoi de de la liquidación deleuziana, para anclarse definitivamente en una era de «nuevas encar naciones» («soy pesado, soy compacto»).
1974, pág. 15.
618La analogía más parecida a este ejercicio se encuentra en el capítulo sobre la concien
cia, el alma bella, el mal y su remisión de la Fenomenología del espíritu de Hegel. Aquí, el mal ha tenido que instaurarse plenamente como rebelión, consciente de sí misma, del individuo, antes de que el Dios pueda manifestarse o realizarse la entrada del sujeto al servicio de lo ge neral. La gran didáctica de Hegel se atreve a estipular el sentido formativo del mal y a ence rrar aún la desesperación en un currículum. Cfr. para esto Emst Behler, KlassischeIronie, Ro-
adore ce qui me brule, novela, Zúrich 1957, pág. 269. 6,7Peter Handke, «Vida sin poesía», 1972, en: Ais das Wünschen noch geholfen hat, Frankfurt
6. 6M ax Frisch, Die Schwierigen oderf
Ursprung dieserBegriffe, Darmstadt 1972, págs. 113-115. 619Bemhard Pórksen, AbschiedvomAbsoluten. GespráchezumKonstruktivismus,Heidelberg
2001, pág. 40,
620Para esta formulación véase N. Luhmann: «Las pruebas de eficacia residen en la tera
pia que intenta conseguir las soluciones menos dolorosas y que cultiva, incluso, una cierta fal
mantische Ironie,
Tragische Ironie. Zum
705
ta de compromiso en asuntos de realidad», en: Die nuezeitlichen Wissenschaften und diePhano- menologie, Viena 1996, pág. 45.
621Ibid. , pág. 46.
622Ibid. , pág. 45.
623Robbie Williams, 2002.
624Cfr. Your Prívate Sky. FL Buckminster Fuller. Design ais Kunst einer Wissenschaft, Joachim
Krause/Claude Lichtenstein eds. , Zúrich 1999.
625Cfr. Claudia Bólling/Rolf Horst, Schirme. DerHimmel aufErden, Berlín 1995.
626Jurek Becker,Jakob derLügner, Frankfurt 1969.
627Cfr. Reinhart G. E. Lempp, Das Kind im Menschen. líberNebenrealitáten und Regression -
oder: Warum wir nie erwachsen werden, Stuttgart 2003; John S. Kafka, Múltiple Realities in Clinical Practice, New Haven y Londres 1989.
628En mayo de 2003 se consagró en Esher, cerca de Londres, la primera iglesia de PVC hinchable con capacidad para 60 personas, de acuerdo con una idea (en conexión con los castillos de salto infantiles de las ferias) del empresario Michael Gilí, del año 1998, gracias a la cual la pneumatología se implemento prácticamente. (Noticias de Yahoo, 14 de mayo de 2003). Se oye que el Pentágono trabaja en este momento en un Parlamento hinchable, que pueda instalarse en los Estados canallas liberados, inmediatamente después de las operacio nes militares necesarias para ello, y ser ocupado por hasta 120 parlamentarios locales, rápi damente nombrados, que discutan sobre constituciones democráticas.
629Véase supra, págs. 297-ss. y 305-ss.
630Sarah Blaffer Hrdy, Mutter Natur, o. c. , capítulo 6, págs. 153-ss.
631Para la función del mecenazgo en el proceso de la civilización cfr. infra, págs. 576-ss. ,
así como Dieter Claessens, Das Konkrete und das Abstrakte. Soziologische Skizzen zurAnthropologie, Frankfurt 1980, págs. 61, 64-s.
632Cfr. Esferas i, Burbujas, capítulo 7, «El estadio-sirenas. De la primera alianza sonosférica>, pág. 458.
^Remitimos una vez más a la obra de Heiner Mühlmann, DieNaturder¡Culturen. Entumrf einer kulturgenetischen Theorie, Viena y Nueva York 1996, así como a: Kunst und Krieg. Uber das sáuischeBehageninderKultur,Colonia 1998; hay que constatar, por lo demás, que la affluentso- cietyno sólo produce un malestar en la opulencia, sino también un malestar en la paz, acom pañado de nostalgia de dureza y romanticismo belicista (sobre los que Julien Benda ha dicho lo necesario ya en 1927, en su libro La trahison des clercs).
634Sarah Blaffer Hrdy remite, en el importante capítulo 22 («De la servidumbre humana») de su obra Mutter Natur (o. c. , págs. 549-578), a la escasez de recursos de alomadres en la «so ciedad» contemporánea, a la que habría, pues, que caracterizar, bajo este aspecto, como una era de pobreza persistente, si no incluso acrecentada. Más adelante (véanse págs. 604-ss. ) pon dremos el acento en otra parte, ampliando el concepto de alomadre más allá de los fenó menos del cuidado concreto de niños e incluyendo bajo él todas las formas de asistencia de organismos estatales o servicios sociales; a esta luz, la «sociedad» contemporánea aparece co mo un amplio experimento para la protetización de funciones matemizantes.
633Gyórgy Konrád: «¿Para qué vale la riqueza de los ricos? Para que éstos ayuden, a su mo do, a aquellos que lo necesitan y han merecido apoyo. La protección del niño es una defen
706
sacomprimidadelosderechoshumanos»,en: VordenTarendesReiches,Frankfurt1997,pág. 87. fi36Paraladinámicadetalesnormativascfr. supraelapartado«Elnomotopo- Primerateo
ría constitucional», págs. 357-374.
657 Cfr. Helmut Schulze, DerprogressivdomestizierteMenschundseineNeurosen. DieRollevon
EntlastungundBelastungfürKrakheitundHeilung,Munich 1964. Génesis, 3, 16.
6S9Emst Bloch, Das Prinzip Hoffnung; vol. i, Berlín 1954, pág. 259.
640Citado por Pierre-Antoine Bernheim/Guy Stavrides, Welt der Paradiese - Paradiese der Welt, Zúrich 1992, págs. 40-41.
641Completados por el de seguridad sin lucha e inmunidad sin pena.
642Cfr. W alter Benjamín,
ta secreta entre las generaciones que han sido y la nuestra. Entonces hemos sido esperados en la tierra. Entonces, a nosotros, como a toda generación anterior a la nuestra, se nos ha da do también una fuerza mesiánica débil,a la que el pasado tiene derecho. No es fácil satisfacer ese derecho. El materialista histórico sabe de ello», pág. 694.
643Cfr. Bemheim/Stravrides, Paradiese der Welt, o. c. , págs. 47-ss.
644Ireneo de Lyon, DesHeiligenIrenáusfünfBüchergegendieHáresien,Y, 33, 3, traducido al alemán por Emst Klebba, Kempten y Munich 1812, pág. 240.
643En todo caso, desde el punto de vista filológico (y más aún psicológico-religioso) hay mucho que hablar a favor de que las citadas fantasías erótico-paradisíacas no son más que el resultado de malas traducciones de pasajes oscuros del Corán, por ejemplo de las suras 44 y 52; según Christoph Luxenberg (Die syro-aramaische Lesart des Korans. Ein Beitrag zur Entschlüs- selungderKaransprache, Berlín 2000), las muy citadas huríes son simplemente, en verdad, uvas blancas: una imagen que tiene mucho más sentido en el contexto de nuestra interpretación de la dinámica oral-homeostática de las imágenes del paraíso; la uva que espera a los cre yentes constituye, como hemos insinuado, un toposextendido de la literatura cristiana yjudía del más allá, que pudo ser familiar también a los autores del Corán.
646Por ejemplo: loan P. Culianu, Jenseits dieser Welt. Ausserweltliche Reisen von Gilgamesh bis AlbertEinstein,Munich 1995; Pierre-Antoine Bernheim/Guy Stavrides, WeltderParadiese- Pa rodíese der Welt, o. c. \ Friedrich Heer, Abschied von Hállen und Himmeln. Vom Ende des religiósen Tertiár; Frankfurt/Berlín 1990; Bem hard Lang/Colleen McDannell, Der Himmel. Eine Kultur- geschichte des ewigen Lebens, Frankfurt/Leipzig 1996.
^G ilíes Deleuze/Félix Guattari, Was ist Philosophie? , o. c. , pág. 112.
648Cfr. Gotthard Günther, Selbstdarstellung im Spiegel Amerikas, H am burgo 1975, pág. 30. 649Citado por Deutsche Volksbücher; Cari Otto Conrady (ed. ), Reinbeck (Hamburgo) 1968,
pág. 76.
650Sobre el mimo total como resultante de la tríada: ingresos sin trabajo, seguridad sin lu
cha e inmunidad sin mal cfr. infra, págs. 626-ss.
651Cfr. Esferas II, Globos, capítulo 8, «L a última esfera. Para una historiafilosófica de la globa-
lización terrestre», págs. 695-872, sobre todo págs. 763-ss.
652Pascal Bruckner, ích leide, also ich bin. Die Krankheit der Modeme - eine Streitschrift, W ein-
heim y Berlín 1997, pág. 91.
6MSobre los fantasmas y ensayos mágicos de vuelo en el contexto del Fausto cfr. Wolfgang
Über den Begriffder Geschichte i i : «Si es así, entonces existe una ci
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Behringer/Constance Ott-Koptschalijski, Der Traum vom Fliegen. Zwischen Mythos und Technik, Frankfurt 1991, págs. 238-241.
^Citado por Kutsch/Wiswede, Wirtschaftssoziologie,Stuttgart 1986, pág. 213.
655Bernard Mandeville, DieBienenfabeloderPrívateLaster,óffentlicheVorteile,Walter Euch- ner, Frankfurt 1968, págs. 79-92.
^ W e m e r Sombart, Liebe, Luxus und Kapitalismus (1922), Múnich 1967, pág. 133.
657En esa tradición argumenta aún hoy el teórico de las marcas de gran calidad («Sólo vencedores venden marcas de calidad») Wolfgang Reitzle, LuxusschaffiWohlstand. DieZukunf derglobalen Wirtschaft,Reinbeck (Hamburgo) 2001.
658Anna Pavord, Die Tulpe. Eine Kulturgeschichte, Frankfurt/Leipzig 1999, págs. 126-157.
659Este fenómeno tiene su análogo contemporáneo en los países del capitalismo autori tario de Asia oriental, Singapur y China en primer lugar, cuya inteüigentsia, fiel al Estado, ad vierte incesantemente a la «sociedad» neo-rica ante el peligro, inmanente al bienestar, de «excesivo individualismo» (como resulta comprobable en el decadente «Occidente»).
660La expresión procede de escritos publicitarios del productor de porcelana y cerámica Josiah Wedgwood, del siglo xviii;cfr.
