la
cumplidos
nueve meses de esta
vista.
vista.
Lope de Vega - Works - Los Pastores de Belen
Enamorado mejor Sichen despues de
la fuerza, que Amon lo estuvo de Thamar su her-
mana ( que nunca para los brazos la propria san-
gre es buena) engan? andola con blandas palabras,
la llevo? a Hemor su padre , y le pidio? que le ca-
sasse Con ella. Oyo? Jacob la triste nueva de su
hija, y dissimulando prudentemente , mientras
Volvian Sus hijos de repastar sus ganados , escon-
dio? su deshonra de sus ojos, que ya querian ma-
nifestarla Con las lagrimas. Saliendo pues Hemor
a hablar al santo viejo , ya sus hijos volvian, loa?
quales, como de su boca oyessen tan feo caso,
y perpetrada cosa tan ilicita, ayrados gravemente,
pospuesto todo temor, intentaron la venganza.
Hemor con dulces palabras les dixo: El alma de
mi hijo Sichen se ha conformado a la de vues-
tra Dina, hagamos parentesco: tratemos casamien-
tos, vosotros con nuestras hijas, nosotros con las
vuestras, vivid con nosotros: la tierra sera? de to-
dos , cultivad, negociad y tomad della la posses-
sion, que los proprios duen? os. Tomando enton-
ces el enamorado mozo las palabras de la boca
de su padre, dixo : Halle yo gracia en vosotros,
para que me concedias este bien, y pedidme
quanto fueredes servidos: aumentad el dote, los
do-
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? Libro primero, 15
dones, los presentes, que en solo cambio de su
hermosura os dare? quanto soy, hasta la propria
vida. Los hijos de Jacob encruelecidos del atre-
vido estupro, engan? osamente le respondieron, que
no podian hacer lo que Sichen pedia , ni dar su
hermana a hombre incircunciso : es cosa ? licita,
decian , y nefaria entre nosotros: pero solo pode-
mos hacer un concierto, y es , que si vosotros
quereis circuncidaros y ser iguales nuestros, re-
cibiremos vuestras hijas, y os daremos las nues-
tras en contracambio ; viviremos con vosotros y
seremos un pueblo : sino con volvernos a Dina
y ausentarnos de vuestra tierra, nos volveremos
quejosos, aunque pacificos, Sichen que amaba tier-
namente a Dina , y que ninguna cosa le parecie-
ra impossible , por no perderla, persuadio? a su
padre y a sus hermanos y pueblo la circuncision
propuesta ; pero en el tercero dia , quando el
dolor de las heridas era mas fuerte, tomaron las
armas Levi y Simeon, y entrando por la ciudad
mataron a Hemor y a Sichen, y cobraron a Di-
na , a quien siguiendo los demas hermanos, pas-
saron a cuchillo todo el pueblo y destruyeron la
ciudad, y saqueando los ganados y casas, toma->>
ron la cruel vengaza que te he contado, si bien
con notable turbacion de Jacob, hasta que Dios
le mando? volver a Bethel, donde le havia apa-
recida , quando venia huyendo de Esau su her-
mano. Aqui llegaba Aminadab con su amorosa
historia , aunque con sangriento epilogo, como
las mas de amores, cuyo fin es siempre tragico,
quando venian por el verde valle Dositea y Eli-
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? i6 Pastores de Bei. en.
phila, dos pastoras del aldea de Palmyra , iguales
en los an? os, en las gracias y en las voces, que
cantaban assi:
Afligido esta? Joseph
de ver su esposa pren? ada ,
porque de tan gan mysterio
no puede entender la causa.
Sabe que la Virgen bella
es pura , divina y santa ,
pero no sabe que es Dios
el fruto de sus entran? as .
El llora, y la Virgen llora,
pero no le dice nada,
aunque sus ojos divinos
lo que duda le declaran.
Que como tiene en el pecho
al sol la nin? a sagrada,
como por crystales puros
los rayos divinos passan.
Mira Joseph su hermosura
y verguenza sacrosanta,
y admirado y pensativo
se determina a dejalla.
Mas advirtiendole en suen? os
el Angel, que es obra sacra
del Espiritu divino,
despierta, y vuelve a buscarla.
Con lagrimas de alegria
el divino Patriarcha
abraza la Virgen bella,
y ella llorando le abraza.
Cu-
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? , Libro primero.
Cubren los dos Seraphines,
como aquellos dos del arca,
la del nuevo Testamento,
la vara, el mana? y las tablas.
Adora Joseph al nin? o,
porque a Dios en carne humana
antes que salga a la tierra,
ve con los ojos del alma:
El sol que viste la Virgen,
y el fuego en la verde zarza,
la puerta de Ezechiel,
la piel ban? ada del Alva.
Los Angeles que assistian
del Rey divino a la guarda ,
viendo tan tierno a Joseph,
desta manera le cantan:
Bien podeis persuadiros
divino Esposo,
que este santo prenado
de Dios es todo.
Mirad la hermosura
del santo rostro,
que respeta el cielo ,
lleno de gozo:
Hijo de David
no esteis temeroso,
que este santo pren? ado
de Dios es todo.
Desta bella palma
el fruto amoroso,
ha de ser del mundo
remedio solo:
Tom. XVI. C
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? 18 Pastores pe Belen.
desta nin? a os dicen,
las de sus ojos,
que este santo pren? ada
de Dios es todo.
Los agradables tonos del Romance y de la
letra, y la harmonia de las voces, que con tal
suavidad y dulzura las cantaban, suspendieron
de manera las almas de Aminadab y Palmyra : y
Dositea y Eliphila venian tan embebecidas en su
sabroso canto , que estaban casi juntos , sin haver-
se interrumpido en sus imaginaciones los unos a
los otros. ? Quie? n os ha dicho , dixo Aminadab,
luego que volvio? en si de aquel divino extasis,
hermosas pastoras, essa historia del santo Joseph,
mi deudo, tan pocos meses ha sucedida, que no
pensaba yo que lo sabian mas que los mismos
duen? os y los Angeles ? No ha faltado, respon-
dio? Dositea, estrangero pastor, quien se hallo? en
Nazarethen esta afliccion de Joseph , que con gran
secreto nos la refirio? una tarde, y nos dio? estos
versos que havemos cantado ; si bien Eliphila y
yo pensamos ^quel dia, que el pastor no era
hombre, sino alguna criatura intelectual, que co-
mo se va acercando el parto de esta soberana
Virgen, vive por estas montan? as para algun ofi-
cio , que nuestra ignorancia no penetra : e? l trahia
un pellico blanco , que se afrentara la nieve
en su presencia , con oro tan finissimo por fondo,
que mas parecia luz, que tela : su cara era de
indecible hermosura , porque sus ojos parecian
dos estrellas, su boca una rosa a medio abrir,
sus
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? . Libro primero. 19
sus manos alabastro, y sus cabellos hilos de Tibar;
la guirnalda que los cenia , despreciara las Hybleas
flores y los pensiles huertos. Los pies trahia des-
nudos en unas sandalias de seda parda, que de-
bia de ser blanca en apartandolas dellos: e? l le
canto? sentado en aquella fuente, y nosotras le pe-
dimos en cantandole tan presto, que aun no ha-
via corrido el agua, que a su voz se havia pa-
rado por todo el tiempo que duro? su dulce mu-
sica. Dichosas fuistes, respondio? el baquero, en
merecer de su mano essa cancion divina, que re-
fiere tan alto , tan tierno y tan regalado mysterio
del bien y sacramento que esperamos : y tened
por cierto, que es impossible que fuesse mortal
hombre, porque muy pocos han llegado a pene-
trar tan escondidos mysterios; si bien es verdad,
que algunos que havemqs. leido las promessas de
Dios al gran Patriarcha Abrahan, a su nieto Ja-
cob y al hijo de Isai, que de los ganados de su
padre vino a ser Rey de Israel, y conferido
aquellas cosas con los Prophetas, tenemos por
sin duda, que es ya llegado el tiempo. Yo soy,
hermosas pastoras, de la montan? a de Judea, y
uno de los pastores que estima Zacharias : alli
he visto a la serenissima Virgen visitar a Elisa-
beth su prima , que a la sazon tuve dicha de lle-
varle unos corderos que me havia pedido , por
ventura imaginando los divinos huespedes: ten-
go parentesco cercano al divino Joseph, esposo
suyo. Hicimos los pastores grandes fiestas a su ve-
nida, y al tiempo que estuvo en nuestra monta-
n? a , yo que , como os he dicho, me he preciad o
C2 de
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? so Pastores de Belen.
de saber estos divinos mysterios , y conferir lo
que veo con lo que he leido, no he querido per-
der un punto de assistir a los huespedes con tanto
contento mio , que en acordandome del los, se me
cubren los ojos de agua, ya de alegria de haver-
los visto , y ya de tristeza de que no los veo.
Dinos por tu vida, le respondio? Eliphila, dicho-
so pastor, tu nombre , y la causa por que has veni>>
nido a estos campos de Belen , y ahora a nues-
tras cabanas con Palmyra ? Sobrino soy, dixo el
pastor , de su padre, mi nombre es Aminadab,
mi venida es a cobrar del mismo alguna resta de
los ganados que compro? al mio, quando subio?
a la montan? a, havra? tres an? os: hallela en esse
arroyo, y conociendome, quiso guiarme a su ca-
ban? a , como si yo fuera por la mar , que tuvie-
ra necessidad de estrella : estare? aqui los dias que
e? l quisiere , en que podreis mandarme. Serviros,
dixo Dositea, que a no ser tan rico, y tan deu-
do vuestro el que os ha trahido, y tan corte? s y
discreta la que os guia , sin duda fuerades hues-
ped de nuestros padres. Ya es hora, dixo Eliphi-
la , de volvernos al aldea , y aunque no lo fue-
ra , no nos sufriera el corazon dejar de acompa-
n? aros ; pero en satisfaccion desta voluntad , os
suplicamos nos refirais , pues sois testigo de
vista, la jornada desta Virgen a visitar a su
prima, que no havra? cosa en esta ocasion , que
pueda entretener el camino, como saberla, porque
despues que tenemos esta cancion de Joseph, no
deseamos otra cosa que verla y servirla, si fues-
semos tan dichosas de conocerla. Esso hare? yo de
muy
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? Libro primero. 21
muy buena gana, dixo el pastor, aunque os pro-
meto, que las lenguas de los Angeles quedaran
cortas, quanto mas la de tan rudo coronista;
echad las ovejas por aquellos tomillos , para que
nos den mas lugar y silencio, entretenidas en
ellos, y estadme atentas. Las tres zagalas lo hicieron
assi, y dandole los oidos, como a la Virgen las
voluntades, comenzo? assi:
Mari? a Virgen santissima es de linage Real,
y de la casa de David y de los otros Reyes de
Judea, y de la Tribu Sacerdotal. Joachin su padre,
natural de la ciudad de Nazareth en Galilea,
fue hijo de Mathat, que venia de padre a hijo
de Nathan, hijo de David. Esta? llamaron a su
madre , que por su primero marido descendia de
Salomon. Ana su madre era de Belen, y hija de
Emerencia y de Estolano , de la misma fami-
lia y casa de David. Havian estos santos padres
tenido primero a Esmeria, que de Aprano Sa-
cerdote pario? a Elisabeth , muger ahora del mu-
do Zacharias, de donde con facilidad entendereis
el parentesco que con la Virgen tiene, a cuyo
efecto he dado a su vista este principio, fuera de
que las mas de estas personas havra? n conocido
vuestros padres, y vosotras los havreis oido ala-
bar y referir diversas veces. Vivian los dos san-
tissimos casados con tanta pureza y deseo de ser-
vir a su Dios, que dividiendo su hacienda en
(res partes : la una daban a peregrinos , viudas y
pobres: la otra al Templo , y de la otra se sus-
tentaban. Havia el claro sol desde el dia de sus
bodas corrido todo el cielo veinte veces, y care-
cian
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? ai Pastores de Belen.
cian de fruto de bendicion , por cuya causa le ofre-
cieron a Dios el que les diesse. Pues como el
dia de la dedicacion del Templo Joachin estu-
viesse en el de Jerusalen con otros deudos y ve-
cinos suyos, reprehendio? le Isacar Sacerdote de
atrevido, porque se ponia, y mezclaba entre los
que ofrecian sacrificios, siendo maldito por la
ley el que entre los Hebreos carecia de hi-
jo. Confuso y lleno de verguenza Joachin, re-
gando sus venerables canas con el agua piadosa
de sus ojos, no quiso volver a su casa, mas des-
de alli se fue al monte, y se escondio? entre los
pastores de sus ganados. Ana entre tanto lloraba
por su ausente esposo, y quejabase a Dios hu-
milmente, porque se le havia quitado de sus ojos.
Passo? algunos dias el afligido viejo , aumentan-
do su soledad la ausencia de Ana : al cabo de
los quales le aparecio? un Angel vestido de res-
plandor mas que la esphera donde el sol se mue-
ve , y consolando sus penas, le dixo: Que Dios
castigaba el pecado, y no la naturaleza, y que
siempre que dilataba el fruto a los casados por
algun tiempo , era porque fuesse despues mas lu-
cido el milagro de sus divinas obras, y porque
se conociesse, que lo que desta manera se engen-
dra , no es por el desenfrenado deleyte,mas por
el don y acuerdo de la divina gracia: traxole por
exemplo a Sara , que de ochenta an? os conci-
bio? a Isaac , y que Rachel fue esteril mucho
tiempo , para que fuesse mas notable el naci-
miento de Joseph y de Benjamin. Conto? le la for-
taleza de Sanson y la santidad de Samuel, hi-
jos
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? Libro primero. 23
jos entrambos de dos mugeres esteriles, hasta
aquel punto, advirtiendole con esto, que Ana su
muger concibiria una hija llamada Mari? a , que
aun en su misma Concepcion seria llena del Es-
piritu divino, y consagrada a Dios desde su tier-
na infancia, y que assi se la ofreciessen en el
templo , perque havia de ser madre del Re-
dentor del mundo. Dio? le por sen? as , que quan-
do entrasse por Jerusalen, hallaria en la puerta
dorada su querida esposa. Lo mismo la dixo el
Angel, y partiendo entrambos con la debida fe
a tan seguro nuncio, se vieron y abrazaron en la
puerta aurea, desde donde con notable alegria
se fueron al templo, del qual, en haviendo dado
a Dios infinitas gracias, se volvieron a su casa
juntos. Concibio? Ana dichosa esta santissima Vir-i
gen : pario?
la cumplidos nueve meses de esta
vista. Llamaronla Mari? a , y fue tanto el re-
gozijo del universo, que pienso que naturalmen-
te se alegraron quantos en aquella sazon con al-
ma racional vivian; y no se? si diga, que hasta
las cosas que no la tienen, como se vio? en los
campos, aguas, arboles y flores. Los pastores
advertidos de tan gran mysterio, que a los que
tenian parentesco con Ana y Joachin, y espera^
ban alegres la venida del Salvador, no les esta-
ba oculto, hicieron grandes fiestas, cantaron dul-
ces canciones : de las quales hoy dia se cantan
algunas entre nosotros, y yo tengo de memoria
tres , o quatro, que en tan buena ocasion no me
escuso de decirlas:
Si
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? Pastores db Belen.
Si en brazos de Dios naceis,
? quien sois, nin? a soberana,
que para casa tan pobre
pareceis muy rica Infanta?
Tres veces catorce dicen
los deudos de vuestra casa,
que son las generaciones
de vuestra sangre preclara.
La primera es de Prophetas
y divinos Patriarchas,
desde Abrahan a David,
de quien sereis torre y harpa.
De Reyes es la segunda,
desde David a que salgan
de Babylonia a Sion,
y vuelvan a honrar el arca.
Desde este tiempo hasta el dia,
en que Christo de vos nazca,
otra que es de Sacerdotes,
de quien vos sereis la vara.
Torre y arca y vara sois
en tan ilustre prosapia,
supuesto que para esposo
un carpintero os sen? alan .
Debe de ser que Dios quiere,
que hecha carne su palabra ,
viva en casa , donde vea
labrar maderos y tablas.
O porque, si sois , Sen? ora,
arca, en que el mundo se salva,
como divino escultor
os halle el hombre en su casa.
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? Libro primero. 25
Cielos y tierra se alegran,
quando naceis, Virgen santa,
por su hija el Padre Eterno,
por quien se goza y se agrada.
El Hijo, viendo a su madre
tan buena, que de llamarla
su madre no se desprecie,
ni de entrar en sus entran? as.
El Espiritu divino
de ver la esposa que ama,
de suerte que ya comienza
a cubrirla con sus alas.
Los Angeles por su Reyna,
los cielos por su luz clara,
el sol por su hermosa frente,
y la luna por sus plantas.
Los hombres por su remedio,
porque hasta vuestra man? ana
no podia el sol salir,
y en obscura noche estaban.
Segun esto vos naceis
para ser vara en las aguas,
torre fuerte en los peligros,
y en el diluvio arco y arca.
Pues vengais a vuestra aldea,
Mari? a llena de gracia,
muchas veces en buen hora,
dia que naceis con tantas.
Conoced vuestros pastores,
que todos os dan las almas,
mientras os da el cielo estrellas,
para mantillas y fajas.
Tomo XVI. D Ale-
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? u? 6 Pastores de Belen.
Alegres Dositea, Eliphila y Palmyra , del di-
vino sujeto del Romance, y haviendo visto el ins-
trumento que Aminadab trahia, le rogaron que
cantasse las dema? s letras: y e? l por prendar la
voluntad de. Palmyra , en quien ya havia puesto
los castos ojos , acordando las cuerdas a la voz,
canto? assi:
Canten hoy, pues naceis vos,
los Angeles, gran Sen? ora,
y ensayense desde ahora,
para quando nazca Dios.
Canten hoy, pues a ver vienen
nacida su Reyna bella,
que el fruto que esperan della
es por quien la gracia tienen.
Digan , Sen? ora, de vos,
que haveis de ser su Sen? ora,
y ensayense desde ahora,
. para quando nazca Dios.
Pues de aqui a catorce an? os,
que en hora buena cumplais,
vera? n el bien que nos dais,
remedio de tantos dan? os.
Canten y digan por vos,
que desde hoy tienen Sen? ora,
y ensayense desde ahora ,
para quando nazca Dios.
Esto dixo Aminadab, en tanto que se que-
daron las cuerdas con el sonido que le causo la
mano, y el ayre con los ecos de la voz y de
los
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? Libro primero. 27
los versos, quando Palmyra por divertirle, y dar-
le animo para que prosiguiesse la historia, canto?
este villancico, que al mismo proposito havia oi-
do a los pastores de la sierra.
Nace el Alva Mari? a,
y el sol tras ella
desterrando la noche
de nuestras penas. >>
Nace el Alva clara,
la noche pisa,
del cielo la risa
su paz declara:
el tiempo se para
por solo vella,
desterrando la noche
de nuestras penas.
Para ser Sen? ora
del cielo, levanta
esta nin? a santa
su luz como Aurora:
e? l canta, ella llora
divinas perlas,
desterrando la noche
de nuestras penas.
Aquella luz pura
del sol procede,
porque quanto puede,
le da? hermosura:
el Alva assegura
que viene cerca,
desterrando la noche
Da de
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? s8 Pastores de Belen.
de nuestras penas.
No quiso Dositea mostrarse tan poco aficio-
nada a la Virgen, que no supiesse alguna cosa
de las que por aquellos valles se cantaban, tal
vez por Angeles invisibles, y tal por conoci-
dos pastores: y assi ayudandole Eliphila con
el instrumento, desato? la delicada voz a los
templados ayres.
Hoy Ana pario? a Mari? a,
y anoche se vio? arrebol,
sin duda tendremos sol,
pues amanece tal dia.
Arreboles de esperanzas
ayer vio? en el cielo el suelo,
y hoy sale el Alva del cielo
con rayos de confianzas,
pues siendo el Alva Mari? a,
y Ana el divino arrebol,
no puede tardar el sol,
estando tan claro el dia.
Pues nace el Alva tan bella,
? quie? n dudara? , que el sol salga
de una Virgen tan hidalga,
de una madre tan doncella?
Venga en buen hora Mari? a,
llueva perlas su arrebol,
porque salga luego el sol
en los brazos de tal dia.
Agrado? mucho a todos esta letra por la gala,
con
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? Libro primero. 29
con que havia hecho arrebol la tarde de aquella
noche , que para la man? ana siguiente suele ser
cierto pronostico de alegre dia. De dos cosas
puede alabarse el mes, que antes que a la succes-
sion del an? o se an? adiessen Enero y Febrero, por
ser decimo en el numero , se llamo Diciembre.
La primera , de que en sus veinte y cinco dias
nacio al mundo la reparacion universal, y a los
ocho fue concebida esta nin? a santissima , en quien
puso Dios tal gracia al infundirle el alma , que
ninguna criatura intelectual, o corporal, fuesse
mas hermosa a sus ojos, y con la prerogativa de
que no la tocasse la culpa, con que dejo? su pos-
teridad manchada nuestro primero padre. Ella
finalmente fue tan pura, que tuvo a suma felici-
dad y merced de su Sen? or el Arcangel San
Gabriel ser desde el dia de su nacimiento su cus-
tudio y guarda. No quiso la bella Eliphila dejar
de mostrar su devocion y amor a este dia feli-
cissimo, y a esta soberana Princesa, y poniendo
las manos al instrumento, y a su acento la vea,
canto assi:
Hoy nace una clara estrella,
tan divina y celestial,
que con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace della.
De Ana y de Joachin oriente
de aquesta estrella divina
sale su luz clara y dina
de ser pura eternamente:
el Alva mas clara, y bella
no
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? 30 Pastores se BeleN.
no le puede ser igual,
que con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace ddla.
No le iguala lumbre alguna
de quantas bordan el cielo,
porque es el humilde suelo
de sus pies la blanca luna:
nace en el suelo tan bella,
y con luz tan celestial,
que con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace della.
Oyendo venian a las pastoras y al Monta-
n? e? s baquero Joran y Nemeroso, serranos del
Carmelo, que havian descendido de su altura a
los llanos de Belen a ganar soldada por el pas-
sado mes de Agosto, y ya guardaban los gana-
dos de Eliseno, padre de Eliphila. Cubrianlos
algunos laureles, que se juntaron a hacer guirnal-
da a un prado, y assi como vieron que la pasto-
ra daba fin a su letra , una que al mismo pro-
posito sabian, alternaron los dos de aquesta suerte.
Despierta Gil. ? Es de dia?
el Alva ha salido ya:
Buenos dias: claro esta? ,
pues ha nacido Mari? a .
De la tierra te levanta,
mira que sale el Aurora,
que el cielo y la tierra dora
con su pura y virgen planta.
? No despiertas? Ya querria,
mi-
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? Libro primero. 31
mira la luz que te da? :
Buenos di? as, claro esta? ,
pues ha nacido Mari? a.
Huye la noche cruel
del pecado temerosa
la luz desta nin? a hermosa,
que hoy nace al mundo sin e? l i
recuerda pues: ? que? porfi? a!
? Pues hay luz? Vistete ya:
Buenos dias, claro esta? ,
pites ha nacido Mari? a.
Esta? diciendo su lumbre,
que el sol que los hombres salva,
ha de venir tras el Alva
por aquella misma cumbre,
? y duermes tu? ? a ver el dia:
mirale en sus ojos ya:
Buenos di? as, claro esta? ,
pues ha nacido Mari? a.
Parados estaban todos a sus voces y versos,
a cuyo fin les hacia la espessura de los laureles: y
siendo vistos, y recibidos con alegres abrazos, las
pastoras les refirieron, quien era Aminadab y el
principio que havia dado a tan dulce y regalada
historia. Deseosos los pastores de saber el sucesso
de la visitacion de Isabel por la divina Virgen,
le rogaron que prosiguiesse, y e? l condescendien-
do a sus justos ruegos , dixo assi:
De tres an? os era la purissima Virgen, quan-
do de Joachin y Ana , sus dichosos padres, fue
presentada al Templo con las mayores ofrendas,
que
? ?
la fuerza, que Amon lo estuvo de Thamar su her-
mana ( que nunca para los brazos la propria san-
gre es buena) engan? andola con blandas palabras,
la llevo? a Hemor su padre , y le pidio? que le ca-
sasse Con ella. Oyo? Jacob la triste nueva de su
hija, y dissimulando prudentemente , mientras
Volvian Sus hijos de repastar sus ganados , escon-
dio? su deshonra de sus ojos, que ya querian ma-
nifestarla Con las lagrimas. Saliendo pues Hemor
a hablar al santo viejo , ya sus hijos volvian, loa?
quales, como de su boca oyessen tan feo caso,
y perpetrada cosa tan ilicita, ayrados gravemente,
pospuesto todo temor, intentaron la venganza.
Hemor con dulces palabras les dixo: El alma de
mi hijo Sichen se ha conformado a la de vues-
tra Dina, hagamos parentesco: tratemos casamien-
tos, vosotros con nuestras hijas, nosotros con las
vuestras, vivid con nosotros: la tierra sera? de to-
dos , cultivad, negociad y tomad della la posses-
sion, que los proprios duen? os. Tomando enton-
ces el enamorado mozo las palabras de la boca
de su padre, dixo : Halle yo gracia en vosotros,
para que me concedias este bien, y pedidme
quanto fueredes servidos: aumentad el dote, los
do-
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? Libro primero, 15
dones, los presentes, que en solo cambio de su
hermosura os dare? quanto soy, hasta la propria
vida. Los hijos de Jacob encruelecidos del atre-
vido estupro, engan? osamente le respondieron, que
no podian hacer lo que Sichen pedia , ni dar su
hermana a hombre incircunciso : es cosa ? licita,
decian , y nefaria entre nosotros: pero solo pode-
mos hacer un concierto, y es , que si vosotros
quereis circuncidaros y ser iguales nuestros, re-
cibiremos vuestras hijas, y os daremos las nues-
tras en contracambio ; viviremos con vosotros y
seremos un pueblo : sino con volvernos a Dina
y ausentarnos de vuestra tierra, nos volveremos
quejosos, aunque pacificos, Sichen que amaba tier-
namente a Dina , y que ninguna cosa le parecie-
ra impossible , por no perderla, persuadio? a su
padre y a sus hermanos y pueblo la circuncision
propuesta ; pero en el tercero dia , quando el
dolor de las heridas era mas fuerte, tomaron las
armas Levi y Simeon, y entrando por la ciudad
mataron a Hemor y a Sichen, y cobraron a Di-
na , a quien siguiendo los demas hermanos, pas-
saron a cuchillo todo el pueblo y destruyeron la
ciudad, y saqueando los ganados y casas, toma->>
ron la cruel vengaza que te he contado, si bien
con notable turbacion de Jacob, hasta que Dios
le mando? volver a Bethel, donde le havia apa-
recida , quando venia huyendo de Esau su her-
mano. Aqui llegaba Aminadab con su amorosa
historia , aunque con sangriento epilogo, como
las mas de amores, cuyo fin es siempre tragico,
quando venian por el verde valle Dositea y Eli-
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? i6 Pastores de Bei. en.
phila, dos pastoras del aldea de Palmyra , iguales
en los an? os, en las gracias y en las voces, que
cantaban assi:
Afligido esta? Joseph
de ver su esposa pren? ada ,
porque de tan gan mysterio
no puede entender la causa.
Sabe que la Virgen bella
es pura , divina y santa ,
pero no sabe que es Dios
el fruto de sus entran? as .
El llora, y la Virgen llora,
pero no le dice nada,
aunque sus ojos divinos
lo que duda le declaran.
Que como tiene en el pecho
al sol la nin? a sagrada,
como por crystales puros
los rayos divinos passan.
Mira Joseph su hermosura
y verguenza sacrosanta,
y admirado y pensativo
se determina a dejalla.
Mas advirtiendole en suen? os
el Angel, que es obra sacra
del Espiritu divino,
despierta, y vuelve a buscarla.
Con lagrimas de alegria
el divino Patriarcha
abraza la Virgen bella,
y ella llorando le abraza.
Cu-
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? , Libro primero.
Cubren los dos Seraphines,
como aquellos dos del arca,
la del nuevo Testamento,
la vara, el mana? y las tablas.
Adora Joseph al nin? o,
porque a Dios en carne humana
antes que salga a la tierra,
ve con los ojos del alma:
El sol que viste la Virgen,
y el fuego en la verde zarza,
la puerta de Ezechiel,
la piel ban? ada del Alva.
Los Angeles que assistian
del Rey divino a la guarda ,
viendo tan tierno a Joseph,
desta manera le cantan:
Bien podeis persuadiros
divino Esposo,
que este santo prenado
de Dios es todo.
Mirad la hermosura
del santo rostro,
que respeta el cielo ,
lleno de gozo:
Hijo de David
no esteis temeroso,
que este santo pren? ado
de Dios es todo.
Desta bella palma
el fruto amoroso,
ha de ser del mundo
remedio solo:
Tom. XVI. C
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? 18 Pastores pe Belen.
desta nin? a os dicen,
las de sus ojos,
que este santo pren? ada
de Dios es todo.
Los agradables tonos del Romance y de la
letra, y la harmonia de las voces, que con tal
suavidad y dulzura las cantaban, suspendieron
de manera las almas de Aminadab y Palmyra : y
Dositea y Eliphila venian tan embebecidas en su
sabroso canto , que estaban casi juntos , sin haver-
se interrumpido en sus imaginaciones los unos a
los otros. ? Quie? n os ha dicho , dixo Aminadab,
luego que volvio? en si de aquel divino extasis,
hermosas pastoras, essa historia del santo Joseph,
mi deudo, tan pocos meses ha sucedida, que no
pensaba yo que lo sabian mas que los mismos
duen? os y los Angeles ? No ha faltado, respon-
dio? Dositea, estrangero pastor, quien se hallo? en
Nazarethen esta afliccion de Joseph , que con gran
secreto nos la refirio? una tarde, y nos dio? estos
versos que havemos cantado ; si bien Eliphila y
yo pensamos ^quel dia, que el pastor no era
hombre, sino alguna criatura intelectual, que co-
mo se va acercando el parto de esta soberana
Virgen, vive por estas montan? as para algun ofi-
cio , que nuestra ignorancia no penetra : e? l trahia
un pellico blanco , que se afrentara la nieve
en su presencia , con oro tan finissimo por fondo,
que mas parecia luz, que tela : su cara era de
indecible hermosura , porque sus ojos parecian
dos estrellas, su boca una rosa a medio abrir,
sus
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? . Libro primero. 19
sus manos alabastro, y sus cabellos hilos de Tibar;
la guirnalda que los cenia , despreciara las Hybleas
flores y los pensiles huertos. Los pies trahia des-
nudos en unas sandalias de seda parda, que de-
bia de ser blanca en apartandolas dellos: e? l le
canto? sentado en aquella fuente, y nosotras le pe-
dimos en cantandole tan presto, que aun no ha-
via corrido el agua, que a su voz se havia pa-
rado por todo el tiempo que duro? su dulce mu-
sica. Dichosas fuistes, respondio? el baquero, en
merecer de su mano essa cancion divina, que re-
fiere tan alto , tan tierno y tan regalado mysterio
del bien y sacramento que esperamos : y tened
por cierto, que es impossible que fuesse mortal
hombre, porque muy pocos han llegado a pene-
trar tan escondidos mysterios; si bien es verdad,
que algunos que havemqs. leido las promessas de
Dios al gran Patriarcha Abrahan, a su nieto Ja-
cob y al hijo de Isai, que de los ganados de su
padre vino a ser Rey de Israel, y conferido
aquellas cosas con los Prophetas, tenemos por
sin duda, que es ya llegado el tiempo. Yo soy,
hermosas pastoras, de la montan? a de Judea, y
uno de los pastores que estima Zacharias : alli
he visto a la serenissima Virgen visitar a Elisa-
beth su prima , que a la sazon tuve dicha de lle-
varle unos corderos que me havia pedido , por
ventura imaginando los divinos huespedes: ten-
go parentesco cercano al divino Joseph, esposo
suyo. Hicimos los pastores grandes fiestas a su ve-
nida, y al tiempo que estuvo en nuestra monta-
n? a , yo que , como os he dicho, me he preciad o
C2 de
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? so Pastores de Belen.
de saber estos divinos mysterios , y conferir lo
que veo con lo que he leido, no he querido per-
der un punto de assistir a los huespedes con tanto
contento mio , que en acordandome del los, se me
cubren los ojos de agua, ya de alegria de haver-
los visto , y ya de tristeza de que no los veo.
Dinos por tu vida, le respondio? Eliphila, dicho-
so pastor, tu nombre , y la causa por que has veni>>
nido a estos campos de Belen , y ahora a nues-
tras cabanas con Palmyra ? Sobrino soy, dixo el
pastor , de su padre, mi nombre es Aminadab,
mi venida es a cobrar del mismo alguna resta de
los ganados que compro? al mio, quando subio?
a la montan? a, havra? tres an? os: hallela en esse
arroyo, y conociendome, quiso guiarme a su ca-
ban? a , como si yo fuera por la mar , que tuvie-
ra necessidad de estrella : estare? aqui los dias que
e? l quisiere , en que podreis mandarme. Serviros,
dixo Dositea, que a no ser tan rico, y tan deu-
do vuestro el que os ha trahido, y tan corte? s y
discreta la que os guia , sin duda fuerades hues-
ped de nuestros padres. Ya es hora, dixo Eliphi-
la , de volvernos al aldea , y aunque no lo fue-
ra , no nos sufriera el corazon dejar de acompa-
n? aros ; pero en satisfaccion desta voluntad , os
suplicamos nos refirais , pues sois testigo de
vista, la jornada desta Virgen a visitar a su
prima, que no havra? cosa en esta ocasion , que
pueda entretener el camino, como saberla, porque
despues que tenemos esta cancion de Joseph, no
deseamos otra cosa que verla y servirla, si fues-
semos tan dichosas de conocerla. Esso hare? yo de
muy
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? Libro primero. 21
muy buena gana, dixo el pastor, aunque os pro-
meto, que las lenguas de los Angeles quedaran
cortas, quanto mas la de tan rudo coronista;
echad las ovejas por aquellos tomillos , para que
nos den mas lugar y silencio, entretenidas en
ellos, y estadme atentas. Las tres zagalas lo hicieron
assi, y dandole los oidos, como a la Virgen las
voluntades, comenzo? assi:
Mari? a Virgen santissima es de linage Real,
y de la casa de David y de los otros Reyes de
Judea, y de la Tribu Sacerdotal. Joachin su padre,
natural de la ciudad de Nazareth en Galilea,
fue hijo de Mathat, que venia de padre a hijo
de Nathan, hijo de David. Esta? llamaron a su
madre , que por su primero marido descendia de
Salomon. Ana su madre era de Belen, y hija de
Emerencia y de Estolano , de la misma fami-
lia y casa de David. Havian estos santos padres
tenido primero a Esmeria, que de Aprano Sa-
cerdote pario? a Elisabeth , muger ahora del mu-
do Zacharias, de donde con facilidad entendereis
el parentesco que con la Virgen tiene, a cuyo
efecto he dado a su vista este principio, fuera de
que las mas de estas personas havra? n conocido
vuestros padres, y vosotras los havreis oido ala-
bar y referir diversas veces. Vivian los dos san-
tissimos casados con tanta pureza y deseo de ser-
vir a su Dios, que dividiendo su hacienda en
(res partes : la una daban a peregrinos , viudas y
pobres: la otra al Templo , y de la otra se sus-
tentaban. Havia el claro sol desde el dia de sus
bodas corrido todo el cielo veinte veces, y care-
cian
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? ai Pastores de Belen.
cian de fruto de bendicion , por cuya causa le ofre-
cieron a Dios el que les diesse. Pues como el
dia de la dedicacion del Templo Joachin estu-
viesse en el de Jerusalen con otros deudos y ve-
cinos suyos, reprehendio? le Isacar Sacerdote de
atrevido, porque se ponia, y mezclaba entre los
que ofrecian sacrificios, siendo maldito por la
ley el que entre los Hebreos carecia de hi-
jo. Confuso y lleno de verguenza Joachin, re-
gando sus venerables canas con el agua piadosa
de sus ojos, no quiso volver a su casa, mas des-
de alli se fue al monte, y se escondio? entre los
pastores de sus ganados. Ana entre tanto lloraba
por su ausente esposo, y quejabase a Dios hu-
milmente, porque se le havia quitado de sus ojos.
Passo? algunos dias el afligido viejo , aumentan-
do su soledad la ausencia de Ana : al cabo de
los quales le aparecio? un Angel vestido de res-
plandor mas que la esphera donde el sol se mue-
ve , y consolando sus penas, le dixo: Que Dios
castigaba el pecado, y no la naturaleza, y que
siempre que dilataba el fruto a los casados por
algun tiempo , era porque fuesse despues mas lu-
cido el milagro de sus divinas obras, y porque
se conociesse, que lo que desta manera se engen-
dra , no es por el desenfrenado deleyte,mas por
el don y acuerdo de la divina gracia: traxole por
exemplo a Sara , que de ochenta an? os conci-
bio? a Isaac , y que Rachel fue esteril mucho
tiempo , para que fuesse mas notable el naci-
miento de Joseph y de Benjamin. Conto? le la for-
taleza de Sanson y la santidad de Samuel, hi-
jos
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? Libro primero. 23
jos entrambos de dos mugeres esteriles, hasta
aquel punto, advirtiendole con esto, que Ana su
muger concibiria una hija llamada Mari? a , que
aun en su misma Concepcion seria llena del Es-
piritu divino, y consagrada a Dios desde su tier-
na infancia, y que assi se la ofreciessen en el
templo , perque havia de ser madre del Re-
dentor del mundo. Dio? le por sen? as , que quan-
do entrasse por Jerusalen, hallaria en la puerta
dorada su querida esposa. Lo mismo la dixo el
Angel, y partiendo entrambos con la debida fe
a tan seguro nuncio, se vieron y abrazaron en la
puerta aurea, desde donde con notable alegria
se fueron al templo, del qual, en haviendo dado
a Dios infinitas gracias, se volvieron a su casa
juntos. Concibio? Ana dichosa esta santissima Vir-i
gen : pario?
la cumplidos nueve meses de esta
vista. Llamaronla Mari? a , y fue tanto el re-
gozijo del universo, que pienso que naturalmen-
te se alegraron quantos en aquella sazon con al-
ma racional vivian; y no se? si diga, que hasta
las cosas que no la tienen, como se vio? en los
campos, aguas, arboles y flores. Los pastores
advertidos de tan gran mysterio, que a los que
tenian parentesco con Ana y Joachin, y espera^
ban alegres la venida del Salvador, no les esta-
ba oculto, hicieron grandes fiestas, cantaron dul-
ces canciones : de las quales hoy dia se cantan
algunas entre nosotros, y yo tengo de memoria
tres , o quatro, que en tan buena ocasion no me
escuso de decirlas:
Si
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? Pastores db Belen.
Si en brazos de Dios naceis,
? quien sois, nin? a soberana,
que para casa tan pobre
pareceis muy rica Infanta?
Tres veces catorce dicen
los deudos de vuestra casa,
que son las generaciones
de vuestra sangre preclara.
La primera es de Prophetas
y divinos Patriarchas,
desde Abrahan a David,
de quien sereis torre y harpa.
De Reyes es la segunda,
desde David a que salgan
de Babylonia a Sion,
y vuelvan a honrar el arca.
Desde este tiempo hasta el dia,
en que Christo de vos nazca,
otra que es de Sacerdotes,
de quien vos sereis la vara.
Torre y arca y vara sois
en tan ilustre prosapia,
supuesto que para esposo
un carpintero os sen? alan .
Debe de ser que Dios quiere,
que hecha carne su palabra ,
viva en casa , donde vea
labrar maderos y tablas.
O porque, si sois , Sen? ora,
arca, en que el mundo se salva,
como divino escultor
os halle el hombre en su casa.
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? Libro primero. 25
Cielos y tierra se alegran,
quando naceis, Virgen santa,
por su hija el Padre Eterno,
por quien se goza y se agrada.
El Hijo, viendo a su madre
tan buena, que de llamarla
su madre no se desprecie,
ni de entrar en sus entran? as.
El Espiritu divino
de ver la esposa que ama,
de suerte que ya comienza
a cubrirla con sus alas.
Los Angeles por su Reyna,
los cielos por su luz clara,
el sol por su hermosa frente,
y la luna por sus plantas.
Los hombres por su remedio,
porque hasta vuestra man? ana
no podia el sol salir,
y en obscura noche estaban.
Segun esto vos naceis
para ser vara en las aguas,
torre fuerte en los peligros,
y en el diluvio arco y arca.
Pues vengais a vuestra aldea,
Mari? a llena de gracia,
muchas veces en buen hora,
dia que naceis con tantas.
Conoced vuestros pastores,
que todos os dan las almas,
mientras os da el cielo estrellas,
para mantillas y fajas.
Tomo XVI. D Ale-
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? u? 6 Pastores de Belen.
Alegres Dositea, Eliphila y Palmyra , del di-
vino sujeto del Romance, y haviendo visto el ins-
trumento que Aminadab trahia, le rogaron que
cantasse las dema? s letras: y e? l por prendar la
voluntad de. Palmyra , en quien ya havia puesto
los castos ojos , acordando las cuerdas a la voz,
canto? assi:
Canten hoy, pues naceis vos,
los Angeles, gran Sen? ora,
y ensayense desde ahora,
para quando nazca Dios.
Canten hoy, pues a ver vienen
nacida su Reyna bella,
que el fruto que esperan della
es por quien la gracia tienen.
Digan , Sen? ora, de vos,
que haveis de ser su Sen? ora,
y ensayense desde ahora,
. para quando nazca Dios.
Pues de aqui a catorce an? os,
que en hora buena cumplais,
vera? n el bien que nos dais,
remedio de tantos dan? os.
Canten y digan por vos,
que desde hoy tienen Sen? ora,
y ensayense desde ahora ,
para quando nazca Dios.
Esto dixo Aminadab, en tanto que se que-
daron las cuerdas con el sonido que le causo la
mano, y el ayre con los ecos de la voz y de
los
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? Libro primero. 27
los versos, quando Palmyra por divertirle, y dar-
le animo para que prosiguiesse la historia, canto?
este villancico, que al mismo proposito havia oi-
do a los pastores de la sierra.
Nace el Alva Mari? a,
y el sol tras ella
desterrando la noche
de nuestras penas. >>
Nace el Alva clara,
la noche pisa,
del cielo la risa
su paz declara:
el tiempo se para
por solo vella,
desterrando la noche
de nuestras penas.
Para ser Sen? ora
del cielo, levanta
esta nin? a santa
su luz como Aurora:
e? l canta, ella llora
divinas perlas,
desterrando la noche
de nuestras penas.
Aquella luz pura
del sol procede,
porque quanto puede,
le da? hermosura:
el Alva assegura
que viene cerca,
desterrando la noche
Da de
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? s8 Pastores de Belen.
de nuestras penas.
No quiso Dositea mostrarse tan poco aficio-
nada a la Virgen, que no supiesse alguna cosa
de las que por aquellos valles se cantaban, tal
vez por Angeles invisibles, y tal por conoci-
dos pastores: y assi ayudandole Eliphila con
el instrumento, desato? la delicada voz a los
templados ayres.
Hoy Ana pario? a Mari? a,
y anoche se vio? arrebol,
sin duda tendremos sol,
pues amanece tal dia.
Arreboles de esperanzas
ayer vio? en el cielo el suelo,
y hoy sale el Alva del cielo
con rayos de confianzas,
pues siendo el Alva Mari? a,
y Ana el divino arrebol,
no puede tardar el sol,
estando tan claro el dia.
Pues nace el Alva tan bella,
? quie? n dudara? , que el sol salga
de una Virgen tan hidalga,
de una madre tan doncella?
Venga en buen hora Mari? a,
llueva perlas su arrebol,
porque salga luego el sol
en los brazos de tal dia.
Agrado? mucho a todos esta letra por la gala,
con
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? Libro primero. 29
con que havia hecho arrebol la tarde de aquella
noche , que para la man? ana siguiente suele ser
cierto pronostico de alegre dia. De dos cosas
puede alabarse el mes, que antes que a la succes-
sion del an? o se an? adiessen Enero y Febrero, por
ser decimo en el numero , se llamo Diciembre.
La primera , de que en sus veinte y cinco dias
nacio al mundo la reparacion universal, y a los
ocho fue concebida esta nin? a santissima , en quien
puso Dios tal gracia al infundirle el alma , que
ninguna criatura intelectual, o corporal, fuesse
mas hermosa a sus ojos, y con la prerogativa de
que no la tocasse la culpa, con que dejo? su pos-
teridad manchada nuestro primero padre. Ella
finalmente fue tan pura, que tuvo a suma felici-
dad y merced de su Sen? or el Arcangel San
Gabriel ser desde el dia de su nacimiento su cus-
tudio y guarda. No quiso la bella Eliphila dejar
de mostrar su devocion y amor a este dia feli-
cissimo, y a esta soberana Princesa, y poniendo
las manos al instrumento, y a su acento la vea,
canto assi:
Hoy nace una clara estrella,
tan divina y celestial,
que con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace della.
De Ana y de Joachin oriente
de aquesta estrella divina
sale su luz clara y dina
de ser pura eternamente:
el Alva mas clara, y bella
no
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? 30 Pastores se BeleN.
no le puede ser igual,
que con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace ddla.
No le iguala lumbre alguna
de quantas bordan el cielo,
porque es el humilde suelo
de sus pies la blanca luna:
nace en el suelo tan bella,
y con luz tan celestial,
que con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace della.
Oyendo venian a las pastoras y al Monta-
n? e? s baquero Joran y Nemeroso, serranos del
Carmelo, que havian descendido de su altura a
los llanos de Belen a ganar soldada por el pas-
sado mes de Agosto, y ya guardaban los gana-
dos de Eliseno, padre de Eliphila. Cubrianlos
algunos laureles, que se juntaron a hacer guirnal-
da a un prado, y assi como vieron que la pasto-
ra daba fin a su letra , una que al mismo pro-
posito sabian, alternaron los dos de aquesta suerte.
Despierta Gil. ? Es de dia?
el Alva ha salido ya:
Buenos dias: claro esta? ,
pues ha nacido Mari? a .
De la tierra te levanta,
mira que sale el Aurora,
que el cielo y la tierra dora
con su pura y virgen planta.
? No despiertas? Ya querria,
mi-
? ? Generated for (University of Chicago) on 2014-12-26 09:45 GMT / http://hdl. handle. net/2027/ucm. 5327369895 Public Domain, Google-digitized / http://www. hathitrust. org/access_use#pd-google
? Libro primero. 31
mira la luz que te da? :
Buenos di? as, claro esta? ,
pues ha nacido Mari? a.
Huye la noche cruel
del pecado temerosa
la luz desta nin? a hermosa,
que hoy nace al mundo sin e? l i
recuerda pues: ? que? porfi? a!
? Pues hay luz? Vistete ya:
Buenos dias, claro esta? ,
pites ha nacido Mari? a.
Esta? diciendo su lumbre,
que el sol que los hombres salva,
ha de venir tras el Alva
por aquella misma cumbre,
? y duermes tu? ? a ver el dia:
mirale en sus ojos ya:
Buenos di? as, claro esta? ,
pues ha nacido Mari? a.
Parados estaban todos a sus voces y versos,
a cuyo fin les hacia la espessura de los laureles: y
siendo vistos, y recibidos con alegres abrazos, las
pastoras les refirieron, quien era Aminadab y el
principio que havia dado a tan dulce y regalada
historia. Deseosos los pastores de saber el sucesso
de la visitacion de Isabel por la divina Virgen,
le rogaron que prosiguiesse, y e? l condescendien-
do a sus justos ruegos , dixo assi:
De tres an? os era la purissima Virgen, quan-
do de Joachin y Ana , sus dichosos padres, fue
presentada al Templo con las mayores ofrendas,
que
? ?
